Por Espectaculos
Un hito para la comuna de Coronel y todo el Golfo de Arauco, así podría definirse la instalación de una familia chemamull (gente de madera), en el sector Maule.
Gestada por organizaciones mapuche lafkenche coronelinas, con el apoyo del municipio, la instalación contó con la participación de representantes de pueblos originarios de la zona y Boris Chamorro y Roberto Garrido, alcaldes de Coronel y Tirúa, respectivamente.
"Este es un hito de gran relevancia en la historia de la cimuna, ya que no solo ayudará en el resguardo del mar y sus recursos, entregando espacios para poder mantener los derechos de los pueblos originarios en su uso consuetudinario del territorio, sino que además será un punto de encuentro para las organizaciones mapuche lafkenche de nuestra comuna" señaló el edil coronelino.
Los chemamull son esculturas de madera antropomórficas fabricadas en roble pellín con una altura superior a dos metros y que son usados para señalizar lugares sagrados. En Coronel se instalaron cuatro de ellas, que representan a la mujer vieja, el hombre viejo, la mujer joven y el hombre joven.
ESCULTURAS
La antigua familia, nombre con el que también se conoce a estas esculturas, es un viejo símbolo de la cultura lafkenche.
Según Héctor Rebolledo Catril, cultor mapuche de Coronel, el origen de su forma, con personas sujetando cántaros sobre sus cabezas, está en la leyenda del enfrentamiento de las dos enormes serpientes Trentren Vilu y Caicai Vilu. Esta última, buscando frenar el desarrollo y las disputas de la gente, agitó su cola y subió las aguas en un enorme diluvio. Trentren, compadeciéndose de las personas, las guio hacia las tierras altas.
"La gente no hallaba que hacer, como llovía tanto, entonces algunos tomaron un cántaro para colocarse sobre la cabeza y recepcionar el agua. Otra explicación es que sería para acumular el conocimiento de toda esa gente que está en el espacio celestial y para conservar los consejos. Es un recuerdo que te dice que tienes que tomar el conocimiento desde el cielo y guardarlo", agregó.
La familia chemamull instalada en la costa fue elaborada por el escultor y kimche, Luis Lincopi Lincopi, de Tirúa.
"Cada chemamull es el espíritu de cada lonco, machi, kimche o personas importantes, como los guerreros mapuche por defender sus tierras. Se les dejaba en el cementerio enterrados, simbolizando al muerto, como que su cuerpo sigue vigente", señaló el artista.
Coronel es, históricamente, uno de los límites que existieron -entre 1546 y 1847- en la Guerra de Arauco, siendo una frontera habitada por diversas comunidades mapuche. Posteriormente, con el auge de la industria carbonífera en la zona, la comuna fue el foco de migración de familias indígenas de diversos lugares del wallmapu, quienes llegaban a la zona para trabajar en las minas y quienes tenían prohibido hablar sus propios idiomas.
De acuerdo a Rebolledo Catril, "nosotros como grupo tenemos que analizar la posibilidad de formar un aillarehue (organización de clanes familiares), porque del sur del Biobío hacia acá hay rehue (altar ceremonial) en San Pedro, en Hito Galvarino, donde estaban los Marihuen (Coronel), en Santa Juana y en Isla Santa María".
"Hay nueve rehues en el territorio central, entonces podríamos hacer un llamado y levantar un aillarehue, un punto central donde nos juntemos a analizar lo político, lo social, el palín y otros temas", agregó.