Por Agencias

La Comisión Europea (CE) recomendó a los países de la Unión Europea (UE) que recomienden desistir de viajes no esenciales, especialmente hacia áreas de alto riesgo por la pandemia de coronavirus, ante la presencia de las variantes más contagiosas.

Bruselas pidió a los gobiernos europeos "consistencia" a la hora de aplicar estas medidas, de forma que se recomiende evitar los viajes entre países pero también dentro del propio país, señaló el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders.

Además, en cuanto a las llegadas de viajeros desde fuera de la UE, la Comisión recomienda a los países que les exija una prueba PCR negativa realizada antes del desplazamiento y, para los países donde se ha detectado una variante más preocupante del virus, medidas como autoaislamiento, cuarentena y rastreo hasta 14 días después de la llegada.

"La Comisión propone que se desaconsejen enérgicamente todos los viajes no esenciales hasta que la situación epidemiológica haya mejorado considerablemente. Al hacerlo, los Estados miembros deben garantizar la coherencia con las medidas que aplican para viajar dentro de su propio territorio", señaló la CE.

ZONAS RIESGOSAS

Bruselas dijo que esta recomendación va especialmente dirigida a las regiones europeas con una incidencia acumulada superior a 500 y proponen asignar un color rojo oscuro en el mapa del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, para monitorizar la expansión de casos.

La CE detalló que a las personas que llegan de estas zonas se les debería exigir un test negativo antes del viaje y la obligatoriedad de guardar cuarentena en el país de destino.

En cualquier caso, Reynders señaló que Bruselas avala que no se prohíban los viajes del todo y en su lugar se empleen medidas de control, puesto que la UE "no se puede permitir la disrupción de los viajes esenciales, las cadenas productivas y la distribución de vacunas".

Por otro lado, la Comisión propuso en lo que respecta a llegadas desde el exterior de la Unión y en caso de que el desplazamiento sea "esencial", se exija a los nacionales no europeos una prueba PCR negativa antes de viajar.

Europa, hasta el cierre de esta edición, totalizaba 29.112.008 contagios y 667.950 muertes.

EE.UU. RESTRINGE VUELOS

El presidente Joe Biden restableció la prohibición de entrada al país de personas de Brasil, Irlanda, Reino Unido y otros 26 países europeos para evitar la propagación del coronavirus. Además, Sudáfrica fue incluida en la lista debido a que la nueva variante del virus es distinta a la británica. El epidemiólogo jefe de EE.UU., Anthony Fauci, dijo que la decisión es "prudente".

"Estamos preocupados por esta mutación. Es diferente, más nociva que la detectada en Reino Unido y creo que es prudente restringirles la entrada al país de personas que no son ciudadanos", añadió. A pasajeros del resto del mundo, se les exige una prueba PCR negativa para entrar a EE.UU., que ayer sumaba 25.724.960 contagios y 429.647 fallecidos, casi la mitad del millón de muertos en América.

NUEVA ZELANDA CONFIRMA CEPA SUDAFRICANA

Las autoridades de Nueva Zelanda confirmaron que la infección local reportada el fin de semana está vinculada a la nueva variante sudafricana, considerada más contagiosa. El ministro para la Respuesta del covid-19, Chris Hipkins, dijo que la secuencia genómica determinó que la paciente, una mujer de 56 años que viajó a España y Holanda por trabajo, contrajo el virus de otro viajero internacional durante su cuarentena obligatoria en un hotel de Auckland. Hipkins recalcó que Nueva Zelanda mantiene cerradas sus fronteras desde marzo, salvo excepciones. El país tiene 2.288 contagios y 25 decesos por coronavirus.

El año pasado la pandemia de covid-19 redujo 8,8% la cantidad de horas de trabajo en el mundo, o el equivalente a 255 millones de empleos, destacó un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que prevé una recuperación "lenta, desigual e incierta" del mercado laboral en 2021.

La pérdida de ingresos provenientes del trabajo en 2020 fue similar, del 8,3%, equivalente a 3,7 billones de dólares o al 4,4% del PIB mundial.

Los 255 millones de empleos "perdidos" (en muchos casos se trató en realidad de reducción de horas de trabajo de personas aún empleadas) suponen un impacto cuatro veces mayor que el provocado por la crisis financiera mundial de 2009, destacó la OIT.

Pese a las altas cifras, la pérdida de horas de trabajo considerada por la OIT para todo 2020 fue inferior a la que calculó en el segundo trimestre del pasado año (400 millones de empleos) y el tercero (casi 500 millones).

"Los indicios de recuperación que vemos son alentadores, pero muy frágiles e inciertos, y cabe recordar que ningún país o grupo puede recuperarse solo", señaló el director de la OIT, Guy Ryder.

Por regiones, América Latina fue la que sufrió una mayor pérdida relativa de horas de trabajo, del 16,2%, equivalente a 39 millones de empleos. Las dos mayores economías de la región, Brasil y México, sufrieron pérdidas del 15 % y el 12,5 % respectivamente.

Norteamérica y Europa vieron caer 9,2% sus horas de trabajo (equivalente a 13 y 30 millones de empleos, respectivamente), y aunque Asia-Pacífico registró un menor porcentaje (7,9%), en términos absolutos fue la zona donde más empleo se perdió (equivalente a 140 millones de trabajados).

El análisis también indica que la pandemia afectó laboralmente más a las mujeres, cuya tasa de ocupación a nivel global se redujo en 5%, mientras la baja para los hombre fue del 3,9%.

8,8% se redujeron las horas de trabajo en todo el mundo como consecuencia de la pandemia de covid-19.