Nuevo ataque incendiario destruye por completo dos viviendas en Quidico
Producto de los reiterados atentados en el lugar, los vecinos de la caleta aseguran que falta resguardo policial y medidas concretas para garantizar su seguridad.
Dos viviendas fueron quemadas en el sector de Quidico -en la comuna de Tirúa- durante la madrugada de ayer, siendo el quinto evento de estas características sólo en este 2021. A su vez, la comunidad se mantiene alerta, pues este sería el ataque incendiario número 56 en la zona, mientras que los actos de violencia se mantienen sin apoyo ni resguardo estatal.
Alrededor de las 01:00 horas de la mañana del día de ayer en la avenida Costanera de Quidico se registraron ruidos y disparos, según vecinos del sector, tras lo cual resultó completamente consumida por las llamas la propiedad ubicada en la zona norte de la caleta.
La vivienda pertenecía a Víctor Fulgeri, quien señaló a Radio Biobío que "a las 1:30 de la madrugada, alrededor de 5 individuos encapuchados rompieron los cercos y procedieron a quemar la casa habitación con bencina y se quemó en su totalidad".
Los sujetos, hasta ahora desconocidos, procedieron luego a incendiar una vivienda en la zona sur de Quidico perteneciente a Gladys Carrasco, quien ya había sido víctima de un ataque similar en septiembre de 2020, registrándose amenazas contra la familia, por lo cual finalmente abandonaron el sector.
El gobernador de la Provincia de Arauco, Óscar Muñoz, sostuvo que las dos casas de veraneo fueron quemadas por "antisociales" y lamentó que estas situaciones generan "inseguridad en los lugareños, en la gente de trabajo (...), pero también termina generando incertidumbre para quienes realizan actividad económica en el sector".
Además, el gobernador explicó que el Laboratorio de Criminalística de Carabineros está llevando a cabo las pericias en el lugar por instrucción del fiscal, a la espera de recabar más antecedentes del hecho.
INSEGURIDAD
Según las opiniones reunidas por el presidente del Comité de Seguridad Ciudadana de Quidico y residente de la localidad, Fernando Fuentealba, la sensación de los vecinos es de desesperanza e impotencia, ya que pese a la cantidad de actos de violencia que se han registrado en la zona no logran ver soluciones. "La inseguridad sigue, estos le disparan a todo lo que se mueve, el nivel de fuego es impresionante", agregó.
"Siguen los atentados como si nada, los tipos andan con una impunidad terrible, se trasladan por el pueblo en autos disparando, gritando, toda la gente asustada, anoche en una de las casas que quemaron si no es por la acción de los propios vecinos que lograron colocar unas planchas, se quema la casa de una vecina de al lado, de una vecina con familia", sostuvo Fuentealba.
Asimismo, el residente sostuvo de forma tajante que "no existe ninguna relación entre las familias a las que les han quemado sus propiedades con alguna forestal o con algún litigio territorial, esto es quemar por quemar".
En este mismo contexto se refirió al declive económico en la zona, puesto que más allá de la pandemia, el turismo es la única actividad que mantenía a Quidico, ya que la pesca y agricultura son trabajos de sobrevivencia. Según Fuentealba, las empresas también se han alejado porque "ninguna quiere instalarse en el sector, porque todos sufren actos de violencia".
FALTA DE COORDINACIÓN
Otro problema que se ha detectado en el lugar es la falta de coordinación de las fuerzas policiales para atender las emergencias del lugar. Fuentealba aseguró que en conversaciones con el delegado de la Macrozona Sur se le explicó que las fuerzas especiales de carabineros se encuentran bajo el mando de un general de La Araucanía, por lo que las órdenes no se pueden dictar desde la Región del Biobío.
También se refirió a la falta de un organismo que pueda entregar respuestas oportunas a la comunidad, pues el retén de Quidico no cuenta con la implementación ni el personal adecuado para enfrentar el complejo escenario que se mantiene en el lugar, indicó. Es por ello, sumó, que en repetidas ocasiones han solicitado que se asigne a la zona al menos dos automóviles blindados para aumentar la seguridad de la comunidad.