Desde que partió la Ley Emilia los fallecidos en accidentes donde hay alcohol aumentaron
Pese a que en los últimos seis años van 85 decesos, desde el Juzgado de Garantía de Talcahuano plantearon que desde que se aplica la legislación han disminuido las causas por delito de manejo en estado de ebriedad causando lesiones graves, gravísimas o muerte.
En 2013 fallecieron 11 personas en accidentes donde hubo presencia de alcohol en la Región del Biobío. Ese fue el año con la cifra más baja de la época. El año siguiente, cerró con 13 fallecidos. Ese 2014, específicamente en septiembre, entró en vigencia la Ley Emilia, normativa que modificó la Ley de Tránsito en lo que se refiere al delito de manejo en estado de ebriedad causando lesiones graves, gravísimos o con resultado de muerte.
Desde entonces a la fecha las cifras no han sido muy auspiciosas, según reconocieron desde la Seremi de Transporte, pues de acuerdo a los datos que maneja la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, Conaset, se ha observado un aumento de fallecidos en emergencias donde hay presencia de alcohol. En los últimos cinco años los decesos han sido 85 y el peor periodo fue 2020, que cerró con 22.
Jaime Aravena, seremi de Transportes, manifestó que si bien la ley era necesario, los cambios de conducta son más lentos, lo que implica que la ley por sí misma no va a impedir que personas que han bebido conduzcan. Por ello, dijo, lo que se requiere es reforzar la fiscalización, materia en la que, según Aravena, están al debe.
No obstante, en tribunales, como el Juzgado de Garantía de Talcahuano, sí se ha visto una disminución de causas por delitos de manejo en estado de ebriedad causando lesiones graves, gravísimas o muerte. Aunque esto no se puede atribuir directamente a la aplicación de la normativa, sí existe una correlación entre la entrada en vigencia y la disminución de casos.
En tribunales
Antonia Flores es magistrada del Juzgado de Garantía de Talcahuano. Por su cargo le ha tocado ver causas donde se ha invocado la Ley Emilia. Esta sanciona con cárcel efectiva de al menos un año a los conductores en estado de ebriedad que generen lesiones graves gravísimas o la muerte.
Además, con esta reforma se establece como delito fugarse del lugar del accidente y negarse a realizar el alcohotest o la alcoholemia.
La jueza indicó que al revisar las estadísticas de su tribunal observó que entre 2010 a 2014 se ingresaron 148 causas por delitos de manejo en estado de ebriedad causando lesiones graves, gravísimas o muerte. Desde el año 2015 al 2020 la cantidad descendió a 62 causas por esos mismos delitos.
Eso sí, expuso Flores, se mantuvieron los ingresos por conducciones en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol causando lesiones simplemente graves, menos graves, daños o sin consecuencias adicionales. Estos ascienden a 3.373 en la década entre 2010 a 2020.
"Si la dictación de la ley 20.770 tuvo un mayor o menor efecto en la disminución de casos judicializados que regula la actual norma, habría que también analizarlo junto a una multiplicidad de factores que influyen en la comisión de ilícitos, como asimismo, con los mecanismos de prevención y control, pues la ley penal actúa únicamente con posterioridad a la comisión del hecho, y para sancionar las conductas más graves que atentan contra bienes jurídicos valiosos", indicó la jueza.
No obstante, expuso que "en cuanto a los fines de la pena, podrán tener una naturaleza de castigo para quien comete el delito (fin retributivo) o servir de desincentivo a otras personas para cometerlos o, dicho en positivo, incentivarlas a mantenerse en cumplimiento de las normas (fin preventivo general), sin perjuicio que además, pueda ser relevante dentro de un proceso de reparación de quienes han perdido a un ser querido por este motivo".
Fiscalizaciones
El seremi de Transportes, Jaime Aravena, expuso que lo más destacable de la ley es que generó sanciones de cárcel donde antes no existían, junto con aumentar las penas.
Mencionó que ese objetivo se cumplió y ahora hay que trabajar más en la labor preventiva y en la fiscalización, porque el objetivo es que no existan conductores con alcohol en las calles para que así tampoco ocurran accidentes por esta causa.
"Hemos conversado para hacer campañas focalizadas en la zona. Eso está considerado dentro de las actividades propias que realizamos", proyectó.
Desde el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, el director regional, Jorge Bastías, mencionó que lo que han visto en las fiscalizaciones es que ha habido una disminución en la cantidad de conductores con alcohol: si antes fluctuaban en el 10% del total de personas fiscalizadas, ahora esa cifra ronda el 3%.
Bastías reconoció que producto de la pandemia el año pasado los controles tuvieron que reducirse, pero dijo que eso es algo que se está analizando, pues "pese a la pandemia, igual se detectan conductores con alcohol".
85 personas han muerto en accidentes de tránsito con presencia de alcohol en la Región entre 2014 y 2020.