Fallecimiento del doctor Carlos Grant
Un fuerte impacto y muestras de profunda solidaridad y condolencias tanto en la Región como en el país ha generado el fallecimiento de quien se desempeñaba como director titular del director del Servicio de Salud Concepción, el doctor Carlos Grant del Río.
Según informó el propio organismo público, el destacado profesional de la salud murió a las 11.15 horas de ayer, mientras se encontraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente, recinto hasta donde fue trasladado el 5 de diciembre, luego de estar internado en la Clínica Biobío una vez que fue diagnosticado con covid-19 el 23 de noviembre.
El profesional de la salud estuvo sometido en las últimas semanas a un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO). Todo esto, derivado de las complicaciones que le causó la enfermedad del coronavirus y que derivaron posteriormente en su fallecimiento.
Según destacó el Ministerio de Salud, el Dr. Grant sumaba más de 30 años de trayectoria en el sector público, desde marzo y en medio de la alerta sanitaria "trabajó de manera incansable, demostrando su espíritu de entrega y vocación de servicio en beneficio de la comunidad".
A su vez, el ministro de Salud, Enrique Paris, resaltó que el director del Servicio de Salud de Concepción fue "un gran médico, gran servidor. Leal a sus principios y convicciones. Luchó hasta el final como lo hacen los grandes hombres. Mis sinceras condolencias a su familia, cercanos, colegas y a quienes trabajaron junto a él".
Además, desempeñó una carrera académica como docente en la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de Concepción, en su especialidad de endocrinología y nutrición.
Es indudable el impacto que una situación como esta genera en nuestra comunidad regional. Y no solo porque se trata de un profesional de una reconocida y valorada trayectoria local, sino también porque el hecho que una de las cerca de 900 víctimas que ha generado el covid-19 en la zona sea precisamente uno de los máximos responsables de hacer frente a la pandemia en la Región.
Esto da cuenta de que el virus no discrimina y puede afectar a cualquiera con graves consecuencias. Más allá de las estadísticas, del acceso que se tenga a tratamientos y el esfuerzo médico por controlar sus consecuencias en cada organismo.
Es el reflejo de la gravedad de la emergencia sanitaria, pero sobre todo de los crudos efectos de su descontrolada expansión, lo que tiene un particular significado para quienes se desempeñan en el área de salud y deben -de acuerdo a su misión- exponerse a un posible contagio con inciertas consecuencias.
Por ello, es importante reconocer cómo el intenso trabajo que profesionales y técnicos del área realizan día a día, a riesgo de tener que vivir situaciones tan dramáticas como enfermar gravemente y, en los casos más terribles, arriesgar la vida por contribuir a frenar el avance de la emergencia y sus nefastas consecuencias.
Por eso, el lamentable fallecimiento del doctor Grant también debe significar un nuevo llamado -especialmente urgente por estos días en que las cifras dan cuenta de un creciente aumento de casos y las consiguientes complicaciones- a reforzar el autocuidado en nuestra zona, por más que haya todavía quienes en una actitud incomprensible intenten bajar el perfil a la gravedad de la emergencia sanitaria o mantengan conductas irresponsables que significan el permanente aumento de estadísticas como los casos activos y los fallecimientos a causa del coronavirus.
Es indudable el impacto que una situación como esta genera en nuestra comunidad regional. Y no solo porque se trata de un profesional de una reconocida trayectoria local, sino también porque es el reflejo de la gravedad de la emergencia sanitaria, pero sobre de los crudos efectos de su descontrolada expansión.