Empleos de menor complejidad sufren los mayores impactos por la pandemia
La baja más crítica corresponde a trabajadores de servicios y vendedores, ocupaciones elementales y personal de apoyo administrativo.
La caída y la recuperación de la ocupación ha tenido diferentes intensidades para los distintos grupos que componen el mercado laboral regional. Así lo ratificó el último Boletín Laboral del Centro de Economía y Política Regional (CEPR) de la Universidad Adolfo Ibáñez, producto elaborado con el apoyo del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes) y con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) correspondientes al trimestre móvil septiembre-noviembre.
En esta ocasión, el informe llegó a la conclusión de que los trabajadores empleados en plazas de menor complejidad son los más afectados por la crisis. Mientras directores, gerentes y administradores -cargos con un alto nivel educacional- muestran un crecimiento pese a la emergencia, los trabajadores de servicios y vendedores, las ocupaciones elementales y el personal de apoyo administrativo presentan una contracción media alta durante los meses de pandemia y que varía entre un 20% y 30%.
"Dichos grupos han pasado por una serie de altibajos a lo largo de la pandemia, aunque actualmente también se acercan a los niveles de ocupación existentes al momento de la llegada del covid-19 al país", plantearon desde el CEPR.
Este grupo ocupa el último lugar en el escalafón luego de los profesionales de nivel medio, los operadores de instalaciones y los trabajadores de animales y las tierras (10%-20%), y los profesionales y científicos, y los artesanos y operadores de oficios (0%-10%).
RECUPERACIÓN LENTA
En cuanto a los niveles de reactivación, el análisis del CEPR estableció que si bien todos los sectores disminuyeron sus horas efectivas trabajadas en el último año, la recuperación no ha sido igual para todos.
Aquellos niveles ligados a quienes poseen educación universitaria, por ejemplo, iniciaron su mejoría durante el trimestre marzo-mayo, llegando a 41 horas en el trimestre en estudio. A diferencia de ellos, el resto de trabajadores todavía se encuentran bajo las 38 horas efectivas en el trimestre septiembre-noviembre. Aquí asoman las personas que se dedican a tareas simples, operativas y complejas-técnicas.
"A través de estos resultados podemos corroborar lo que hemos señalado tanto a lo largo de este boletín como en ediciones anteriores: las y los trabajadores con un menor nivel educacional han sido los más afectados. Por ello, se hace urgente otorgarles las herramientas necesarias para poder enfrentar los embates de dicha crisis y salir de ella lo antes posible", remarcaron los autores del documento.
NUEVOS PERFILES
Consultado por la situación de los grupos más afectados, el director regional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), Óscar Aliaga, sostuvo que el perfeccionamiento es vital en estos momentos debido a que los empleos repetitivos o los puestos que involucran menor grado de conocimiento irán cada vez más a la baja, especialmente después de una emergencia como la que se vive en estos momentos.
"Actualmente, por ejemplo, los vendedores se están valorando mucho cuando hacen cursos de capacitación, como vendedores en línea, como vendedores de atención telefónica o como asistentes remotos (…) Aquellos que hacían asistencia personal hoy lo pueden hacer digitalmente, pero para eso hay que adquirir herramientas específicas", planteó.
El directivo regional agregó que de aquí en adelante será importante que exista una preocupación por fortalecer los perfiles curriculares con habilidades específicas, lo que llevará de paso a una transformación del sistema educacional.
Según Aliaga, la idea es que los cursos destinados a estos oficios y profesiones sean más cortos e intensivos dentro de las aulas, "y eso ya se está viendo a nivel internacional".
Junto con lo anterior, el director del Sence Biobío acotó que este proceso irá acompañado con la inclusión de mayores componentes que inviten a la transformación digital y a la automatización.