Joven penquista necesita donante de células madre para combatir leucemia
Joaquín Sánchez tiene 18 años y hace unos dos meses le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. Se sometió a quimioterapia y está en recuperación.
No fumaba, no tomaba alcohol, mantenía una vida sana y sin indicios que hicieran presagiar la leucemia linfoblástica aguda (LLA) con la que hoy lucha día a día en una constante batalla y de la que solo un donante compatible puede salvarle la vida.
Joaquín Sánchez, un joven de 18 años oriundo de Concepción que, de no ser por el cáncer que le diagnosticaron hace aproximados dos meses, hoy se estaría preparando para las Pruebas de Transición para la admisión Universitaria (PTU).
"Los primeros síntomas que tuvo fue en septiembre, estábamos almorzando y se paró de golpe al baño a vomitar, lo que nos llamó la atención, ya que además nos percatamos que también tenía fiebre y pensamos que tenía covid", contó el padre del joven, Pablo Sánchez.
Esta primera alerta los hizo acudir de inmediato a la Clínica Universitaria, donde le hicieron el PCR, examen que descartó contagio por coronavirus. "Entonces lo estabilizaron, le dieron suero, medicamento para las náuseas y nos devolvimos a la casa", añadió Pablo.
Tras pasar un fin de semana en casa, los padres de Joaquín notaban que su condición no mejoraba, seguía con fiebre y esto los preocupaba cada vez más. Decidieron asistir nuevamente a la clínica, donde esta vez le realizaron más exámenes. Fue en este momento en que descubrieron que los órganos internos del joven estaban inflamados, el diagnóstico aún no era preciso y tras pasar una semana hospitalizado, señalaron que se había contagiado de mononucleosis, también conocida como la "enfermedad del beso" y que entre sus síntomas se encuentra la fatiga, dolor de garganta, fiebre, inflamación de ganglios linfáticos en el cuello y las axilas.
Este diagnóstico no convenció al hematólogo Mauricio Henríquez, quien insistió en realizar una punción lumbar para extraer la muestra que finalmente revelaría la verdadera afección que sufría Joaquín.
Desde DKMS, fundación internacional sin fines de lucro dedicada a la lucha contra los diferentes tipos de cáncer de la sangre y otros trastornos sanguíneos, explican en su web que, en un cuerpo sano, los linfoblastos, se convierten en uno de los tres tipos de linfocitos (glóbulos blancos) que se encargan de producir anticuerpos, atacar a las células cancerosas y a los virus. En el caso de un paciente diagnosticado con LLA, se produce un aumento anormal de linfoblastos que no evolucionan a glóbulos blancos y que comienzan a ocupar el espacio y a desplazar las células normales de la médula ósea, ocasionando así, una disminución de glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos normales, lo que a su vez, se traduce en anemia, posibles sangrados e infecciones, una condición para la que el trasplante de células madre es la única opción para sobrevivir.
Tanto el padre como el hermano mayor de Joaquín son compatibles con él, sin embargo, son los anticuerpos de ellos los que hacen imposible un trasplante, ya que el cuerpo del joven rechazaría las células madre de sus familiares y podría morir en el proceso, según informó su padre.
Cuando Joaquín llegó a la clínica, los primeros exámenes evidenciaron que tenía un 80% de su sangre contaminada por células tumorales, su padre señaló que, tras realizarle quimioterapia en una primera fase de lunes a viernes por 35 días, en los primeros 15 días las células tumorales bajaron de un 80% a un 9%, a los 30 días bajaron hasta los 0,4% y ahora, en la última citometría, Joaquín no presenta ninguna célula cancerígena en su cuerpo.
Esto no significa que su cuerpo está sano, de hecho, es precisamente en este momento en el que debiese recibir un trasplante, ya que no presenta ninguna célula cancerígena que pueda contaminar las células madre de la donación que le llegue. "Si recibiese su donante ahora, tendríamos que trasladarlo a la Clínica Universidad Católica en Santiago y ahí las células madre del donante serían trasplantadas directamente a la medula de Joaquín. En cosa de dos meses aproximadamente, mi hijo podría volver a vivir con normalidad su vida, recuperándose poco a poco", informó Pablo Sánchez.
Por ello la familia está abocada a la campaña de DKMS, ya que ahí es donde más probabilidades existen de encontrar un gemelo genético para Joaquín.
Cómo es el proceso para ser donante
A través de la página web de DKMS se puede realizar todo el proceso para ser donante.
En caso de ser apto para donar se pedirán los datos de domicilio para que desde la fundación le haga llegar un kit que constará de unos cotones que se usan para extraer muestras de saliva. Esto se envía a la fundación, sin costo de envío y DKMS se encarga de analizar los datos y subirlos a un banco mundial para identificar si se es compatible como donante con cualquier persona.
La extracción de células madre consta de dos formas, la primera es de forma "periférica", este proceso significa que al donante por 5 días se le suministra un factor de crecimiento G-CSF, esto ayuda a que la producción de células madre en el torrente sanguíneo sea mucho mayor para que luego sean extraídas directamente en un proceso que dura aproximadamente de 4 a 8 horas.
La segunda opción es una extracción de médula ósea. Una solución que, para quien decida ser donante, no significaría costo alguno ya que la fundación DKMS se encargaría de todos, incluso si debiese pedir permiso en su trabajo, ellos se encargan de hablar con el empleador y cubrir todo.