Casi 10 mil personas viven en tomas generadas durante la pandemia
Los asentamientos irregulares se generaron en 12 comunas de la Región y están vinculados a problemas económicos por la crisis sanitaria. Vivienda hará un catastro para ver cuántas familias pueden acceder a algún beneficio de la cartera.
Casi 10 mil personas están viviendo en tomas de terreno que surgieron este año asociadas a los efectos de la pandemia. Ese es el dato preliminar que tiene la Seremi de Vivienda y que llevará a la repartición, durante el mes de enero, a hacer un catastro de las familias que viven en alguno de los 63 asentamientos irregulares detectados en la Región.
El seremi Sebastián Abudoj mencionó que los municipios les enviaron información sobre las ocupaciones que se generaron este año. En total hay casi 4 mil hogares involucrados y 9 mil 722 personas.
"Lamentamos la situación de las personas que han tenido que irse a las tomas por problemas económicos generados por la pandemia", expuso el seremi.
Agregó que con el catastro que iniciarán en las próximas semanas esperan determinar qué porcentaje de las familias son hábiles para postular a alguno de los subsidios que la cartera tiene disponibles y así poder mejorar su situación habitacional.
Panorama local
En 12 comunas de la Región surgieron estos asentamientos que pueden vincularse al efecto de la pandemia. La mitad de ellas están ubicadas en la provincia de Concepción.
Lota y Talcahuano son las comunas que, según el catastro preliminar de Vivienda, tienen mayor cantidad de tomas y, por ende, de hogares y personas involucradas. En cada una hay 16 tomas. En el caso de la excomuna minera son 1.254 hogares y en el puerto, 1.003.
Otra comuna con un gran número de personas en este tipo de asentamientos es Coronel. Allí hay 762 hogares irregulares donde viven, en total, mil 807 personas. Son ocho campamentos.
Boris Chamorro, alcalde de este territorio, mencionó que los datos que ellos manejan son un poco diferentes. Según sus registros, son tres los asentamientos que se generaron este año.
"Las personas tuvieron que conformar estas tomas irregulares por los problemas económicos generados durante la pandemia. Muchos de ellos se quedaron sin trabajo y perdieron sus fuentes de ingreso para pagar arriendos. Los que pudieron se fueron a vivir de allegados, pero otros no tuvieron más alternativa que ocupar terrenos de forma irregular", manifestó.
Añadió que estas poblaciones surgieron en sectores nuevos, que no habían sido utilizados antes, en terrenos que pertenecen a privados. En ese sentido, planteó que las inmobiliarias han contribuido a este problema al adquirir paños de terreno que luego no son utilizados.
Catastro
El seremi de Vivienda, Sebastián Abudoj, contó que ahora en enero iniciarán el catastro de las familias que habitan en asentamientos irregulares. El trabajo se hará en conjunto con los municipios, anunció, ya que son los más cercanos a los vecinos.
El alcalde de Coronel, Boris Chamorro, mencionó que están disponibles para hacer este trabajo, pues ya habían solicitado al subsecretario de Vivienda, Guillermo Rolando -con quien tuvieron una reunión hace unos días- que se hiciera cargo de esta situación.
Abudoj explicó que el catastro consistirá en tomar los datos de las familias para luego verificar cuántas de ellas pueden acceder a algún subsidio de vivienda, ya sea de arriendo o para adquirir una propiedad.
Eso sí, aclaró que ambas cosas no están vinculadas: "El catastro es necesario para que podamos dimensionar qué está pasando en las tomas y distinguir a las personas hábiles de subsidio. En ningún caso la toma se va a constituir en un pase directo a un subsidio o un proyecto habitacional. Los vamos a orientar para que puedan postular a los llamados generales".
Una alternativa, por ejemplo, será generar comités de vivienda.
Tomas v/s campamentos
El seremi aclaró que las tomas identificadas son aparte de los campamentos históricos que han surgido en distintas comunas de Biobío.
"El programa Campamentos de nuestro ministerio hoy está atendiendo a 130 campamentos históricos a través de estrategias de radicación o erradicación según sus condiciones. Estas son tomas que se han producido durante este año, adicionales y distintas a los campamentos", indicó.
Remarcó que si bien entienden que estos asentamientos responden a las complejidades económicas por la pandemia, se trata de ocupaciones ilegales con las que no están de acuerdo.
Por ello, aclaró que "no hemos realizado ni vamos a realizar intervenciones urbanas en los terrenos tomados, que en su mayoría son terrenos privados, que están en zonas de riesgo, terrenos con malas condiciones de suelo, por tanto sería muy difícil poder desarrollar proyectos habitacionales en esos terrenos".
La forma en la que Vivienda se hará cargo es a través de este catastro, que permita a las familia postular a algún beneficio, pero por la vía regular. "En ningún caso la toma se va a constituir en un pase directo a un subsidio o un proyecto habitacional", remarcó Abudoj.