Profesional acusada de fraude tramitó 2 mil bonos por atenciones que no hizo
La imputada, de 36 años, usó datos personales propios y de 66 usuarios para apropiarse de dineros por prestaciones que nunca realizó. Su hermano también fue formalizado.
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Paulina Carrasco Godoy tenía poco más de 2 millones de pesos en su cartera cuando fue detenida en su domicilio en Concepción. Era parte del efectivo que le quedaba y que logró sacar de sus cuentas antes que estas fueran congeladas, pues se le investiga por fraude al fisco y lavado de activos.
El viernes 11 de diciembre funcionarios de la Policía de Investigaciones la fueron a buscar. La Fiscalía logró reunir antecedentes necesarios para que un juez autorizara la captura de la profesional que logró recibir poco más de 5.105 millones de pesos desde el Fondo Nacional de Salud, Fonasa. Su formalización se realizó el 12 de diciembre. En la audiencia también se formalizó a uno de sus hermanos, David, quien fue detenido en su domicilio de La Serena.
La médica cirujanao logró burlar el sistema de Fonasa para emitir bonos y logró comprar, a nombre de 66 pacientes, 14.220 documentos por concepto de 1.560.219 procedimientos en un lapso de siete meses. Además, la imputada emitió 7.240 bonos por concepto de 71.310 prestaciones registrándose ella como beneficiaria y prestadora a la vez. Eso da un total de 21.460 bonos por 1.631.529 prestaciones no realizadas
La Fiscalía tendrá seis meses para afinar los antecedentes para explicar cómo esta mujer obtuvo los dineros que representan un perjuicio a las arcas fiscales y que trató de blanquear a través de la diversificación de fondos en cuentas de distintos bancos y la adquisición de vehículos.
Trampa al sistema
La imputada tiene 36 años recién cumplidos. Nació en Talcahuano, estudió en el liceo A-21 y se tituló de médico cirujano de la Universidad de Concepción en 2009, según la información de su página de Facebook.
Atendía en varios centros médicos de Concepción y a través de plataformas virtuales también.
Desde octubre de 2010 estaba suscrita para prestar atención a usuarios de Fonasa, aunque el convenio fue suspendido por un tiempo y reactivado en octubre de 2014.
Fue el año pasado, en diciembre, que descubrió que podía acceder al sistema Front Prestador con los datos de sus usuarios. Sólo requería el número de serie de la cédula de identidad del paciente. Entonces, comenzó a confeccionar sus propias fichas. Al momento de atender al paciente le pedía sus datos, como edad, número de RUT y también el número de serie de su cédula. Lo anotaba en un cuaderno que fue incautado durante las diligencias y que hoy es parte de las pruebas de la investigación.
Con esos datos logró acceder al sistema y comprar bonos de atención con ella a nombre de 66 pacientes. Ninguno de ellos tenía conocimiento de lo ocurrido, según se constató en la indagatoria inicial, comentó la fiscal regional Marcela Cartagena.
Carrasco probó todas las combinaciones posibles. Fue así que, según se informó en la formalización, emitió 1.443 bonos a nombre de una misma paciente. Esa fue la cantidad de atenciones más alta, las que están asociadas a 13 mil 637 procedimientos. Sin embargo, no es la cifra más alta de prestaciones. Hubo otra persona que figura con 468.852. Si el monto se divide por la cantidad de bonos, da un promedio de 340 procedimientos por atención.
Pero no fue la cantidad de atenciones por paciente, sino las cifras percibidas y depositadas en las cuentas de la médico lo que llamó la atención de la Unidad de Análisis Financiero, UAF, que el 10 de julio de este año alertó a la Fiscalía. Eso, aclaró la fiscal Cartagena, fue el hito de inicio de la investigación. En ese momento se congelaron sus activos y ya no pudo mover más dinero de sus cuentas.
Movimientos y propiedades
Las arcas de Paulina Carrasco comenzaron a abultarse. Necesitaba hacer algo. Lo primero fue abrir cuentas en varios bancos.
Tenía dos cuentas vista. En una guardaba $5.073.948.725 y en otra $1.614.716. También tenía una cuenta de ahorro, que registraba $30.168.729. Para "blanquear" los fondos, como consignó la Fiscalía en la formalización, comenzó a mover los dineros hacia otros productos bancarios y también depositó dineros a sus dos hermanos, Daniel y David. Sin embargo, sólo este último fue formalizado, ya que aunque el primero también recibió dinero, por el momento no se encontraron pruebas para vincularlo.
La fiscal Cartagena explicó que hay pruebas de audio y mensajes que consignan que él conocía el origen ilícito de estos recursos que recibió en su cuenta y que utilizó para comprar una camioneta de 30 millones de pesos. Ese fue uno de los 10 vehículos que adquirió, la mayoría de ellos tipo station wagon. En total gastó $245 millones.
Además, entre marzo y junio de este año abrió cuatro cuentas de ahorro a nombre de sus dos hijos, ambos menores de edad, a las que transfirió $2.965 millones.
Otra fórmula fue deshacerse del dinero a través de la donación a fundaciones. Destinó 381 millones de pesos a 18 instituciones benéficas.
Lo que sigue
La fiscal regional Marcela Cartagena contó que la formalización del 12 de diciembre fue un trabajo de la Unidad Especializada en Lavado de dinero, Delitos Económicos y Crimen Organizado (Ulddeco) y de la Unidad Especializada en Anticorrupción (Unac), quienes realizaron las primeras pericias con dos brigadas especializadas de la PDI.
Lo que queda para los seis meses de investigación que fijó el tribunal es realizar más pericias y hacer el análisis fino de los movimientos contables de la médica. ¿Habrá más formalizaciones? "No lo descarto", respondió la fiscal regional.
La fiscalía está revisando los antecedentes contables y tiene pericias pendientes. No descartaron más formalizaciones.