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Herramientas buscan favorecer la rehabilitación y reinserción socio-laboral

Alianza local desarrolla dispositivos digitales para personas no videntes

El desarrollo de lápices para la escritura en braille digital y elementos que permiten el dibujo de manera computarizada son algunos de los mecanismos de la tecnología asistida.
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Por Diana Aros Aros

Desarrollar tecnologías inclusivas es el objetivo que tanto la Corporación de Ayuda al Limitado Visual (Coalivi) y la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) tienen en común, elaborando diferentes dispositivos de ayuda al limitado visual y a discapacidades motoras.

Estas tecnologías estás orientadas a la educación, rehabilitación y reinserción socio-laboral para las personas en situación de discapacidad, creando diferentes objetos, metodologías y equipamientos para lograr disminuir las limitaciones, especificando el funcionamiento de cada una de ellas.

Por esta razón, es que Concepción se ha vuelto una cuna de desarrollo tecnológico para facilitar el trabajo y estudio de personas con discapacidad, apoyándose en diferentes avances como un lápiz que traduce el braille a texto normal y herramientas de dibujo digital.

El director del Centro de Educación y Rehabilitación Integral Coalivi, Patricio Parada Ceballos, comentó que estos avances significan una reducción considerable de las limitaciones en las diferentes áreas. "La idea es que todas estas tecnologías, llamadas asistivas, signifiquen una normalización para las personas en situación de discapacidad".

DESARROLLO TECNOLÓGICO

Las diferentes herramientas desarrolladas tienen sus bases en la facilitación de tareas cotidianas como la realización de trámites, mayor posibilidad de trabajar y estudiar.

El lápiz que digitaliza el braille es un mecanismo que ha prestado una gran utilidad para personas en situación de discapacidad, para la ejecución de diferentes actividades.

Eduardo Arriagada Carrasco, académico de la Facultad de Ingeniería de la UCSC y creador de este lápiz digital explicó que "lo que hace este dispositivo de escritura es almacenar la información a través de pulsaciones o sonidos, transformando dicha información en un texto estándar para computadores o celulares".

El académico también señaló que "para los niños es una herramienta muy útil de trabajo, que les permite desarrollar el braille en los colegios en vez de utilizar máquinas ruidosas. Sólo basta este dispositivo de escritura para almacenar la información requerida".

Esta tecnología también facilita los procesos de aprendizaje, ya que la barrera que existe para interpretar el braille es alta en los centros educacionales, por lo que esta digitalización de escritura otorga una mayor fluidez comunicacional entre un estudiante no vidente y sus profesores.

Además de la creación de este lápiz, Arriagada trabaja en conjunto con la UCSC en un prototipo de tableta de dibujo digital. "La idea de la digitalización del dibujo es lograr a futuro que las personas con limitaciones puedan manejar maquinaria industrial y que sea una herramienta de reinserción laboral", explicó el académico.

Dichos dispositivos son distribuidos por Noteikin, empresa penquista que se dedica a la fabricación de tecnologías innovadoras que promueven la inclusión en la educación, en el ámbito laboral y el emprendimiento.

Al respecto, Arriagada, quien es ingeniero civil Industrial de profesión, enfatizó que "el proceso más importante de esto es entender esta tecnología porque es algo nuevo. Existe en Estados Unidos y algunos lugares de Europa, pero en nuestro país recién está siendo adoptada en algunos lugares".

INCLUSIÓN SOCIAL

Si bien ya existían algunas herramientas que permiten el desarrollo educativo y laboral para personas en situación de discapacidad, tienen un costo muy elevado y muchas veces estos dispositivos no son financiados por empleadores para trabajadores con alguna limitación.

Arriagada fue claro en decir que "el conocimiento está, el equipo de trabajo está, las personas quieren usar estas tecnologías, pero lo más difícil es la educación, el cambio cultural, concientizar a las personas con estas tecnologías para poder habilitarlas en aspectos laborales o educacionales".

El director de Coalivi, Patricio Parada Ceballos, comentó que "en la institución recibimos alrededor de 350 personas en los distintos programas, pero aún debemos trabajar en la inserción de todas estas tecnologías, que a veces sí están, pero todos deben aprender a convivir con ellas".

Arriagada además agregó que "nos falta mucho camino por recorrer como sociedad, entender que todos somos personas y que podemos, y que las condiciones que existen son naturales y eso no nos puede impedir ejercer algo".

Tanto Parada como Arriagada continúan trabajando en la inclusión laboral y social, desarrollando mecanismos que puedan terminar con la brecha existente para las personas en situación de discapacidad.

Falta reconocimiento a comidas nacionales

Chile y China mantienen pendiente el puente en cultura gastronómica

Hay quienes sostienen que las sopaipillas se venderían bien en el gigante asiático, aunque no almuerzos típicos como el charquicán o la cazuela.
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Pese al medio siglo de relaciones políticas, comerciales y culturales, Chile y China todavía no consolidan sus lazos gastronómicos, un terreno aún pendiente para explorar, ya que la cocina chilena aún no consigue ser reconocida por los habitantes del gigante asiático.

Al ser consultado por la agencia de noticias Efe sobre cuántos restaurantes chilenos hay en China, el chef Francisco Araya respondió, entre risas, "diría que cero", porque "Chile no tiene una cocina reconocida a nivel mundial", como Perú, cuya gastronomía cuenta además con evidentes vínculos con el país del sol naciente.

Araya, quien consiguió una estrella Michelin durante su estadía en Japón, explicó que "los que conocen de comida chilena acá son chinos que han viajado a Chile", pese a que, reconoció, la comida es un "plus" en las relaciones internacionales, como es el caso de la centolla: "A los chinos les encanta, y acá es carísimo. Cuando vas al sur de Chile y ves que puedes comprarla fresca por una fracción del precio, atrae mucho".

ASADO MÁS QUE CAZUELA

Los chinos, detalló Araya, también disfrutan mucho del asado, no sólo porque "les encanta la carne" sino también por el sentido comunitario, idéntico al del "hot pot: sentarte con un grupo de gente y bromear, beber, comer".

Este deseo de convivencia también juega en contra de algunos platos chilenos como la cazuela: aparte de que los chinos "no son de platos tan pesados como nosotros", apuntó el chef, "si no son platos para compartir también les choca un poco".

"Un charquicán no funcionaría, y yo tengo que ser consecuente con el mercado. No lo pondría en un menú", concluyó el cocinero.

En esta idea coincidió Arturo Sims, restaurador y consultor chileno residente en Hong Kong, quien dijo soñar con abrir allá un restaurante de comida chilena: "Claro que hay mercado. Pero hay que comprender el paladar y la cocina local".

Para Sims, la principal similitud está en las sopas, aunque otros platos que podrían venderse bien en China son las sopaipillas o algunos postres, aunque ninguno con manjar, porque es "demasiado dulce".

"En ciudades grandes, con mucha cultura internacional, sí se podrían colocar cosas más auténticas, si no, tienes que adaptarlas. Sobre todo la presentación: si el plato no es bonito, no van a pedirlo. Por eso, las humitas no funcionarían", sentenció el restaurador.

CON TINTO

Sims ha trabajado en cientos de proyectos en China, llegando a la conclusión de que tanto la china como la chilena "son cocinas de origen pobre" debido a que, históricamente, en ambos países "no había gente con mucha plata".

Sin embargo, en el Chile actual, explicó Araya, ya se han incorporado ingredientes como tofu o diente de dragón, por "la imagen de que los salteados chinos son más sanos", junto con que los restaurantes chinos en Chile ya sirven una versión "a la china" de la empanada de queso con camarón.

El cocinero también observó lazos entre los pescados en sopa de Ningbo (este) y del sur de Chile, aunque en Asia "usan jengibre, soya, un poco de vinagre, y nosotros usaríamos limón y sal". Esta similitud, a su juicio, también se da entre los "dumplings" (masas, a veces rellenas, cocidas al vapor) chinos y las empanadas, aunque en esta dicotomía destaca el maridaje con un cabernet sauvignon.

Araya celebró, asimismo, que en China "se ve vino chileno por todas partes", pero las dudas sobrevienen para encontrar brebajes apropiados ante cocinas más picantes, como la de Sichuan, donde convendría "quizás un vino más ligero como un pinot, o un blanco más potente".

Al respecto, Dominic Cheng, vicepresidente de la Cámara Chileno China de Comercio en Hong Kong, planteó sus propuestas: vinos blancos, como el chardonnay, para acompañar mariscos; y tintos como el carménère, para el pescado frito, o pinot noir, para servir junto a un pollo con verduras y salsa agridulce de melocotón.