Red Danza Biobío: un trabajo de protección en medio de la pandemia
Articulados en mayo del año pasado, la red realiza una labor colaborativa y de carácter horizontal en su organización.
Por Nicolás Martínez Ramírez
Dentro de las artes escénicas, la danza juega un rol fundamental -muchas veces poco valorado- para el desarrollo integral de las personas.
Relacionada íntegramente con elementos socioculturales, antropológicos, estudios de género o somáticos, lo cierto es que la danza cuenta con amplia presencia en la zona, desde hace más de tres décadas, con diferentes disciplinas.
Con la utilización de espacios públicos para su desarrollo, ha sido parte inseparable del quehacer diario de la ciudad durante los últimos años.
Es así que, en mayo de 2019, comienza a articularse la Red Danza Biobío (Rdbb) buscando resguardar los derechos laborales de los trabajadoras de la disciplina. Todo con enfoques claros de trabajo: feminista, comunitario, de género y de derecho.
Conformada por entre 30 y 40 miembros, la entidad está integrada por personas que se dedican a la docencia, investigación, producción, gestión, creación e interpretación de la danza en sus distintos estilos, siempre obedeciendo a una organización que definen de carácter horizontal.
De acuerdo a la entidad, consideran necesario instalar y acentuar las reflexiones desde la propia perspectiva de los trabajadoras de la danza, "por sobre las instaladas por el modelo actual y evidenciar la clara lejanía que las instituciones del Estado tienen de la realidad como trabajadores de la cultura, y cómo esta ha desembocado en una mala gestión de soluciones a las problemáticas actuales".
TRABAJO EN PANDEMIA
Al igual que en todas las asociaciones culturales, la planificación de este 2020 debió modificarse conforme avanzaba la pandemia y sus respectivas medidas sanitarias.
Para este año, los objetivos eran claros. Abocarse a la elaboración de los estatutos para la conformación de un sindicato y dedicarse a la producción de la segunda versión de "Avivar la llama", encuentro de danza en la calle, con el fin de conmemorar el Día de la Danza, el 29 de abril.
El cambio, en este caso, ha ido el de levantar campañas de ayuda económica en beneficio de sus integrantes, fuertemente golpeados por las consecuencias de la pandemia.
"A pesar del difícil contexto que vivimos, dado que nuestra disciplina es esencialmente un arte viva, este período nos ha permitido reunirnos de manera más frecuente y remota para trabajar activamente en iniciativas que fomenten la presencia de la Danza en la sociedad como el Perfil de Artistas Educadores de la Danza, el Catálogo de Educadores de la Danza y el Festival Escénika de Balmaceda Arte Joven Biobío", señalaron.
Al mismo tiempo, también han podido fortalecer el aprendizaje y autoformación en torno a la organización independiente.
El trabajo que se ha desarrollado también de forma paralela al movimiento social también ha continuado y, actualmente, trabajan en la conformación legal del sindicado y el impulso de una campaña que cuestiona el rol que ha desempeñado la actual ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
-¿Cómo han podido hacer frente a la pandemia?
-Ante la ineficiente respuesta del gobierno y la falta de visión de las autoridades de cultura, una de las primeras acciones generadas por la Rdbb en marzo fue la elaboración de un catastro levantado por la Comisión Técnica, contestado por un total de 116 trabajadores de la danza de la Región. Con los resultados y para amortiguar el estado crítico de los trabajadores se organizaron acciones como un fondo solidario para recaudar dinero, acopio de alimentos perecibles y no perecibles y la gestión directa de la comisión de Buen Vivir, con encargados de cultura de distintos municipios del Gran Concepción, para solicitar canastas familiares. En julio, organizamos una rifa con premios donados, cuyo monto recaudado fue distribuido entre los trabajadores más afectados.
-Considerando que la danza es un arte expresivo, donde la presencialidad es muy importante, ¿cómo ven el presente de la danza en la zona y cómo evalúan lo que viene por delante?
- Aquellos docentes que se encuentran actualmente impartiendo clases virtuales de danza -en sus diversos estilos, formatos y plataformas- coinciden en que el encierro ha brindado un espacio de consciencia, bienestar y comunidad entre quienes realizan las prácticas y quienes las toman. De igual manera que se ha tenido que realizar una reformulación metodológica, es decir no todo se puede enseñar a través de una pantalla, ni de la misma forma, pero la posibilidad de movernos en nuestras casas, ha hecho que muchas personas se desprendan de la vergüenza y despierten aquello que estaba dormido. Sin lugar a dudas, la virtualidad no va a reemplazar -bajo ninguna circunstancia, a la presencia de nuestros cuerpos- pero sí podemos prepararnos para cuando eso suceda. Nos parece necesario que los encuentros en parques, plazas, teatros, se vayan recuperando, siguiendo los protocolos ya establecidos, pero sin temor. El arte como derecho debe garantizarse por el Estado y esto se materializa en un cambio constitucional.
Actualmente, la entidad trabaja en la conformación de un sindicato de trabajadores de la danza, a través de la elaboración de sus estatutos.