Casa del Arte de la UdeC inicia inédito plan para restauración del edificio
Distintos especialistas en patrimonio, así como ingenieros, ceramistas y arquitectos, participan en el proyecto enfocado en la fachada del inmueble, financiado por el Fondo de Patrimonio Cultural 2019.
La Casa del Arte José Clemente Orozco, de UdeC, es una de las construcciones más emblemáticas no solo de la casa de estudios, sino de la ciudad y la Región. De silueta con evocaciones a las pirámides maya, este gran volumen pétreo, construido gracias al aporte del gobierno mexicano para el terremoto de 1960, resguarda el imponente Mural Presencia de América Latina, además de una importante colección de obras de arte.
A más de cinco décadas de su construcción, los mosaicos que revisten los muros exteriores de inmueble presentan visibles deterioros; su pérdida afectaría negativamente los valores artísticos del inmueble, cuya arquitectura, fiel exponente del Movimiento Moderno, considera los revestimientos de mosaicos cerámicos o vítreos, parte fundamental de su esencia.
El material utilizado originalmente ya no se fabrica, por lo que, para restaurar los muros a su condición inicial, se postuló a financiamiento del Fondo de Patrimonio Cultural, del Servicio Nacional de Patrimonio, que en 2019 tuvo su primera convocatoria.
La propuesta, presentada por la Dirección de Servicios junto con la Unidad de Patrimonio de la casa de estudios, busca conservar y poner en valor el diseño, interviniendo específicamente el sector revestido en mosaicos de gres cerámico. Para ello, se conformó un equipo compuesto, además de los especialistas de las unidades respectivas, por una ceramista del departamento de Artes Plásticas, e ingenieros en materiales, de la Facultad de Ingeniería, quienes aportan en el proceso de diseño y caracterización física/química de los materiales.
Alejandro Tudela, director de Servicios UdeC, cuenta que la iniciativa se alinea con la necesidad de una adecuada restauración y conservación de los activos patrimoniales universitarios, tema que debe ser internalizado y puesto en marcha por la Universidad.
LOS MATERIALES
Tudela destaca lo innovador de la misma, principalmente, porque involucra un trabajo mancomunado de varias disciplinas. "Reconstruir los cerámicos implica un estudio de sus propiedades químicas, reconstituir las mezclas originales, generar moldes y fabricación, al menos a nivel de prototipos, previo a su producción", sostiene.
"La restauración de las grandes superficies verticales y horizontales requiere el concurso de profesionales de arquitectura, ingeniería y especialistas en patrimonio", acota el representante de la U.
La colaboración entre distintas especialidades y unidades también es algo que destaca Javier Ramírez, jefe de la Unidad de Patrimonio. "La gestión del patrimonio universitario, a través de estas colaboraciones especializadas, permitirá formar un recurso humano experto en materia de restauración de cerámicos", indica.
El proyecto consiste en intervenir la fachada norponiente de la Casa del Arte, en su piso, cielo y muros. Estos últimos están revestidos por dos tipos de cerámicos: uno de ellos del tipo veneciano, propio de los años 60 del siglo XX, y corresponde a teselas de 20 x 20 mm. El otro es de confección única, de 50 x 115 mm, y corresponde a una pieza rectangular, de superficie lisa, con un pliegue ligeramente curvo que la cruza en diagonal.
Para conocer la materialidad de los cerámicos en su composición original y poder contar con una ficha técnica de los materiales, la que hoy no existe, se solicitó una caracterización fisicoquímica, mediante ensayos de rayos X (DRX y FRX), al laboratorio del Instituto de Geología Económica Aplicada (GEA) de la misma UdeC. La difracción de rayos X (DRX) es una técnica que permite obtener información a escala atómica de materiales tanto cristalinos como no cristalinos. La fluorescencia de rayos X (FRX), permite determinar su composición mineralógica.
Christopher Salvo, investigador colaborador del Laboratorio de Cerámicos Avanzados y Nanotecnologías de la entidad educacional y académico de Ingeniería Mecánica de la UBB, señala que los análisis permitieron identificar que la masa de fondo de ambos cerámicos está compuesta por cuarzo, mullita sintética, óxido de aluminio y potasio y calcita. "La mullita es un silicato comúnmente utilizado para la fabricación de cerámicas", apunta.
Los esmaltes presentaron diferentes composiciones según el cerámico estudiado: para el caso del blanco, se concluyó que su esmalte está compuesto por zircón, cuarzo y óxido de zinc, mientras que en el cerámico turquesa se encontró cuarzo y anortita. "Esos compuestos son los responsables de la característica vidriosa del esmalte y además del color de los cerámicos", dice.
MÍNIMA INTERVENCIÓN
Esta caracterización físicoquímica permitirá resguardar la originalidad de los cerámicos, y facilitar la restauración. Se suma el trabajo en paralelo de la ceramista y docente del departamento de Artes Plásticas, Bárbara Bravo. Su objetivo es realizar réplicas de estas piezas, lo que le permite recopilar información sobre los procesos de factura y diseño, insumos que serán claves para la comprensión del proceso de construcción de los cerámicos originales.
Bárbara destaca que, debido a la situación de confinamiento, su acercamiento a la pieza fue mediante el modelado a mano. Ello le permitió ir reflexionando sobre la manera en que fue concebido el diseño original del cerámico: sus pequeñas curvas, la caída, el relieve, las imperfecciones. "Hay todo un proceso fino involucrado con el modelado", resume.
Con las matrices que desarrolle, más la información tanto de laboratorio como del proceso factural, se encargará la fabricación de estas piezas a una empresa especializada, para comenzar con la intervención que implica limpieza de la fachada, desmonte de las piezas rotas o sueltas, e instalación del nuevo revestimiento. Con ello, se espera conservar el sector de terrazas de la Casa del Arte, poniendo en valor su materialidad original.
"Los trabajos se ordenan en torno a varios ejes: mínima intervención, actuando sólo en lo necesario, conservando los elementos originales; estabilización, asegurando la resistencia adecuada a las solicitaciones de uso en condiciones normales; liberación, retirando intervenciones hechas en forma incorrecta durante las décadas pasadas; y diferenciación entre lo nuevo y lo preexistente, en conciencia de que esta intervención será también parte de la historia del monumento", explica Alexander Bustos, arquitecto de la Dirección de Servicios.