Las coordinaciones detrás de los controles de la Armada en pandemia
A las 20 horas, todos los días, se fijan las tareas que se desarrollarán al día siguiente. Quienes salen a la calle son apoyados por un grupo de mecánicos, cocineros y enfermeros que aseguran que todo funcione.
Unos acuarios de cartón y unos muñequitos hechos con desechos son los últimos sobrevivientes educativos del Colegio Bicentenario España. El recinto, que forma parte del sistema público de educación y que atiende a una comunidad de poco más de 900 alumnos, ya no recibe estudiantes. En su lugar ahora hay funcionarios de la Armada que salen y entran todo el día.
El establecimiento ahora es uno de los centros de coordinación que tiene la institución en Biobío, donde se fijan las tareas diarias a realizar en el contexto del estado de excepción producto de la emergencia sanitaria por covid-19.
La coordinación parte la jornada anterior. A las 20 horas se revisan los requerimientos de la Seremi de Salud y de los municipios, vinculadas a la fase del plan Paso a Paso en el que se encuentra el territorio, a los brotes de coronavirus y los lugares donde hay mayor flujo de personas, según explicó el teniente primero Ricardo Salazar.
"Aquí determinamos cuántas patrullas móviles y fijas van a funcionar. Esto va variando según la planificación", detalló.
Agregó que al día siguiente la jornada parte a las 8 horas, cuando se coordinan con Carabineros para ver dónde van a fiscalizar en conjunto, pues si bien la Armada revisa que las personas porten los permisos temporales, salvoconductos y cédula de identidad, no pueden detener a los infractores. Esa labor la ejecuta la policía.
A las 8.30 horas el personal está desplegado en los puntos determinados, ya sea para controlar a los peatones o a los vehículos. De forma paralela, una patrulla recorre la ciudad y si identifica un punto de aglomeración, instala un punto de fiscalización en ese lugar.
La cantidad de personal destinado a cada punto no es estándar y depende de una serie de factores, según explicó el comandante Gonzalo Cárcamo, del Batallón Aldea.
"Sabemos que a veces se producen atochamientos, sobre todo en rutas de alto tráfico, y eso pasa por varios factores. Primero, porque el recurso no es infinito y segundo, porque los mismos ciudadanos no tienen su documentación a mano. Si van más personas en un vehículo, esto demora más. Si la persona va con su permiso y su carné a mano, el control es rápido y así no se armaría tanto taco", indicó.
En la ciudad se hacen fiscalizaciones en puntos de alta circulación de locomoción colectiva. Plaza España o Plaza de la Independencia son algunos donde regularmente llegar funcionarios de la Armada. Quien sube al autobús verifica que el chofer y los pasajeros tengan la documentación correspondiente.
El teniente Sebastián Savard dice que la mayoría de las personas circula con los permisos necesarios y que la disposición a los controles ha mejorado con el tiempo.
El otro trabajo
Lo más visible son las tropas desplegadas por las calles, pero el trabajo involucra a más funcionarios. Por ejemplo, un equipo de mecánicos hace turnos para estar disponibles a cualquier hora, ya que los vehículos circulan durante todo el día.
El cabo primero Paulo Llebul es el jefe y ejemplificó el desgaste de esta forma: "Antes, hacíamos cambio de aceite dos veces al año. Ahora tenemos que hacerlo cada dos meses".
El cabo segundo, Gerardo Villanueva, cambio la Fragata Condell por la cocina del Colegio España. Ahí, junto a un compañero, prepara raciones para más de 100 personas. Esto incluye desayuno, almuerzo, cena y colaciones. Los platos van variando, pero el jueves la cazuela, empanadas y mote con huesillo van fijo.
En la enfermería, el cabo segundo Helmuth Koch está a cargo de las sanitizaciones y controlar que nadie se contagie. Para eso, cuando las tropas llegan pasan por un proceso completo de sanitización en la entrada. Luego se cambian de ropa.
"Durante el día se verifica la ventilación de las habitaciones. Hay tres personas por cada una, para evitar el hacinamiento y si hay un contagio, se aísla a estas personas", detalló.
Agregó que cuentan con una sala de aislamiento preventivo, aunque en caso de corroborarse un caso positivo de covid-19, el funcionario es trasladado a una residencia sanitaria.
El comandante Gonzalo Cárcamo remarcó que detrás de los patrullajes hay un montón de personas que trabajan para que todo funcione de acuerdo a lo establecido en el estado de excepción constitucional.