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Eso sí, detalla el ingeniero, un cordón sanitario tiene un efecto desigual: funciona disminuyendo movilidad entre comunas, pero eso se ve compensado con un aumento del movimiento interno.
No menor es el efecto cansancio a seis meses de que se conoció el primer caso de coronavirus en Chile. "Se nota un efecto de la disminución de la movilidad en cuarentena cuando comienza, pero este efecto ya no es tan importante a medida que pasan los días. Cuando hubo cuarentena en Hualpén y San Pedro de la Paz (en abril), se llegó a disminuir un 30% la movilidad, con los cordones esa baja fue menor", indica Carrasco.
Sin embargo, el comportamiento de la Región del Biobío no es diferente en esta materia al de otros territorios del país: frente a medidas similares, reaccionamos similar. Las diferencias van más asociadas a cuánto porcentaje de la población está obligada a salir para trabajar.
En ese sentido Carrasco recalca que "hay cierta movilidad base, la ciudad no para en una cantidad importante de actividades, se vuelva una constante y por eso se vuelve tan relevante que se haya suspendido la movilidad por educación".
Los tres expertos coinciden en que las cuarentenas no deben superar los 21 días para que sean respetadas, porque luego el confinamiento agota a la población, lo incumplen y ya no tiene el mismo efecto.
POTENCIALES CONTAGIOS
El matemático Camilo Mejías recalca que aún existe susceptibilidad de tener nuevas alzas en los contagios, porque "aunque los controlemos, vamos a seguir teniendo nuevos trenes u olas de contagios", puntualiza.
Ese sentido proyecta que tras el 18 de septiembre van a bajar los números de contagios, para tener un rebrote a comienzos del mes siguiente y que se extendería aproximadamente hasta el 10 de octubre. Cada fin de semana largo ha existido un alza de contagio y en esos casos, han servido los cordones sanitarios implementados en la provincia en el pasado.
Sin embargo, el de Fiestas Patrias no será muy relevante, puntualiza Mejías, porque "el incendio lo tenemos adentro, en casos anteriores el cordón funcionaba como una especie de cortafuegos de las llamas, para que no ingresaran. Pero ahora el fuego ya entró".
Como la posibilidad de que los rebrotes sean sucesivos en el futuro, el miembro de la mesa Covid recalca que es necesario enfocarse en una comunicación local sobre la realidad de la Región y que autoridades deben dejar de pensar la pandemia como una realidad que afecta a todos por igual, porque no es así.
"Tu probabilidad de contagio aumenta con respecto a la cantidad de exposiciones que tienes en el día a día, pero exposición a personas, que potencialmente están infectadas, no exposición al medioambiente o al aire libre. En ese sentido, un parque es mucho más seguro que un centro comercial. Y por eso el programa 'Fondéate en casa' permite el doble de personas al aire libre que encerrados", explica el experto matemático.
Los expertos coinciden en que es relevante que la ciudadanía aprenda a movilizarse de forma segura y que deje de lado la espera que esto termine en el corte plazo, especialmente porque una vacuna tardará en llegar para la población en general.
La epidemióloga Ana María Moraga expresa que "creo que hay tres medidas fundamentales, que se han escuchado mil veces, pero hay que hacerlas bien: primero es mantener la distancia física con las personas de un metro y medio, el uso adecuado de mascarillas que tape nariz y boca, y tercero es el lavado frecuente de manos".
La experta recalca que "el virus no entra por la piel, da lo mismo que alguien tosa en mi mano, así no me voy a contagiar. Pero si yo me acerco a acomodar los lentes, o me llevo las manos a la cara, ahí es un tremendo riesgo. Por eso también recomiendo los escudos faciales".
EDUCACIÓN A LARGO PLAZO
"Creo que la población está cansada, quiere recuperar sus rutinas, sus fuentes laborales y eso es un movimiento importante válido y ya llevamos seis meses esperando que pase algo, y recién ahora estamos en el momento más crítico para nosotros, ahora es el momento en que deberíamos estar más resguardados, pero estamos como comunidad saliendo a las calles. Ahora, reconozco que es difícil, entonces hay que situarse en esta realidad, a un llamado de movernos responsablemente", sentencia la epidemióloga Ana María Moraga.
La jefa de la carrera de Medicina UdeC también recalca que aún la mayoría de la población no se ha contagiado y que tampoco existe certeza de que, si alguien se contagió en marzo, no se puede volver a contagiar en diciembre. "No sabemos exactamente cuánto dura la protección de haber tenido la enfermedad, entonces la gran mayoría de la población es aún susceptible", comenta.
Mejías agrega que "el aire libre a uno no lo contagia, el problema son las aglomeraciones y, en ese sentido, es más peligroso un mall que un parque, o la locomoción para ir al parque. Cuando la gente dice que no sabe dónde se contagió, es porque quizás fallaron en sus medidas de resguardo".
En ese sentido se valora el esfuerzo de trazabilidad que se ha realizado en los últimos meses, donde ha existido un aumento exponencial de exámenes PCR realizados, llegando incluso aplicarse 4 mil diarios y de forma proactiva.
Moraga recuerda que al inicio de la pandemia "los exámenes estaban un poco restringidos, los criterios para tomar el examen eran más estrictos, estaba la sensación de que se iban a acabar y se cuidaba mucho ese recurso. Ahora ya no es así, y no sólo dispones del recurso sino que de laboratorios que están disponibles para poder procesar las muestras y ya no se forma ese cuello de botella de meses anteriores".
En ese sentido la trazabilidad sigue siendo tan importante como el autocuidado de las personas, desde tomar las medidas precautorias hasta consultar a tiempo cuando se presentan síntomas y aislarse. Este último punto es relevante, según Mejías porque mientras más rápido se detecte un brote, mejor se podrá confinar a la población afectada, dejando al resto libre y disminuyendo la carga del virus circulante.
Pero las decisiones y el cuidado se deben realizar pensando en la realidad territorial propia y no frente al comportamiento de otras regiones para así contener mejor el virus, hasta la espera de que pueda desaparecer en un futuro a muy largo plazo.