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Ernesto Cienfuegos, dueño del Hotel Licahue y representante del turismo de la comuna de Contulmo, tiene una mirada más optimista, pero reconoce que "hay una situación de inquietud por lo que ha estado pasando. Pero también hay mucha gente mapuche que trabaja en el turismo y el turismo es un vinculador de cultura. Nosotros no creemos que somos enemigos de las comunidades, todo lo contrario, llevamos años trabajando con personas mapuches, aquí no usufructuamos de nadie".
Eso sí, el empresario hace hincapié en que, de todos los operadores turísticos afectados con algún ataque, ninguna se ha ido del lugar salvo los dueños del Centro Quelén. "Ellos tenían dentro de sus planificaciones invertir en la Patagonia. El resto todos siguen aquí", precisa.
PRÓXIMA TEMPORADA
Si es por ingresos, hay tres hechos que han afectado la llegada de turistas a los centros que bordean el Lago Lanalhue: el denominado estallido social de octubre del 2019, la pandemia y los ataques incendiarios.
La primera de las mencionadas tiene relación con que todos los paseos de curso y viajes de empresas para finalizar el año, se suspendieron. "En octubre y noviembre no se hicieron los eventos de las empresas, se cancelaron muchas actividades que ya estaban programadas. Pero si bien existió una merma, nos fue un poco mejor en los meses siguientes y pese a que los pronósticos eran más desalentadores", dice el dueño de Bordelago.
Anabel Ramírez en tanto, puntualiza que también vio una disminución en el mes de enero y que luego febrero se recuperó, pero que en general "siempre disminuye la cantidad de pasajeros cuando hay atentados, lo bueno es que los chilenos funcionan con memoria a corto plazo, y a los 15 días o un mes, ya se olvidan".
Al menos en números, el representante del Turismo en Contulmo destaca que los buenos ingresos antes del cierre por la pandemia han permitido mantener los locales cerrados durante este tiempo. "Yo alcancé a pagar todos los sueldos y, por lo que sabemos, nadie está al borde la quiebra".
Pese a lo anterior, existe un temor de que el sector cargue con un estigma de ser una zona peligrosa o insegura, todo lo contrario de lo que busca un turista a la hora de vacacionar.
Claro que la próxima temporada es aún un misterio, especialmente porque el cierre de estos meses hace que no tengan un elemento comparativo. "Como no hemos estado funcionando, no sabemos si esto nos afectó violentamente y tampoco queremos caer en la especulación", sentencia Ernesto Cienfuegos.
En el caso de José Manuel Jara, ya se encuentra trabajando en los protocolos para poder abrir lo más pronto posible, pero reconoce que en ningún modo espera que sea volver a la normalidad y que, dados la cantidad de casos de coronavirus que se han registrado en la Región, la reapertura para su rubro sea cada vez más tardía.
"Nos afecta haber perdido toda la temporada de invierno, donde el fuerte era los fines de semana, la temporada de vacaciones de invierno. Yo he podido mantenerme porque tengo otros negocios, porque lo recaudado la temporada anterior, si bien llegó gente, en ningún caso alcanza para estar entre siete u ocho meses sin funcionamiento", sentencia Jara.
SEGURO TURÍSTICO
Anabel Ramírez teme que alguno de los programas que se realizaban con Sernatur no se sigan ejecutando por el riesgo del destino. "Los viajes de la tercera edad, por ejemplo, hay que ver cómo nos siguen apoyando, yo pienso que se deberían seguir ejecutando, a menos que en el nivel central digan que no se pueden arriesgar", dice la operadora turística.
Consultado a Sernatur Biobío sobre los apoyos que se pueden entregar al destino Lago Lanalhue, descartaron referirse al respecto.
La presidenta del Consejo Público Privado del Turismo de Arauco es crítica en señalar que no ha visto un apoyo específico a la zona. "Como empresarios estamos estado pidiendo que lo que necesitamos es un seguro, para que, si vamos a invertir, no sea en vano, porque las empresas aseguradoras no funcionan en este territorio", puntualiza.
Ramírez lamenta que no se haya podido conseguir un símil del seguro agrícola para la infraestructura turística y esperan poder llegar a un acuerdo con ese punto. Especialmente porque no hay propuestas nuevas de negocios en el sector y entre los afectados, sólo el complejo Wenu Mapu -ubicado en el sector Peleco- ha estado trabajando en su reconstrucción.
Unos más optimistas que otros, cualquier medida a tomar como rubro será analizada la próxima semana cuando puedan reunirse a analizar los últimos acontecimientos y, además, esperar que en una próxima reapertura los turistas los sigan prefiriendo como uno de los destinos preferidos de la Región del Biobío, donde se puede disfrutar de la tranquilidad de su entorno natural.