Medidas para una futura movilidad más segura
Recientemente el Ministerio de Transportes ha dado a conocer los detalles del Plan Nacional de Movilidad, considerado clave para preparar acciones que tienen un elemento común: responder a la necesidad de establecer prioridades en el uso de la ciudad, teniendo como foco principal el resguardo sanitario y la recuperación del transporte público.
En esa línea, si bien para Biobío aquella etapa de desconfinamiento se ha ido alejando más que acercando en las últimas semanas, a raíz del aumento de los contagios y casos activos, es evidente que se trata de un proceso que debe ser analizado, especialmente si una situación tan compleja como la generada por la pandemia del covid-19 puede ser aprovechada al menos como una oportunidad para establecer mejoras en favor de una adecuada y segura movilidad de la ciudadanía.
Las medidas establecidas por al Secretaría de Estado se refieren al tratamiento y uso del espacio público urbano con tres fines principales: permitir el regreso a las actividades en un marco de seguridad sanitaria, mantener el funcionamiento de la ciudad sin alteraciones mayores mientras se reactiva la actividad y recuperar el uso del transporte público masivo.
Esto significa que el ordenamiento posterior al peak del coronavirus -aún incierto para nuestra zona- hace indispensable contar con tres elementos clave: coordinación entre las autoridades centrales y locales, facultades especiales para intervenir los espacios en forma transitoria y redes de comunicación con las comunidades para difundir información y materializar las medidas en forma exitosa.
Para todo el país se considera el refuerzo operacional de la locomoción pública -Biotrén y microbuses en el caso del Gran Concepción- así como el uso obligatorio de mascarillas, medidas de higiene en trenes, buses, vehículos y espacios públicos.
A ello se agrega la gestión de demanda para aplanar peaks (por ejemplo, la entrada diferida a clases en universidades o trabajos, cuando aquello sea posible), además del monitoreo de flujos de circulación.
En el caso de nuestra Región, se ha dado a conocer que el plan considera el aumento de las frecuencias del trabajo público en horarios punta, la transformación de cuadras en paseos peatonales -para permitir una mayor distancia en la circulación de las personas- y el establecimiento de ciclovías en las principales vías del centro de Concepción.
Es importante recalcar que -tal como lo indica la iniciativa- la seguridad vial deberá ser reforzada, puesto que el cambio en las prioridades del uso del espacio público suele derivar en algunos inconvenientes, especialmente cuando lo que ha prevalecido ha sido el uso del automóvil por sobre las bicicletas y peatones. Ese cambio de prioridades, va de la mano con posibles modificaciones de dirección, acceso de peatones a la calzada y similares. Por ello, se hará necesario enfatizar las medidas de control de la seguridad del tránsito, junto con habilitar campañas informativas especiales.
En adelante, la prioridad en una gran cantidad de los casos será para los usuarios mas frágiles del sistema: peatones, ciclistas y otros usuarios de micromovilidad, y aquello -pese a las adversas circunstancias en que se aplicará- es igualmente una buena noticia y una lección que, es de esperar, se siga aplicando una vez que se consiga controlar la pandemia.
El plan de movilidad considera también medidas para el transporte aéreo, que es otro foco de especial preocupación en Concepción, debido a la importancia creciente que tiene el aeropuerto Carriel Sur. En esa línea, se consideran también disposiciones como el uso obligatorio de mascarillas en los terminales áreas y avión, además de la demarcación para mantener el distanciamiento físico y la instalación de dispensadores de alcohol gel,.
Todas las medidas que implican una mayor seguridad para una futura movilidad a escala humana son bienvenidas, especialmente si se enfocan en la salud de la comunidad y, en particular, de los grupos más vulnerables a la hora de los desplazamientos.
En adelante, la prioridad en una gran cantidad de los casos será para los usuarios mas frágiles del sistema: peatones, ciclistas y otros usuarios de micromovilidad, y aquello -pese a las adversas circunstancias en que se aplicará- es igualmente una buena noticia y una lección que, es de esperar, se siga aplicando.