Deterioro de la clase media
En los últimos años se ha hecho recurrente la frase "la clase media sigue esperando", segmento que tradicionalmente no se ha sentido reflejado en los mensajes y discursos, ni en muchas de las medidas que anuncian las autoridades y los políticos. De ahí ha surgido el interés del Gobierno de hacer una serie de propuestas orientadas a este sector, afectado por la depresión económica surgida debido a la pandemia de coronavirus.
Larga es la lista de las inquietudes, algunas de las cuales se expusieron en el denominado "estallido social" del último trimestre del año pasado, pero tal vez los temas más recurrentes son las bajas pensiones, la delincuencia, el endeudamiento excesivo, con el fin de conseguir pagar sus compromisos, los problemas de financiamiento de la educación superior y las dificultades para solventar los gastos de salud, sobre todo cuando alguno de los integrantes debe hacer frente a alguna intervención quirúrgica.
El estudio "Bajo presión: la reducción de la clase media", realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), afirmó que el 47% de los hogares chilenos es considerado de clase media. Pero indica que ese sector se ha ido reduciendo en los últimos años, mientras la calidad de vida de las familias va a la baja. Esa entidad, que reúne a 36 estados y cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales, ha dicho que en el caso de Chile, el porcentaje de hogares de clase media es 14 puntos menor a la cifra promedio de los otros países miembros de la organización, que alcanza un 61%. La Ocde considera en ese segmento a grupos cuyos ingresos estén entre el 75% y 200% de la media nacional. Es decir, en el caso de Chile donde el promedio es de $783 mil, quienes reciban entre $587.000 y $1.566.000 mensuales, aproximadamente.
Asimismo, el mencionado estudio reveló que el 17% de la población chilena es pobre, lo que representa 6 puntos más que el promedio de naciones que integran la entidad, mientras el segmento más rico alcanza el 19%, diez puntos más que el resto de los países asociados al organismo.
Pero es necesario preguntarse qué factores han influido en el deterioro de los grupos de clase media en nuestro país. Según ese organismo, una de las razones más poderosas es el progresivo aumento en el costo de la vida, donde la vivienda de más impacto. Al respecto, en 1995 el costo de la vivienda alcanzaba el 26% del ingreso familiar, pero pasó a un 27% en 2015.
Lo más probable es que la mayoría de los chilenos se define y se identifica con la clase media, pero a la vez las encuestas revelan que esas familias se sienten el sector que ha quedado más desprotegido por décadas. Los gobiernos priorizan programas sociales para ayudar a los más pobres, pero el estrato medio se siente postergado y vulnerable ante imprevistos, como los altos costos de la vivienda, de la salud, de la educación -sobre todo universitaria- e incluso les golpea muy fuerte la cesantía.
La clase media ha llegado a esa ubicación socioeconómica gracias a su esfuerzo. Son familias que hacen ingentes esfuerzos, ahorran o se endeudan, para llevar a sus hijos a un mejor colegio, para mantener una cobertura de salud a través de una Isapre o pagar la universidad. Pugnan por renovar la casa y el auto. Es la fuerza emprendedora del país, pero a la vez es muy sensible a las crisis económicas, a las alzas de los impuestos, de los aranceles universitarios, de los planes de salud, etc.
Es usual que frente a la cesantía, un subsidio sea de gran ayuda para una familia pobre, pero para la clase media puede ser una gota de agua frente a su nivel de compromisos. Algunas familias sienten que van perdiendo el estatus que tanto les costó alcanzar, aun a costa de endeudamiento, y que van cayendo en un paulatino empobrecimiento, por lo que esperan que los paquetes de medidas para ese sector anunciados por el Gobierno, realmente las ayuden.
La mayoría de los chilenos se define y se identifica con la clase media, pero las encuestas revelan que esas familias se sienten el sector que ha quedado más desprotegido por décadas. Los gobiernos priorizan programas sociales para ayudar a los más pobres, pero el estrato medio se siente postergado.