Prevención de inundaciones
Es evidente que en nuestra región cada invierno caen abundantes lluvias, con fuertes rachas de viento. Así ha ocurrido siempre. Por ello, son importantes los operativos de invierno y la eliminación de riesgos potenciales que deben hacer los municipios y los distintos servicios públicos, previo a la temporada de lluvias y luego las mantenciones necesarias. Cuando ello no ocurre, la ciudadanía sufre las consecuencias.
En abril de este año, con las primeras lluvias, se derrumbó parte de un cerro en la Quebrada Santa Elisa, de Chiguayante, que afectó algunas casas y calles aledañas, por el rebalse de las piscinas de decantación. Tras esa situación, se tuvieron que realizar obras de emergencia, para limpiar y profundizar estas decantadoras y los colectores.
Asimismo, impactaron las voladuras de techos, caídas de árboles y deslizamientos de tierra registrados en los temporales de junio último, sobre todo las inundaciones que de forma recurrente se produjeron en Ramón Carrasco (acceso a Lomas de San Sebastián) y Tucapel Bajo en la capital penquista, como también la de Parque Central en Hualpén. Entonces es comprensible la inquietud de los vecinos que critican a los municipios y al Ministerio de Obras Públicas, porque no se trata de casos nuevos ni ocasionales. Son situaciones de riesgo que se arrastran por décadas y que cada año son previsibles viendo el pronóstico del tiempo. No hay que olvidar que el Plan de Obras Públicas para el Gran Concepción, de diciembre de 2006, ya reconocía que un gran porcentaje de los sistemas colectores no poseía capacidad suficiente para captar las lluvias de la zona, por lo que el escenario se volvería cada vez más crítico, en la medida en que se construyen nuevas poblaciones y conjuntos habitacionales, que no van acompañados de las necesarias obras de infraestructura de alcantarillados de aguas lluvia y de aguas servidas.
Tras las grandes inundaciones del invierno de 2006, que afectaron con más fuerza a los sectores de Nonguén, Palomares, Collao, Plaza Acevedo y Andalién Bajo, dejando centenares de familias damnificadas, las autoridades de entonces del Ministerio de Obras Públicas asumieron el compromiso de que cada año se realizarían periódicas limpiezas en ríos y esteros, con el fin de evitar nuevos desastres. Es cierto que por etapas se efectuó la canalización del río Andalién. La primera de ellas fue en 2013 y la segunda se desarrolló en 2015.
También los habitantes de Tomé viven situaciones difíciles , porque durante las fuertes lluvias, y en forma reiterada, han tenido que enfrentar cada año los anegamientos y deslizamiento de barro desde los cerros. Incluso hace unos años un grupo de vecinos de distintos sectores presentaron un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Concepción, pidiendo que se efectuaron las obras de mitigación para evitar los efectos de los desbordes de los esteros que atraviesan esa comuna. En cada aguacero, tienen que poner sacos de arena en las puertas y subir los artículos de mayor valor a los segundos pisos, para sortear en parte los efectos y minimizar las pérdidas. Los canales por donde escurre el agua en Tomé son insuficientes y eso se sabe por una evaluación que el MOP se realizó en el año 2003.
Las ciudades deben aprender a convivir con sus ríos, manteniendo limpios y expeditos los cauces, para que el agua fluya sin mayores problemas durante los períodos de lluvias abundantes. Junto con la labor que le corresponde a los servicios públicos en la limpieza de ríos y canales, así como rejillas de aguas lluvia en las ciudades, es necesario también que la ciudadanía entienda que en cada hogar deben realizar una operación invierno, para limpiar sus canaletas y desagües. Y quienes viven en las márgenes de ríos y esteros deben tomar conciencia de que no deben lanzar basuras, desperdicios ni escombros al cauce, porque serán ellos los primeros damnificados al momento de la crecida.
Junto con la labor que le corresponde a los servicios públicos en la limpieza de ríos y canales, así como rejillas de aguas lluvia en las ciudades, es necesario también que la ciudadanía entienda que en cada hogar deben realizar una operación invierno, para limpiar sus canaletas y desagües.