Comerciantes advierten las brechas para digitalizar pymes
La edad, la falta de programas de acompañamiento y la carencia de implementos y recursos asoman como las principales demandas para llevar a cabo un adecuado proceso de transformación en las micro y pequeñas empresas del rubro.
Bárbara Gómez (60) es dueña del local "Costuras", ubicado en la Galería Catedral del centro de Concepción. Por más de 20 años se dedicó al arreglo de ropa, pero la pandemia y el temor al contagio la obligó a dar un giro y a buscar nuevos métodos, a fin de evitar una debacle financiera. Así, la emprendedora logró crear un negocio de emergencia denominado "Mustccp", en donde ofrece mascarillas reutilizables a través de redes sociales.
El cambio, sin embargo, tuvo complejidades. La comerciante reconoce que lo hecho hasta el momento es gracias a sus cuatro hijos, quienes la han ayudado a incursionar en el mundo web. "Esto fue muy complejo y todavía lo es. Hay muchas cosas que aún no las entiendo o se me olvidan, ya que es otro sistema de ventas, muy diferente", sostiene.
Agrega que ahora más que nunca es necesario aprender sobre digitalización, "porque es todo un tipo de vocabulario diferente", pero reconoce que muchas veces sus tareas diarias se lo impiden: "Casi todos los días debo estar haciendo filas. Además, como nunca trabajé con redes sociales, tampoco tengo internet en el recinto donde trabajo".
Como Bárbara, son muchos los comerciantes del Biobío que presentan problemas para digitalizar sus negocios. Si bien existen ayudas del Gobierno en esta materia -traducidas mayormente en capacitaciones-, estas parecen no ser suficientes, considerando la analfabetización digital que hay en gran parte el sector detallista, la avanzada edad de algunos locatarios y la falta de insumos y recursos para implementar nuevos sistemas.
LAS BRECHAS
En Lota, por ejemplo, el 80% de los comerciantes detallistas son adultos mayores. Según el presidente de la Cámara de Comercio comunal, Raúl Carrera, esta situación complica de sobremanera la posibilidad de reinvención virtual, aun cuando existen programas o capacitaciones estatales.
"Uno quisiera tener acceso a la digitalización, pero no se puede, porque a veces las personas no tienen, simplemente, la predisposición para aprender este tipo de cosas, ya que los pilló de sorpresa", asegura Carrera.
Desde la Federación del Comercio y Turismo (Fecomtur) Biobío tienen una visión similar. "Nosotros vemos que la edad es una brecha bastante importante, pues la gente se quedó en la calculadora y no pasó a otras instancias tecnológicas que hoy están yendo muy rápido", dice el presidente del organismo regional, Andrés Ananías.
A esta dificultad también se suma la falta de recursos e implementos adecuados para desarrollar estos sistemas, en el sentido de levantar plataformas acordes para la venta de productos.
En este caso, asegura Sara Cepeda, líder de la Cámara de Comercio penquista, hace falta que los emprendedores de la zona puedan contar con más recursos, tanto para equipar sus establecimientos con internet, computadores e, incluso, asesores. Y eso, señala, es más difícil de conseguir por el difícil momento económico que atraviesan algunas personas.
POSIBLES SOLUCIONES
Como parte de las soluciones al problema de la digitalización, el Ministerio de Economía inició hace un par de semanas un ciclo de charlas para que las mipymes se sumen a esta transformación y aprendan herramientas dirigidas a la venta por internet. Este proceso está circunscrito dentro del programa "Digitaliza tu Pyme", espacio elaborado en conjunto con Corfo y Sercotec y que tiene por objeto ofrecer una gama de planes y ayudas para las empresas de menor tamaño.
Si bien la iniciativa es destacada desde el sector, sus representantes advierten que es urgente que el Ejecutivo profundice el acompañamiento al momento de incursionar en la digitalización.
"Creo que hace falta un plan de Gobierno que considere ayuda directa, en el que estén presentes las universidades e institutos profesionales, a modo de que puedan formar desde cero a los comerciantes y que les digan paso a paso qué es lo que tienen que hacer, porque una cosa es decir y otra muy distinta es acompañar", recalca Ananías.
En tanto, su par Sara Cepeda coincide y añade que aunque hay bastante cursos de este tipo, "por lo general hay que tener un conocimiento especial para acceder a ellos, y eso es lo que hoy no tenemos".
Eso sí, ambos dirigentes concuerdan en que junto a la labor estatal, los comerciantes también deben poner de su parte y "tener ganas para aprender".