Nuevas estrategias para frenar la violencia
Tras el anuncio de una posible estrategia denominada de "copamiento" en las rutas de la macrozona sur, que incluye la provincia de Arauco, en la Región de Biobío, organizaciones que agrupan a víctimas y empresas afectadas por los hechos de violencia plantearon que urge avanzar en materia de inteligencia, así como mejorar la inversión de nuevos recursos físicos para enfrentar la reiteración de ataques en este territorio.
Se trata de una petición de larga data, que se ha repetido incluso de forma transversal en los últimos gobiernos, pero que no ha tenido hasta ahora avances significativos que permitan reconocer un cambio importante en la reducción o eliminación de los hechos de violencia que -al contrario- han recrudecido en los últimos meses.
El más reciente anuncio al respecto tiene que ver con la decisión del Ejecutivo de incluir a personal de las Fuerzas Armadas para reforzar el trabajo de Carabineros en aquellos sectores que han presentado mayores episodios de violencia. En el caso del Biobío, la iniciativa se concentraría en tres comunas del cono sur de Arauco: Cañete, Contulmo y Tirúa.
Los representantes de la Multigremial Biobío y la organización Paz y Diálogo valoraron las medidas anunciadas por el Ministerio del Interior frente a un incremento de los hechos de violencia en la zona. Un ataque con explosivos a una antena de telefonía y el incendio de una vivienda en Tirúa fueron los más recientes atentados que provocaron conmoción pública.
El presidente de la Multigremial Biobío, Jorge Guzmán, subrayó que una de las grandes deudas en materia de violencia es la aplicación de inteligencia para anticiparse a las acciones de violencia.
Es un hecho que frente a esta materia, el Estado está al debe en lograr asegurar la paz social en la provincia de Arauco y, por cierto, la vecina Región de La Araucanía. Y es muy probable que para que ello tenga un real y duradero efecto, junto con la necesidad de abrir nuevos espacios de diálogo y abordaje de las causas profundas que pudieran estar detrás de estos fenómenos, es absolutamente necesario ser categórico e inflexible en el rechazo a la violencia como fórmula de reivindicación de cualquier tipo de derecho. Hacerlo significa ir contra las bases de la democracia y la sana convivencia de un país.
De hecho, uno de los elementos más llamativos ocurridos en el último tiempo en la zona, fue la expresión de una docena de comunidades de la propia provincia de Arauco, que en abril último, cansados del clima de violencia y las amenazas que alcanzan incluso a sus propios dirigentes, plantearon que "estamos en contra y repudiamos con toda nuestra sangre y linaje está violencia letal de parte de grupos activistas y terroristas" y agregaron que "hemos vivido con amenazas por parte de estos grupos violentistas, nuestras familias, hijos, abuelos han sido parte de este miedo que impone este tipo de gente".
Pero junto con el rechazo a la violencia, es necesario recalcar que -tal como lo han planteado insistentemente las víctimas y las organizaciones gremiales de los rubros más afectados de un proceso de violencia que se extiende por décadas- se debe avanzar especialmente en las capacidades de inteligencia para llegar a buen puerto en las investigaciones que permitan poner a disposición de la Justicia a quienes cometen este tipo de ilícitos y desarticular aquellos grupos que protagonizan los ataques.
En esa línea, se debe recordar que el año pasado se anunció por parte de la Policía de Investigaciones, la instalación de una Brigada de Investigaciones Policiales Especiales, BIPE, para el desarrollo de las investigaciones por los ataques ocurridos en el cono sur del territorio del sur de Biobío. Ello, sumado al mayor despliegue por parte de Carabineros para hacer frente a las investigaciones, deberían reflejarse en más resultados de las indagaciones, para dar más tranquilidad especialmente a los habitantes de esos territorios.
La solicitud de más inteligencia se ha repetido de forma transversal como solicitud en los últimos gobiernos, pero que no ha tenido hasta ahora avances significativos que permitan reconocer un cambio importante en la reducción o eliminación de los ataques que -al contrario- han recrudecido en los últimos meses.