Teleatención es la clave para reducir los impactos de la pandemia en la salud mental
La emergencia global, el confinamiento y otras consecuencias de la crisis sanitaria tienen costos emocionales importantes que los chilenos ya manifiestan. Pero, hay diversas opciones de asistencia remota, incluso gratis como la que da CESIST-Chile.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3 a 4% de la población mundial podría sufrir trastornos psicopatológicos severos a raíz de la pandemia de covid-19, entre 15 y 20% moderados o leves, y el porcentaje restante estará sometido a un fuerte estrés psicosocial no patológico, pero impactante en el bienestar integral.
No son proyecciones azarosas, porque "estudios previos muestran que el miedo a ser contagiado de una enfermedad, el encierro y confinamiento, el hacinamiento, la falta de redes, el cambio de rutinas y calidad de vida afectan de manera importante en la salud mental de las personas", advierte el doctor en Psicología Felipe García, académico de la Universidad Santo Tomás de Concepción y director general el Centro de Estudios Sistémico (CESIST) Chile.
Y eso, afirma, es latente en Chile; la pandemia y las medidas de control han modificado enormemente la vida de las personas y sus costos en la esfera mental-emocional no son nulos. Un alarmante ejemplo son los resultados del estudio que la Asociación de Municipalidades de Chile entregó recientemente, donde 79,5% de los encuestados aseguró que la crisis sanitaria ha afectado negativamente las emociones de su entorno cercano y 56% reconoció sentir ansiedad, 40,9% que duerme peor desde el brote pandémico y 40% que siente soledad.
VOLUNTARIADO
Esto también explica la gran necesidad de asistencia psicológica que García desde su rol profesional evidenció, pues en la medida que la emergencia comenzó a avanzar en el país también las solicitudes de atención y de lo que CESIST Chile no hizo oídos sordos, levantando rápidamente una convocatoria que ha permitido implementar un servicio de asistencia gratuita a distancia impulsada por cerca de 150 voluntarios activos de distintas zonas del país e incluso del extranjero que respondieron al llamado, cuenta con orgullo el psicólogo.
No se equivocaron, en semanas "más de 100 personas pidieron ayuda, además de más de 10 instituciones, que significan varias personas por cada una". Y las solicitudes en salud.mental@cesist.cl suman y siguen, por razones como sobrecarga por el teletrabajo, problemas en las dinámicas familiares, angustia por no poder ver a los seres queridos o pérdida de empleos, temor por la evolución del brote o la necesidad de continuar tratamientos por trastornos como depresión.
NECESIDAD DE
ASISTENCIA REMOTA
Lo que en CESIST Chile están viendo, certeramente es una muestra de lo que está experimentando gran porcentaje de la población por estos días. Y aunque las situaciones ni emociones se pueden evitar, sí es posible prevenir que afecte más allá en la salud y bienestar, que se cronifique y transforme en un trastorno o que se agrave uno ya diagnosticado. Para ello la clave es una atención temprana, oportuna, y eso es lo que principalmente buscan con la iniciativa de CESIST Chile, en la que participan psicólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeros, trabajadores sociales y también estudiantes de último años de sus carreras que han sido capacitados en diversas temáticas para que puedan dar la mejor asistencia a quien lo requiere, resalta el doctor Felipe García.
Una tarea que, probablemente, esté lejos de terminar, pero el equipo voluntario está motivado por continuar cuanto tiempo sea necesario, ya que "los reportes que estamos recibiendo de pacientes atendidos son muy favorables", pero sobre todo porque "la evidencia internacional muestra que la atención online funciona".
Y lo relevante es que el contexto actual de la crisis sanitaria y de la salud mental de los chilenos hace imperante que esta iniciativa y este tipo de servicios existan, que se masifiquen, pues de la mano de la tecnología es posible seguir brindando atenciones, continuar tratamientos y terapias, y también llegar a más personas, según recalca Alberto Canales, director del Área de Salud Mental de Maiposalud, donde realiza entre 4 y 5 atenciones a distancia diarias.
De hecho, uno de los beneficios más consensuados de la salud a distancia es que permite ampliar la cobertura al llegar a sectores o poblaciones de difícil acceso, como las rurales e incluso de quienes tienen reticencia a estar solos en la consulta de un profesional, sin tener que invertir tiempo de traslados y se puede acceder a una atención sin importar donde esté el terapeuta ni el paciente y desde la comodidad del hogar o dormitorio. Por ello, Canales, además de relevar el rol de la teleasistencia durante la pandemia cree que "llegó para quedarse" y eso es porque las ventajas que acarrea trascienden a esta situación.
MENOS RESISTENCIA,
MÁS CONSTANCIA
De los beneficios de la consulta psicológica remota sabe la psicóloga Andrea Rojas, co-fundadora de la plataforma PsicologiaChile.cl, que se lanzó en enero de 2020 y que brinda terapias remotas, justamente con el anhelo de dar más acceso a atenciones y eliminar problemas como las dificultades para llegar a ciertos lugares, quien sostiene que "en mi experiencia profesional he podido comprobar que las terapias a distancia son más constantes. Y está comprobado que una terapia constante es una terapia exitosa".
Razones, afirma, son muchas, y la primera que menciona es ahorrarse el desplazamiento, que tiene costos, provoca estrés y es motivo usual de cancelación de citas con argumentos como "no alcanzo a llegar" y "con la modalidad online no hay 'excusas', se puede conectar desde donde sea y esto provoca menos deserciones de asistencia y por tanto constancia", destaca.
Otro punto en el que se detiene es en la resistencia que muchos pacientes tienen de recibir atención, lo que impacta directamente en el trabajo terapéutico. Pasa con adultos, pero sobre todo con adolescentes que suelen ir "obligados" por sus padres, sobre lo que relata que el hecho de estar encerrados en una consulta con un terapeuta resulta para muchos intimidante, mientras que en la terapia a distancia se conecta desde un computador o Smartphone de uso personal y de un espacio íntimo como la casa o habitación en un entorno privado, que al saberse un territorio propio genera que "esa resistencia baje considerablemente", apunta Rojas, lo que facilita el trabajo y también añade que "he observado que las personas a través de una pantalla se sienten más seguras, quizás sea la distancia o la no presencia física intimidante, pero eso hace que se den permiso para emocionarse más".
Otro aspecto positivo es que existen opciones para que toda persona encuentre una según su necesidad, considerando que ya no importa en qué ciudad esté paciente ni psicólogo y que múltiples centros y decenas de terapeutas con diversas especializaciones de todo Chile ofrecen sus servicios vía online, lo que permite encontrar al profesional idóneo, lo que es fundamental, asevera. Muchos dada la contingencia han optado por reducir sus tarifas o hacerlo gratis, o se ofrece una primera sesión sin costo para que el paciente pueda conocer al sistema y profesional a cargo.
En lo que se debe poner el ahínco del cuidado, asevera la psicóloga, es en acceder a un servicio serio y confiable, sobre todo en lo que respecta a la privacidad de los datos. Por ello, entre las recomendaciones está investigar, pedir referencias o acudir a expertos e instituciones conocidas, y que ojalá utilicen sus propios sistemas informáticos para evitar vulneraciones como "hackeos", y siempre tener en cuenta que "no es recomendable la atención psicológica a distancia en cuadros de psicosis, ideación suicida u otros trastornos graves de personalidad", finaliza.