"No es viable mantener la actividad académica sin cobrar aranceles"
A pocos días de un nuevo aniversario del plantel, la autoridad a cargo de la administración económica dela universidad detalló el impacto que el coronavirus ha tenido y las principales medidas adoptadas.
Las instituciones de educación superior han debido realizar importantes esfuerzos para llevar adelante su actividad docente, administrativa y de investigación en medio del avance del coronavirus. Según cálculos del Consejo de Rectores (Cruch), sus afiliados han gastado más de $17 mil millones en compra de licencias de plataformas de teletrabajo, adquisición de equipos y otros insumos.
En el caso de la Universidad de Concepción (UdeC), la más grande del sur del país -con 25 mil alumnos, cinco mil docentes y cerca de tres mil funcionarios- la totalidad de sus actividades se encuentran hoy digitalizadas, con especial énfasis en las clases de pre y postgrado que hace dos meses se hacen de forma remota.
El vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos, Miguel Ángel Quiroga, analizó la respuesta que el plantel ha dado a un proceso que calificó como sin precedentes, tanto por la magnitud del impacto como por lo que significa desde la actividad en general.
"Cuando tuvimos que tomar decisiones, ya había seguridad en base a los resguardos de la salud y vida de nuestro personal, colaboradores y sus familias; en algunas áreas había una preparación previa del teletrabajo, con programas instalados. Comprendimos que era vital asegurar la salud, y la fuente de empleo e ingresos, porque son una parte importante de los trabajos en nuestra Región, lo que implicaba sostener a través de esta otra vía nuestras actividades fundamentales", mencionó.
Además, el hombre a cargo de la billetera de la casa de estudios y la corporación que la sustenta, apuntó que "era fundamental poder mantener nuestros procesos de funcionamiento, de formación, investigación e incluso algunas de vinculación con el medio, no por medio de la vía tradicional. Sabíamos que era algo que no iba a durar catorce días, sino que sería algo más largo".
-¿Cuáles han sido las principales adecuaciones que ha debido realizar la universidad, desde lo administrativo y económico?
-Dentro de los primeros ajustes vitales para sostener nuestra actividad, está la virtualización de la actividad de docencia. Afortunadamente ya estábamos trabajando con un proyecto menos ambicioso para este año, analizando un conjunto de herramientas que podían servir de apoyo para la continuidad de los procesos de aprendizaje, a implementar en un número acotado de cursos. Lo tuvimos que escalar de 300 a 5.100 cursos, lo que fue un desafío enorme, ya que era un número más acotado de profesores, que estaban habituados a este tipo de tecnologías, a que tuviese que hacerse de forma universal, involucrando a toda la comunidad.
Lo mismo ha sucedido desde el punto de vista administrativo, cambiando nuestros procesos. No era algo contemplado a inicios de año, hacer este trabajo remotamente, pero sí teníamos sistemas habilitados que se tuvieron que extender de una proporción pequeña administrativa a todo nuestro personal. Ya habíamos trabajado en la infraestructura tecnológica que nos diera soporte a este sistema.
-¿Cuánto dinero le ha costado a la universidad implementar el teletrabajo, tanto en la docencia como en labores administrativas?
-Ha tenido un costo cercano a los $1.374 millones, que no solamente está asociado a la compra de equipamiento, sino que también incluye el proceso de virtualización de las clases. Desde el punto de vista administrativo, el gasto ha sido menor porque hemos encontrado la colaboración de todo el equipo, ajustándose a la realidad, y en esta etapa trasladamos nuestros equipos que nos acompañaban en la oficina, a nuestros hogares, para poder trabajar. Proyectamos que esta no será la forma en la cual trabajaremos habitualmente, después volveremos a nuestras condiciones habituales cuando todo esto pase. Cambiar el enfoque y pasar a este sistema significaría otros costos y las leyes que se han estado discutiendo implican otras condiciones.
BECAS Y ARANCELES
-¿Es factible eliminar o acotar el cobro de aranceles universitarios como se ha propuesto desde algunos sectores, decantando incluso en movilizaciones estudiantiles?
-Por un lado, se comprende la situación que viven o que vivirán las familias producto de la emergencia, tanto con la salud física como mental, y también con un impacto ecónomico. Desde esa perspectiva, todas las instituciones educativas coinciden en que los aranceles son la principal fuente de financiamiento de nuestra actividad, y hoy día incluso existen aranceles que no financian el costo de estos procesos de formación. Ese es nuestro caso, donde tenemos aranceles que son hasta un 30% menor respecto a universidades que tienen nuestros mismos niveles de acreditación, y frente a ello debemos apalancar recursos desde muchas otras fuentes para poder equilibrar nuestras cuentas. No es viable mantener la actividad académica sin esta fuente de financiamiento con las condiciones proyectadas.
-¿Es allí donde surgen las alternativas de apoyo a los estudiantes que se han levantado? Casi cinco mil alumnos del plantel han sido beneficiados con becas de conectividad...
-Hay que reconocer que nuestra actividad va a caer, las familias se verán afectadas, pero no todas en la misma proporción. Habrá ganadores y perdedores, incluso hay actividades a las que esta situación les ha permitido crecer, y plantear a futuro una expansión. Cuando esto ocurre, está la alternativa de una rebaja unilateral de aranceles que algunos no necesitan; por eso las instituciones reconocen que esto se debe enfrentar a nivel individual, por lo que hemos puesto esfuerzos para apoyar a quienes se le ha hecho más difícil conectarse de forma virtual, con sistemas de beneficios para que todos accedan y asumiendo que no todos podrán ser beneficiados, por sus condiciones. Hay que brindar ayuda a quienes lo necesiten, pudiendo renegociar sus sistemas de pago o cuotas, dependiendo de sus condiciones económicas; la idea es focalizar los recursos para quien los necesita.
-En base a su análisis, debiese ser este el escenario donde se den soluciones a quienes están más complicados...
-Nuestros recursos se están estrechando, pero además hay un sector que requiere muchos más recursos, que es el de la salud, lo que significa que debemos emplearlos de la mejor forma posible. Es mejor que vayan orientados a aquellas actividades o personas que sufran un mayor impacto; del buen uso que hagamos de estos recursos, dependerá qué tan fuerte nos golpeará esto.