Aumento de las consultas psicológicas
Los especialistas han planteado su preocupación porque el estado de la salud mental de los chilenos se ha deteriorado en forma importante, al enfrentar una crisis sanitaria histórica que ha modificado la vida y rutinas de las personas, lo que ha desatado patologías psicológicas que han mermado a las sociedades. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, entre 3 y 4% de la población puede sufrir trastornos severos a raíz del Covid-19, mientras que entre 15 y 20% podría padecer trastornos leves a moderados. Y el resto, se ve expuesto a un fuerte estrés psicosocial pero no patológico.
Es cierto que ha sido propio de la sociedad moderna llevar una forma de vida competitiva y vertiginosa, que no siempre permite identificar lo que pasa con la salud mental de la población, pero se han ido agregando nuevas situaciones. Se han sumado los temores y angustias que surgieron durante los cinco meses del estallido social, con la secuela de actos violentos, destrozos de bienes de uso público, saqueos, imposibilidad de salir a las calles a realizar compras o trámites, y más recientemente, las medidas de prevención por la pandemia de coronavirus, que han llevado a las personas a quedarse en casa, trabajando a distancia, tratando de salir a realizar las compras de productos necesarios para sobrevivir en cuarentena, lamentándose por haber perdido sus empleos y tener incertidumbre acerca del futuro personal y de sus familias. Así, se han detenido proyectos personales, aspiraciones, y ha habido distanciamiento obligado de los seres queridos que pueden ser apoyo emocional en estas circunstancias difíciles.
Desde hace tiempo, los sistemas de salud han advertido la alta incidencia que tienen -por ejemplo- las depresiones como causal de licencias médicas de los trabajadores, por lo que es un tema que debe llevar a reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida. La población ha estado sometida a fuertes niveles de estrés, por efecto de la seguidilla de cambios, transformaciones, violencia e incertidumbre con orígenes distintos, pero que suman intensidades en las familias. Es obvio que los habitantes han estado expuestos a momentos difíciles y todo indica que esto seguirá por meses. Buena parte se la sociedad no estaba preparada para enfrentar de la mejor manera todas estas situaciones que provocan temores e incertidumbres. Es por eso que los expertos del área psicológica han llamado la atención sobre la necesidad de abordar este desafío a gran escala. Hoy las personas están requiriendo terapias por enfrentar sentimientos como el miedo, la rabia, incertidumbre, frustración y depresión. Se estima que las consultas aumentaron más del doble en los últimos meses, lo que refleja la vulnerabilidad en que se encuentran los chilenos.
Resulta preocupante la baja cobertura que tienen estas enfermedades en la salud pública. Pero el problema no radica sólo en los bajos niveles de inversión pública en ese ítem, sino también en el aumento de los casos de pacientes con deterioro de su salud mental. Se considera que del total de personas afectadas por trastornos mentales, sólo un 20% recibe algún tipo de atención, lo que podría explicarse por prestaciones insuficientes, y porque se trata de patologías muy incomprendidas, respecto de las cuales hay una serie de estigmas de tipo social que las encubren y que impiden su pesquisa temprana, algo que pone a los pacientes en un riesgo mayor, como son los casos de las depresiones.
La encuesta Cadem reveló que un 58% de los chilenos dice estar ansioso o nervioso, en el contexto de las cuarentenas que se han decretado para frenar la expansión del coronavirus. Por eso, el Presidente Sebastián Piñera ha anunciado un programa de acompañamiento de salud mental, dando cuenta de la magnitud del problema y la necesidad de abordarlo seria y profesionalmente. Como sociedad, debemos hacernos cargo de realizar los esfuerzos por mantener la salud mental de todos ante esta emergencia.
Desde hace tiempo, los sistemas de salud han advertido la alta incidencia que tienen - por ejemplo- las depresiones como causal de licencias médicas de los trabajadores, por lo que es un tema que debe llevar a reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida, especialmente en esta época.