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EN PANDEMIA ES POSIBLE, SEGURO Y NECESARIO

Donación de sangre: un acto humano que el aislamiento social no debe frenar

Se ha evidenciado una preocupante baja en los donantes, mientras la necesidad vital de quienes requieren componentes sanguíneos se mantiene y no hay forma de obtenerlos si no es desde el tejido líquido dado amorosamente por una persona.
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Por Natalia Quiero Sanz

Con un mundo de cabeza en la pandemia del covid-19, da la impresión que el sistema sanitario sólo debe atender las demandas de esta enfermedad. Nada más alejado de la realidad, las urgencias y patologías graves siguen requiriendo la misma vital atención e incluso se han gatillado situaciones de consecuencias que pueden ser potencialmente tan letales como el nuevo coronavirus.

La mantención de los requerimientos de componentes sanguíneos para tratar a un gran porcentaje de pacientes y la vertiginosa caída en la donación de sangre es uno de los problemas que se ha evidenciado a nivel internacional y nacional, lamenta el tecnólogo médico Eric Jara, profesor e investigador del Departamento de Tecnología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción y miembro de la Unidad de Medicina Transfusional del Hospital Clínico Regional Dr. Guillermo Grant Benavente.

Si se centra en lo que sucede allí, precisa que "la necesidad de hemo-componentes sólo ha disminuido 20%", ya que algunos procedimientos como cirugías que lo requieren se suspendieron producto de la crisis del covid-19 (aunque ya se están retomando), pero advierte que "se estima que en el mundo la caída de la donación ha sido de 70% y en poco tiempo". Y la baja la atribuye directamente a los llamados de mantener la distancia social y quedarse en casa, permeada por temores al contagio y quizá algunas creencias erróneas sobre el acto de donar en este sentido.

En el Centro de Sangre de Concepción, uno de los cuatro del país y que son los encargados de colectar la sangre y abastecer al sistema sanitario nacional, "requerimos 260 donantes diarios para cubrir los requerimientos de la macrorregión que abastecemos, que abarca desde Curicó a Victoria", precisa su directora, la doctora Cristina Martínez. Pero se ha visto una disminución del 40% en la donación, lográndose diariamente el 60% de lo que se obtenía en periodos normales. Si bien la reducción no es tan abismante, no es menos preocupante, pues se traduce, por ejemplo, en que hoy se cuente con 9,6 días de stock para el grupo O+ (el más común) e ideal es contar con sobre 11 días.

NECESIDAD DE DONANTES

Aunque con la baja en el stock de hemo-derivados todavía no hay que lamentar un desabastecimiento en los bancos de sangre en Chile ni Concepción, para Eric Jara lo preocupante es que "si se siguen las tendencias en relación a la donación y necesidad de seguro se va agravar la crisis sanitaria e incluso nos podríamos enfrentar a nuevos dilemas éticos". Si uno contingente es la eventual necesidad de decidir a qué paciente grave por covid-19 se conecte a un ventilador mecánico si es la cantidad limitada de estos llega al extremo, plantea que si falta stock de sangre podría surgir la terrible misión de elegir a qué o no paciente se da acceso a una transfusión de hemo-componentes.

Un escenario que ojalá sólo se trate de una terrible ideación. Por ello, es esencial seguir incentivando la donación altruista de sangre, concientizando que quedarse en casa y no donar puede ser lo letal, porque recalca que "la sangre es vida" y no es un producto que se puede comprar ni fabricar de manera espontánea alguno de sus componentes, como glóbulos rojos, plaquetas o plasma: "estos siempre se van a generar a partir de una donación de sangre", resalta.

Es un acto humano y social, cree, que se transforma en el soporte vital de múltiples pacientes, como los oncológicos, politraumatizados, grandes quemados o quienes se deben someter a procedimientos quirúrgicos, entre otras causas que precisan de la transfusión de algún hemo-componente, en ciertos casos de manera constante y/o prolongada, y cuya necesidad no se frena por la pandemia. Sobre todo en recintos como el Hospital Regional de Concepción, asevera Jara, que recibe a diario a decenas de pacientes con severas complicaciones derivados desde otros hospitales o clínicas del Biobío e incluso de otras regiones.

Otro factor que explica la necesidad de donación frecuente, diaria, para mantener los stocks es que "los hemo-componentes tienen vigencia. Por ejemplo, las plaquetas que se extraen de una donación de sangre sólo duran cinco días y en nuestro hospital, donde está muy desarrollada el área onco-hematológica, hay constantemente pacientes requiriendo transfusiones de 6 a 7 dosis de plaquetas, lo que significa que van a necesitar esa misma cantidad de donantes". Los glóbulos rojos, en tanto, se mantienen un máximo de 42 días.

ES SEGURO

Si bien la doctora Cristina Martínez está consciente de la caída en la donación durante esta crisis sanitaria, también lo está de que un trabajo de largo aliento en campañas educativas, de sensibilización y captación de donantes es lo que ha permitido que durante muchísimos años y todavía hoy se puedan mantener los stocks necesarios. Esto, porque si bien hasta hace algunas décadas la donación era de familiares de un paciente que requería transfusión, lo que se ha fomentado e instaurado es la donación altruista de sangre, es decir, personas que acuden a donar de manera voluntaria, anónima y se comprometen a hacerlo regularmente. De hecho, desde marzo, más del 81% de las donaciones obtenidas en la Casa del Donante de Concepción, donde se colecta el tejido líquido, provienen de donantes altruistas.

Concientizar sobre lo vital de la sangre y que no hay otra forma de obtenerla que no sea la donación, y desmitificar temores asociados a este acto, fue el pilar para construir una solidaria red que abastece a cuatro regiones y ha permitido salvar miles de vidas. El mismo desafío existe en el contexto del covid-19 para no frenar la donación, sino incentivarla, porque "nuestro sistema necesita con urgencia que los donantes se mantengan donando", enfatiza la doctora Martínez.

Y lo que más recalca es que así como la donación es necesaria, es posible y sobre todo segura también en tiempos de pandemia. Basta que como donante se esté seguro del estado general de salud y que se tomen todos los resguardos necesarios en el trayecto, como uso de mascarilla y guantes, porque el resto del trabajo lo hace el equipo de la Casa del Donante, donde si antes eran en extremo precavidos, ahora se han preparado para serlo aún más, y así "permitir que la vida siga fluyendo desde el mundo de los sanos al de los enfermos", finaliza.

Opinión

El valor de la diversidad biológica

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Más de un millón de los ocho millones de especies de animales y vegetales existentes en el planeta están camino a la extinción.

Según cifras de la ONU, se calcula una pérdida de más de 50 mil especies por año, mil veces mayor que la tasa natural de extinción, un 5% del total de especies por década.

De continuar así, habrán desaparecido dos tercios de las especies a fines del presente siglo, lo que sería la mayor ola de pérdida biológica desde los dinosaurios. La pérdida de biodiversidad es una de las consecuencias más graves de la degradación del planeta.

La reciente celebración del Día Internacional de la Biodiversidad, este 22 de mayo, nos invita a reconsiderar la relación que hemos construido hasta ahora con la naturaleza y a plantearnos la responsabilidad que tenemos ante la emergencia por la expansión del covid-19.

La biodiversidad, es decir la riqueza biológica en la Tierra, que actualmente se compone de millones de especies biológicas, plantas, animales y microorganismos, así como también las diferencias genéticas entre individuos de una misma especie y la variedad de ecosistemas existentes, provee una variedad de servicios ambientales y recursos vitales, como alimentos, energía y materias primas, que sustentan la vida y la economía mundial.

En América Latina, los efectos del cambio climático sobre la biodiversidad tienen grandes impactos, no solo porque somos una de las regiones más vulnerables frente a estos efectos, también porque tenemos una de las mayores concentraciones de biodiversidad del planeta.

Sin duda, el cambio climático podría aumentar la tasa de pérdida de recursos biológicos y sus efectos serían particularmente severos en aquellos ecosistemas que ya se encuentran significativamente alterados a causa de las actividades humanas, generando incluso cambios en los ecosistemas y acelerando la pérdida de especies en la región.

Esto podría conducir a una disminución de la oferta de los bienes y servicios que los ecosistemas proporcionan a las personas y a la sociedad.

No quedan dudas que la conservación de la biodiversidad cumple un rol crucial para la supervivencia de las actuales y futuras generaciones. Pero especialmente hoy, cuando estamos viviendo una crisis sanitaria de tremendas dimensiones, se constata que la pérdida de biodiversidad amenaza incluso nuestra salud.

La deforestación, el cambio del uso del suelo, la agricultura y ganadería intensiva, el cambio climático y la contaminación, son algunos de los factores que inciden en la destrucción de los ecosistemas.

Con ello, se propicia el surgimiento de la zoonosis, enfermedades transmitidas de animales a humanos, que según la ONU, alrededor del 60% de todas las enfermedades infecciosas en los humanos y 75% de las enfermedades infecciosas emergentes provienen de animales

Hoy más que nunca es urgente conservar, restaurar y gestionar de manera sustentable los ecosistemas y los recursos naturales, no solo por los múltiples beneficios que ofrece al bienestar de las personas y la economía, como una inversión estratégica para la construcción de un mundo sustentable, también porque es nuestra responsabilidad como sociedad promover el desarrollo sin comprometer los recursos y las necesidades de las generaciones futuras.

Giovanni Calderón Bassi

Director Ejecutivo Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático

Fármaco reduciría tiempo de recuperación

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El fármaco antiviral remdesivir reduciría el tiempo de recuperación en los enfermos de coronavirus, según los resultados de una investigación publicada en las últimas horas.

El estudio, llevado a cabo por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, fue publicado por la revista médica New England Journal of Medicine. El 1 de mayo Estados Unidos autorizó el uso en caso de emergencia del remdesivir en los hospitales, una medida que también tomó Japón y que podría adoptar Europa.

El estudio descubrió que el remdesivir, inyectado por vía intravenosa durante diez días, acelera la recuperación de los pacientes hospitalizados por covid-19, en comparación con el uso de un placebo.

Los test clínicos se hicieron con más de mil pacientes en diez países distintos.

El 29 de abril el director de NIAID, Anthony Fauci, la cara visible de la administración de Donald Trump en la gestión de la pandemia, dijo que las pruebas preliminares demostraban que el remdesivir tenía un efecto "claro, significativo y positivo para disminuir el tiempo de recuperación". Sin embargo los autores del estudio indican que el fármaco no puede evitar todas las muertes. "Teniendo en cuenta la alta mortalidad pese al uso del remdesivir, está claro que el tratamiento solo con un fármaco antiviral no es probablemente suficiente", indican.