"Debe haber medidas para incorporar los aprendizajes faltantes"
En el marco de la cuenta anual de la institución acreditadora de la educación superior, Hernán Burdiles explicó medidas adoptadas por covid-19 y los efectos del cambio de estándares de certificación.
La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) ha realizado en el último año un trabajo minucioso respecto a la adecuación de su estructura y al aumento de sus facultades, mandatadas por la Ley de Educación Superior aprobada en 2018, principalmente respecto a su misión como único ente acreditador de instituciones y programas de Educación Superior.
En el Biobío, el sistema educacional reúne a más de 120 mil alumnos en 33 universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, de las cuales más de un 95% están acreditadas según datos recientes de la CNA.
El presidente Hernán Burdiles explicó que, en el marco de la última cuenta pública, se realiza un positivo análisis de la gestión realizada y avances logrados -entre los que se considera un aumento de un 40% en las decisiones de acreditación- principalmente en un ambiente que califica como adverso por la contingencia y las nuevas obligaciones asumidas: "El esfuerzo ha estado concentrado en la labor habitual de la CNA conocida hasta aquí -acreditar mediante sus normas y procesos a instituciones de educación superior, sus programas y carreras- pero con una sobrecarga, porque los cambios institucionales hacen que sea obligatorio la acreditación de todas las pedagogías, carreras de medicina y doctorados, todo una carga mayor y muy relevante".
Además planteó que un segundo esfuerzo está en el diseño de las nuevas normas de acreditación, donde se han realizado más de 27 mil interacciones con las instituciones, "y también hemos trabajado en repensar los procesos internos, su organización interna y cómo se capacitará a los funcionarios para que ellos se sientan capacitados y aptos para afrontar estos nuevos tiempos.
-¿Qué necesita hoy la CNA para poder cumplir todos los objetivos que confluyen en un aumento de atribuciones?
-La ley nos mandata a preservar la diversidad del sistema de educación superior en el país, lo que requiere que la CNA esté más cerca de esas instituciones diversas, para entenderlas, acompañarlas y facilitarles que alcancen mayor calidad. Nuestro trabajo no está condicionado por aspectos económicos, sino por la labor como garantes de la calidad. Dejamos ser el policía guardia, que era un rol que sin tenerlo devino en parte de nuestras responsabilidades en el pasado, y ahora tenemos una superintendencia y subsecretaría de Educación Superior, y el sistema de financiamiento está definido en lo grueso. Como debemos tener más cercanía con las instituciones debemos asegurar ética, responsabilidad, seriedad, espíritu de innovación e integración.
-¿Cómo se puede preservar la diversidad de un sistema tan y atado a criterios económicos, principalmente por los recursos que manejan los planteles como las brechas que hay entre ellos, y sobre todo sus estudiantes?
-Si hay algo en lo que existe unanimidad entre los comisionados actuales, pasados y las autoridades del sector, es que una institución de Educación Superior que no posea una sana situación financiera no puede perseverar, es imposible que logre calidad y eso ha sido demostrado en el pasado por las transformaciones, fusiones y cierre que vivieron.
-En esta contingencia, varios planteles alzaron la voz con preocupación por la baja presupuestaria, tanto de aranceles como de aportes estatales...
-No creo que en esta coyuntura ni en la de octubre el Fisco haya reducido un centavo de lo comprometido con las instituciones y los estudiantes. Sí hay una preocupación grande por la caída en la recaudación de aranceles, que se explica en la baja del porcentaje de alumnos matriculados y las familias presentan dificultades en el pago de aranceles, lo que espero sea resuelto razonablemente en el futuro con medidas de emergencia. Nos preocupa, aunque no es materia de nuestra competencia, y hemos visto que las autoridades han tomado ciertas medidas, dando facilidades.
CORONAVIRUS
En las últimas semanas, la CNA informó que se adoptarán una serie de medidas y se entregarán facilidades para completar los procesos de acreditación en curso.
Sobre ello, Burdiles apuntó que "la situación hay que enfrentarla con medidas transitorias y de emergencia que no pueden entenderse como algo permanente, y por tanto desde la calidad en la educación (…) debemos ver qué aprendizajes lograron obtener nuestros estudiantes, y cuáles no, para con ello tras la emergencia ver qué medidas hay que adoptar para entregar y verificar que los estudiantes puedan incorporar aquellos aprendizajes que queden como faltantes".
Además, el presidente de la CNA planteó que "algo ayudó la crisis del mes de octubre para una cantidad acotada de instituciones de Ed. Superior, pero no fue una reacción generalizada del sistema; yo diría que los institutos profesionales y las instituciones más modernas del sistema. Pero hoy, todos estamos en el mismo zapato chino enfrentándolo con creatividad, responsabilidad y mirando cómo se está desarrollando esto".
-¿Se puede medir la calidad en este momento, sobre todo en carreras técnicas y del área de la salud? En su cuenta pública, usted apuntó a que los procesos de acreditación no tomaban una foto del momento, sino que medían trayectorias.
-Nosotros evaluamos calidad en un programa o institución a lo largo del tiempo, vale decir desde la anterior acreditación hasta la siguiente. Y a ello, debemos agregar las proyecciones que se realizan y evaluar si son alcanzables, realistas y posibles. No puedo calificar a una institución como no acreditada o en cualquiera de los niveles en base sólo a lo que está ocurriendo en estas semanas, pero si tengo que ver las evidencias que deben presentar respecto a cómo afrontaron este problema, de los resultados obtenidos y las mitigaciones aplicadas.
-¿Han visto esa responsabilidad en aquellos planteles que afrontan procesos de acreditación, frente a las medidas que han adoptado?
-Por supuesto. Lo pongo de otra forma, ya que también se puede comprobar esa preocupación y responsabilidad, en aquellos casos donde las instituciones te informan que no están en condiciones a recibir a los pares evaluadores porque están cerradas. Esas cosas influyen, y allí también hay que aplicar criterios y flexibilidad, de modo a que sin renunciar al sentido de los procesos, nosotros podamos dar espacio a la contingencia y la manera en que es enfrentada.