Municipios locales optan por recortar programas para generar nuevas ayudas sociales
A la fecha, se han visto mermados ítems relacionados a los presupuestos participativos, a la contratación de personal, a la realización de eventos costumbristas y a programas sociales.
Recortes y redistribución de recursos. Esas son las medidas que adoptarán las distintas administraciones locales para hacer frente a la crisis económica, focalizar sus ayudas y evitar un colapso mayor a causa del covid-19, sobre todo en relación a nuevas personas que pudiesen quedar cesantes. También, para tener fondos para cubrir la mayor demanda de implementos de seguridad para evitar contagios en los trabajadores de salud y otros funcionarios.
La Municipalidad de Penco, por ejemplo, informó recientemente que para amortiguar los efectos del desempleo invertirá $400 millones de manera paulatina, con el objeto de entregar canastas familiares y bonos de $50 mil a emprendedores y a ciudadanos que hayan sido desligados de sus puestos de trabajo en medio de esta debacle financiera.
Si bien cada comuna mantiene sus métodos, desde la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío aseguraron que la situación se perfila de la misma forma en casi todos los gobiernos locales de la zona, es decir, la mayoría hoy está apostando por recortar algunas partidas y reenfocar el destino de esos recursos hacia las necesidades básicas de sus habitantes, según comentó el alcalde de Lota y uno de los vicepresidentes de la instancia, Mauricio Velásquez.
Estas medidas, puntualizaron los alcaldes, han debido ser asumidas por la falta de aportes provenientes desde el nivel central, pese a que las autoridades de Gobierno sí han anunciado la entrega de fondos adicionales.
Casos
Álvaro Ortiz, alcalde de Concepción, informó que en su comuna estos gastos se han cubierto con el presupuesto destinado a emergencias y el saldo final de caja. Eso sí, agregó que los nuevos desembolsos en los que pudiese incurrir el municipio implicarán, sin duda, disminuir algunas partidas, es especial los montos referidos a las obras de inversión.
"Hasta el momento los gastos superan los $700 millones, pero obviamente esto se incrementará, ya que aún se están realizando ajustes presupuestarios", remarcó Ortiz.
A diferencia de la capital regional, Hualqui ya asumió la modificación de algunos programas. Según el alcalde Ricardo Fuentes, parte de los ítems que se han visto mermados tienen que ver con las fiestas costumbristas, los adultos mayores y las mujeres. En total, esta reducción significará una reorganización que alcanzará los $600 millones y se traducirá en la compra de equipamiento de salud y en la entrega de alimentación a las familias perjudicadas tras la crisis.
En San Pedro de la Paz la situación financiera ha impacto directamente en los fondos dispuestos para los presupuestos participativos que se realizan tradicionalmente en la comuna y en la suspensión temporal de obras de remodelación.
"Como municipio ya hemos gastado más de $500 millones en sanitización, en elaboración de mascarillas y túneles sanitizadores, y en entrega de ayuda social, pero claramente estamos en una situación crítica, por eso debemos insistir en la ayuda por parte del Gobierno", sostuvo el alcalde Audito Retamal.
En tanto, el alcalde de Talcahuano, Henry Campos, aseguró que a propósito de toda esta emergencia su municipio ha debido congelar la contratación de personal no esencial y algunas capacitaciones, y reducir compras que no vayan en función de la crisis. A ello, sumó la conformación de un comité de análisis financiero enfocado en controlar las medidas de racionalización en la comuna chorera.
Impacto
Pese a que el Gobierno ha anunciado medidas que serán focalizadas a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) hacia los municipios, los alcaldes aseguraron que, a la fecha, aún no han visto recursos frescos que les permitan ir en ayuda de las personas afectadas por la crisis.
Esta situación se ha tornado complicada en algunas comunas. El alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, comentó que en su ciudad hay familias que se han visto imposibilitadas de conseguir alimentos: "Se nos viene una crisis completa y ya tenemos gente que está pasando hambre, y eso para nosotros es la señal de una descomposición que se tiene que evitar ahora, y lo vemos porque ya tenemos ollas comunes en algunos sectores".
Sobre este punto, Ricardo Fuentes, quien además es secretario de la Asociación de Municipalidades local, agregó que, si bien el Ejecutivo ha manifestado que ayudará a los municipios, "la verdad es que no sabemos cómo lo hará, pues aún no tenemos ninguna formalidad de su parte".