"Creo que hoy, más que nunca, la gente necesita una liberación a través de la danza"
En medio del Día Internacional de la Danza, conmemorado ayer, la referente local en el tema, cuenta detalles de cómo sobrevive en medio del covid-19 y la crisis sanitaria.
Con más de 54 años de trayectoria y una sólida reputación, Juanita Toro es una referente absoluta en la danza local. Atravesando los problemas propios de la crisis sanitaria que vive Chile y el mundo, a raíz del covid-19, la profesora de ballet y dueña de la academia que lleva su nombre detalla la actualidad del espacio artístico que lidera.
Todo en medio del Día Internacional de la Danza, instancia que se celebra desde 1982, como una iniciativa del Comité Internacional de la Danza, perteneciente al Instituto Internacional del Teatro de la Unesco.
"Primero vino el estallido social, desde octubre que estábamos un poco complicados por el hecho de estar en el centro de Concepción. Lógicamente, perdimos muchos alumnos en esa etapa. Como Academia, nunca nos pasó nada, pero para los padres el llegar se hacía un poco complejo. Ahí empezamos a cojear en la cantidad de inscritos que nos permite sustentar la Academia y pagar arriendo, profesores y todo lo que conlleva el tener un espacio así", comentó la coreógrafa.
Durante febrero de 2020, la Academia -ubicada en calle Salas- permaneció cerrada por vacaciones y en marzo, había comenzado a repuntar con su oferta de cursos, que incluyen danza moderna, iniciación a la danza, ballet, danza jazz, kpop, contemporánea y pilates, entre otras disciplinas.
De acuerdo a Toro, habían iniciado actividades, cuando vino la pandemia. "Lógicamente, todo el mundo se resguardó en sus casas. Nos quedó el vacío absoluto y sin poder dar clases. En un principio, nos quedamos paralizados y luego teníamos que rearmarnos. Los profesores más jóvenes, que son más expertos en el tema online, empezaron a trabajar con algunos de sus alumnos de esa forma", comentó.
NUEVO SISTEMA
Según confiesa Juanita Toro, se le ha hecho complejo el tema tecnológico. "Tuve que aprender y, actualmente, estoy haciendo clases a un curso de ballet infantil, otro juvenil, un grupito de adultas, que toman clases conmigo de ballet y otro de pilates. Ellos hacen que este encierro no sea tan complejo. Soy muy inquieta", reconoció.
Haces poco, la también profesora visitó las dependencias de su Academia para realizar labores de mantenimiento. Aprovechó la instancia para grabar un video sorpresa de saludo por el Día Internacional de la Danza, para sus alumnos y profesores, el cual fue compartido en sus redes sociales.
"Me dio mucha pena ver ese lugar tan vacío. Siempre está lleno de voces, de alegría, de carreras de un lado a otro. Todo con diferente música y estilos, es un lugar donde se vive la danza y el silencio dolía", aseguró Toro.
Hoy, la entidad se adecúa a esta nueva realidad a través de las clases online libres. Es así que, por ejemplo, la profesora de iniciación a la danza y jazz, María Soledad Riquelme, ofrece clases en la cuenta de Instagram del espacio, para padres e hijos, desde las 16 horas.
Los viernes, hace lo propio con el jazz, para jóvenes y adultos, desde las 19.15 horas. "Creo que hoy, más que nunca, la gente necesita una liberación a través de la danza. De expresarse con el cuerpo, cortar las malas vibras y librando toda la tensión que se va acumulando. De algún modo u otro, esto nos provoca un estrés a todos", sostuvo.
Además de Riquelme, con sus cursos permanentes y las clases a través de redes sociales, la propia Juanita Toro también imparte las suyas en formato online. Los profesores Reinaldo Araneda (danza moderna), Roger Leal, de la Escuela de Ballet del Biobío; Daniela Rodríguez (mini jazz), y Daniela Tapia, a cargo de kpop, también hacen lo propio en el mismo formato.
Todo esto, agrupa a cerca de 60 alumnos, en 16 cursos. Cifras que, en un período normal, ronda entre los 150 y 180 estudiantes. "Es un privilegio que estos alumnos nos estén acompañando y que los apoderados nos estén apoyando. Eso nos permite vivir", sentencia.
"No sé hasta cuando vamos a resistir. El arriendo que pagamos es alto y no es fácil salir adelante. No queremos dejar a nadie en el aire. Cuando no hay ingresos se complica, tenemos muchos padres que quedaron cesantes y no pudieron seguir pagando las clases. Esto es como una bola de nieve que nos va cubriendo, de algún modo, casi a todos", resumió.
La situación que vive hoy la Academia es compleja. Si bien continúan sobreviviendo, la incertidumbre sobre lo que pasará complejiza una respuesta a futuro. Por ahora, el plan es seguir trabajando de forma remota hasta que la situación se normalice, esperan, lo antes posible.
"Estoy tratando de no pensar en eso, porque he tenido problemas con eso. Me dije que no sacaba nada con desesperarme, porque no puedo hacer nada. Solo hay que esperar con fe y esperanza", confiesa Juanita Toro.