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ADVIERTEN SOBRE IMPACTOS NEGATIVOS DE LA SOBREEXPOSICIÓN

Mirada prolongada frente a pantallas: no solo son efectos para los ojos

Aunque el último tiempo las nuevas tecnologías y uso de dispositivos digitales se han vuelto aliados fundamentales para seguir funcionando, el abuso conlleva diversos riesgos y son latentes para personas de todas las edades.
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Por Natalia Quiero Sanz

Internet, los dispositivos y aplicaciones digitales, llevan años cambiando la forma en que las personas se relacionan con el mundo y siendo parte de la vida cotidiana en múltiples ámbitos. Pero, la pandemia del covid-19 llevó a otro nivel la interacción con las nuevas tecnologías y la exposición a pantallas aumentó cuantiosamente desde marzo a la fecha.

Es que ante la recomendación de quedarse en casa y restringir el contacto directo con otros para evitar riesgos de contagio, se han vuelto prácticamente indispensables para seguir trabajando, aprendiendo, comunicándose y recreándose al tiempo que se protege la salud del ataque del patógeno. No obstante, la sobreexposición a pantallas tiene varios efectos que pueden afectar el bienestar integral.

EFECTOS VISUALES

Las molestias visuales están entre las consecuencias de la alta exposición en niños, jóvenes y adultos. "Las más frecuentes son los ojos rojos y ardor ocular. Esto es generado por una elevada atención que brindamos a la pantalla, la cual disminuye la frecuencia habitual de parpadeo y, por ende, la lubricación del ojo es menor, produciéndose enrojecimiento y sequedad", advierte María José Ormeño, académica de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián.

Ello empeora cuando la pantalla está situada por sobre la línea de visión, ya que el área de exposición es mayor y aumenta la evaporación de la lágrima. "Esto se produce porque el ojo humano está diseñado para el trabajo a distancia y no está preparado para una demanda excesiva de visión cercana. Por eso es frecuente la sensación de fatiga ocular, que va acompañada de síntomas como cefaleas vespertinas y visión borrosa, por mencionar algunos", precisa.

La profesional explica que el cristalino, estructura del ojo que ejerce la función de ser un "lente" que da el enfoque adecuado, en la visión de cerca necesita estar en un estado de permanente acomodación para permitir que los rayos puedan ser enfocados con precisión en la retina y se obtenga una visión nítida.

Uno de los problemas graves que se ha evidenciado del abuso de las pantallas, de la visión de cerca, es que podría adelantar hasta una década la presbicia según estudios a nivel internacional de los últimos años; una condición que debido a la dificultad de acomodación del cristalino genera visión borrosa de cerca y es resultado del proceso natural de envejecimiento, por lo que normalmente su incidencia es desde los 45 a 50 años de edad.

Ormeño añade que otro problema grave de mantener de manera prolongada la visión de cerca es la pérdida de la capacidad de relajación del cristalino y "con el tiempo se podría presentar un fenómeno denominado 'pseudo miopía', en el cual habrá una visión borrosa de lejos", asegura.

DESARROLLO

INTEGRAL Y MÁS

Mantener la mirada por tiempos prolongados en las pantallas no sólo afecta los ojos y en la población infantil se debería poner especial atención, pues están en pleno desarrollo y éste podría verse afectado, según resalta la doctora Ana María Bravo, pediatra y jefa de la Central Médica de Help.

"El uso de todo tipo de pantallas en niños es bastante nocivo, porque si bien los mantiene tranquilos, es un ente que les cautiva y produce una relación unidireccional, ya que el menor no está relacionándose con nadie y así no está desarrollando ninguna habilidad" aclara, como son las del tipo social y emocional que se dan fundamentalmente en la relación cara a cara con otros como la empatía y comunicación, por mencionar unos ejemplos.

Pensando en los más pequeños y por la disminución de la necesidad de comunicarse, la pediatra sostiene que "el uso excesivo de pantallas hasta podría producir un retraso en el lenguaje", además "varios estudios publicados demuestran una merma en el desarrollo cognitivo de niños que están expuestos de forma prolongada a pantallas respecto a los que no, que puede manifestarse en mayor probabilidad de tener problemas de aprendizaje en el futuro", complementa Sergio Juica, neurólogo de Clínica Biobío.

En caso de adolescentes, jóvenes y adultos, un tema preocupante y que no se puede desligar del abuso de las pantallas es la dependencia a la tecnología, la necesidad de estar siempre conectados, que puede afectar la socialización, vínculos y estados de ánimo. En los videojuegos, algunos títulos no sólo se han atribuido a mayor agresividad, sino que su adicción es catalogada hoy como trastorno de salud mental y estos se manifiestan e impactan en la vida de múltiples formas en lo individual y también al entorno.

No es menor que en todos los grupos etarios la sobreexposición a pantallas, desde el smartphone al televisor, promueve el sedentarismo y así el sobrepeso y obesidad.

El doctor Juica asevera que también se puede afectar el buen dormir y hasta alterar el ciclo sueño-vigilia, primordialmente cuando se usan al finalizar el día. "Una de las formas de nuestro 'reloj biológico' para reconocer que es hora de dormir es por los niveles de luminosidad que capta la retina y procesa el cerebro. Al recibir un estímulo lumínico a una hora donde naturalmente debería ser bajo como la noche, se puede traducir en mayor dificultad para conciliar el sueño", explica, y si es recurrente puede gatillar trastornos del sueño, los que tienen importantes efectos negativos en el bienestar y calidad de vida.

Cuarentena: uso y abuso de pantallas en niños

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Mi tiempo frente a las pantallas aumentó desde que empezamos en mi hogar a escuchar frases con los términos "distancia social", "cuarentena" y "clases online". Según mi dispositivo móvil, mis horas entre computadora+teléfono+tablet aumentaron 104% y por lo que veo a mi alrededor no soy un caso aislado.

Pero, ¿qué pasa con los niños? Muchos están con algún tipo de actividad educativa en línea o video chats con amigos y compañeros, o han aumentado su juego en plataformas virtuales y videojuegos, el tiempo viendo videos en YouTube o abusado de sus cuentas en TikTok.

Esta situación a todos nos ha tomado por sorpresa y muchas familias han improvisado en estos días para afrontar la casa en cuarentena. Si bien considero que la vida digital puede ser un espacio beneficioso para nuestros hijos (y nosotros), es importante seguir algunos consejos derivados de la evidencia científica.

Responder a los reclamos de aburrimiento de nuestros hijos con una pantalla es una respuesta fácil y rápido, pero las experiencias que nos permiten contactarnos y relacionarnos fuera del espacio digital son muy positivas y necesarias para conectarse emocionalmente y ayudarnos a procesar las vivencias difíciles.

Las últimas recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, desaconsejan que niños menores de 18 meses usen pantallas a no ser que sea para video chatear con sus cercanos y cuidadores. Entre 18 y 24 meses de edad la recomendación es que padres elijan una programación de alta calidad, diseñada para público infantil y evitar su uso sin la compañía de un adulto. Luego de los 2 años, lo principal es establecer un límite; al googlear "Plan para el consumo mediático de su familia" encontrará una gran herramienta para organizar la vida digital de sus hijos.

La evidencia muestra que una aplicación o programa de televisión que haya sido diseñado especialmente para fomentar el desarrollo de los niños logra un efecto positivo en su aprendizaje. Sin embargo, el mercado categoriza como "infantil" o "educativo" una multitud de productos que no necesariamente han sido diseñadas con tan buen propósito. Por eso, esencial es monitorear el contenido y qué aplicaciones son usadas o descargadas por nuestros hijos. Hay que probarlas antes que los niños las usen, jugar y mirar con ellos durante un tiempo, y preguntarles qué piensan sobre ésta. Si quiere saber si una película o aplicación es adecuada para su hijo o hija, recomiendo buscar en la página web de Common Sense Media, que cuenta con información sobre las aplicaciones y shows más populares.

Como padre e investigador en Ciencias del Desarrollo, creo que los adultos a cargo de niños y niñas debemos acompañar en los entornos en que estén. No importa si es online, con una pantalla enfrente, en el hogar o en la escuela; nosotros debemos velar por dónde están jugando, a qué, con quién y en qué momento.

Los dispositivos digitales son herramientas nuevas, poderosas. Nos preocupamos por sus posibles efectos negativos, pero en un abrir y cerrar de ojos les dejamos jugar con nuestro teléfono inteligente sin asegurarnos primero cómo pueden usarlo de forma segura. Los espacios digitales son un nuevo escenario de juego, de interacción y por tanto nuestros hijos necesitan de nuestra guía y apoyo para jugar en ellos. Ayudémosles a reconocer y alertarse frente a un mensaje extraño en sus redes, contenidos inapropiados e incluso malas costumbres digitales: ¿qué es eso de participar en una video llamada grupal y no dejar hablar al resto?

Rodrigo Arroyo, (c) Doctor en Ciencias del Desarrollo y

Psicopatología Fac. de Psicología, UDD

QUÉ HACER FRENTE A LA FALTA DE PRODUCTOS

No solo el jabón sirve para asear manos y combatir al covid-19

Experta explica que si bien estos elementos son la primera, más efectiva y saludable alternativa para lavarse, el champú es útil si es lo único que hay en casa. La última opción es usar lavalozas.
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Categórica ha sido la afirmación, y por tanto recomendación, de que el lavado frecuente de manos con agua y jabón, cada vez que se precise, es la principal medida de protección frente al covid-19.

Según explica Eva Graf, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, esto es porque "los detergentes presentes en los jabones son capaces de actuar sobre la membrana lipídica (grasa) de los virus y al disolver o romper esta membrana, le eliminan".

En este sentido, destaca al jabón con glicerina, sustancia presente en porcentaje que no interfiere con la detergencia ni efectividad del producto y contribuye a evitar que la piel se deshidrate y reseque.

Graf agrega que en caso de que el stock de jabón se haya acabado, el champú es una buena segunda opción, pues aclara que contienen detergentes muy efectivos y, de hecho, su base es muy parecida a la del jabón líquido.

Los lavalozas contienen detergentes con la misma acción que jabones y champú, cuenta la académica, no obstante, a diferencia de estos que cuentan con registro sanitario del ISP para asegurar su calidad y grado cosmético para su uso en piel y anexos, los lavalozas no lo tienen y por tanto no se puede asegurar que con el frecuente lavado de manos su uso no termine por irritar la piel. Aún sí, afirma que dada la contingencia, si este producto es lo único que hay disponible en el hogar, es mejor asear las manos con éste que con nada, pero sólo en casos que sea estrictamente necesario.

Y si no hay acceso a agua en el momento, aplicar productos de alcohol en gel es la mejor alternativa.

Uso más saludable

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Como exponerse a pantallas es, sobre todo hoy, inevitable, es importante saber cómo tener un uso saludable.

Para aliviar molestias visuales, María José Ormeño cuenta que la Asociación Americana de Optometría recomienda un descanso cada 20 minutos, por 20 segundos, mirando a una distancia mayor a 6 metros; estas pausas visuales permiten restablecer una frecuencia normal de parpadeo que lubricará y refrescará los ojos.

Y si estar frente al smartphone, computador o tablet por tiempos prolongados es obligación, hay que realizar pausas activas para combatir al sedentarismo.

El neurólogo Sergio Juica cuenta que en adultos no hay consenso sobre cuántas horas al día se debe estar frente a una pantalla, pero es saludable una cantidad que no afecte esferas de la vida como relaciones, desempeño laboral o académico, y estado anímico. En infantes está consensuado que "en menores de 2 años no debería haber exposición, media hora en niños de 2 a 5 años y máximo 3 horas en un adolescente", destaca, lo que debería racionarse en el día.

Por último, en todos los grupos etarios se debe evitar la exposición a pantallas en la noche para no interferir en el sueño.