Cambios del mercado laboral
Se ha celebrado ayer en todo el mundo el Día Internacional del Trabajo, recordando que el 1 de mayo de 1886, en Chicago, alrededor de 190 mil trabajadores iniciaron una huelga para conseguir mejores condiciones de trabajo y una jornada laboral de ocho horas. Cinco sindicalistas anarquistas fueron ejecutados por su participación en un atentado explosivo. El Día del Trabajador se celebra en Chile desde 1931, para recordar a esos mártires de Chicago y para aprovechar de plantear la reivindicación de los derechos laborales.
El tema del empleo y la necesidad de tener ocupaciones de calidad, ha sido complejo en los últimos años. Se afectó durante la crisis por el estallido social, cuando muchas empresas tuvieron que cerrar sus puertas, y luego recibieron el fuerte golpe de la pandemia de covid 19. En la actualidad, el bajo crecimiento de la economía ha seguido afectando la actividad, con una tasa de desempleo de 8,7% para el trimestre enero-marzo.
Por otra parte, diversos analistas y los representantes sindicales han cuestionado lo que consideran carácter regresivo del empleo que se está creando en nuestro país, al decir que el crecimiento de los trabajadores por cuenta propia no solo resulta preocupante como expresión de la tendencia a la informalidad laboral sino que es una alerta respecto del tipo de ocupaciones que se están creando, sin protección social, de salud, y muy probablemente sin cotización para una futura pensión. Las inquietudes son atendibles y reflejan que el mercado laboral ha tenido marcados cambios en los últimos años: el llamado empleo asalariado está siendo reemplazado por el trabajo por cuenta propia, acorde a los tiempos y a las necesidades. Asimismo, hay una gran rotación de los trabajadores, a diferencia de lo que ocurría hace décadas, cuando los funcionarios cumplían toda una vida laboral en la misma empresa.
No obstante, en los últimos años se han publicado varias leyes para regular el mercado laboral, como es el caso de la Ley de Conciliación Laboral; la Ley de 40 Horas, que busca reducir gradualmente las jornadas dentro de los próximos cinco años, y la Ley Karin, que aborda el acoso y la violencia en el trabajo, lo que permite humanizar más los espacios donde se desempeñan los trabajadores.
La consultora "Robert Half" realizó hace unos días un sondeo que reveló que el 47% considera que contar con un entorno de trabajo saludable es lo más importante para los trabajadores, seguido de un salario competitivo (40%), inversión en beneficios (7%) y formación en liderazgo (6%). Y con relación al futuro del trabajo, la inteligencia artificial y la modalidad de jornada laboral (presencial, híbrida o remota) comparten las preferencias, con 45% cada una. Le siguen de lejos la salud mental (8%) y la contratación por proyectos (3%).
También es bueno recordar que algunos expertos estiman que hay una tendencia a que las personas pierdan su empleo y sean reemplazadas por máquinas, juicios que pueden ser controvertidos pero que abren una discusión que cuenta con asidero real. Las máquinas -cada vez más inteligentes- están reemplazando muchas de las labores que eran realizadas por personas, lo que hasta hace poco era inimaginable. Son más eficientes, no descansan, no piden aumentos de sueldos y, lo que es más inquietante, pueden discriminar y tomar decisiones cada vez más acertadas. Basta que cada uno analice cuántas actividades u operaciones hace hoy desde la casa, vía computador o celular, sin la presencia de un funcionario, o al autoatenderse en el banco, en el supermercado, en la multitienda o en el servicentro.
Los cambios en el mundo del trabajo exigirán mayor especialización, innovación e inteligencia, lo que obliga a tener una nueva visión de la forma en que abordamos nuestro desempeño remunerado. Tales temas no siempre están presentes en los análisis gremiales que se realizan, sino que los tópicos que se plantean son más bien de carácter reivindicativo.
Un sondeo de la consultora "Robert Half" reveló que el 47% considera que contar con un entorno de trabajo saludable es lo más importante para los trabajadores, seguido de un salario competitivo (40%).