Refuerzo de seguridad ante nuevas estafas
Las distintas policías han alertado respecto de nuevos y antiguos métodos de estafa que se han detectado a nivel nacional y, por supuesto, también en la Región del Biobío, como es el caso de la "la estafa de los seis números", que permite a los autores apoderarse de la cuenta de Whatsapp de la víctima y, por consiguiente, de su identidad, para poder cometer otros delitos.
La Brigada Investigadora del Cibercrim ha explicado en varias oportunidades que con este procedimiento, los antisociales no sólo se apoderan de la cuenta de Whatsapp sino también de las fotos, videos y contactos que puedan tener registrados en ella, con el fin de obtener, mediante engaño, dinero de parte de los contactos de la víctima.
Un modo de operar reciente son los mensajes de texto, sistema de muy poco uso en la actualidad, que anuncian que un paquete no ha podido ser entregado y que se requieren nuevos datos a través de un link que conduce al engaño. Todos estos mensajes son fraudulentos y solo se utilizan para engañar al receptor del mismo. También hay formas de estafa en la oferta de productos a la venta por redes sociales, donde el supuesto interesado muestra interés en concretar la compra, envía el código de seis dígitos aduciendo que es para "activar" el GPS y poder llegar a ver el producto.
Para evitar se estafados de esta forma, la PDI sugiere activar la verificación en dos pasos de WhatsApp. Para esto en la pestaña de "Ajustes / Configuración", de la cuenta situada en la esquina derecha superior de la pantalla pinchamos en Cuenta y luego en "Autenticación de doble factor" o "Verificación en dos pasos" y continuar con los datos solicitados.
Por otra parte, se ha llamado a las familias a preocuparse de que las cuentas de menores de edad no sean intervenidas por personas que pudieran enviarles mensajes con contenidos inconvenientes. También ha aumentado la distribución de correos en línea en los cuales supuestamente los bancos y las instituciones financieras anuncian a las personas que tienen créditos aprobados y piden que el interesado ingrese todos sus datos y claves para actualizar la información e iniciar el proceso de entrega del dinero. Obviamente se trata de las ya conocidas estafas informáticas, que se han incrementado debido a que los clientes no realizan trámites presenciales en las instituciones, sino por medio de Internet. No obstante que se trata de un mecanismo de estafa conocido y respecto del cual se han hecho las advertencias correspondientes, siempre hay personas que caen en la trampa.
Esta práctica de los mails fraudulentos es una de las formas como se expresa el phishing, una modalidad de estafa diseñada con la finalidad de robar la identidad a las personas. El delito consiste en obtener información tal como números de tarjetas de crédito, contraseñas, información de cuentas u otros datos personales por medio de engaños. Este tipo de fraude se recibe habitualmente a través de mensajes de correo electrónico o de ventanas emergentes. Es similar a las estafas que se realizan por teléfono, pero en este caso es a través de la red. Los delincuentes utilizan en forma fraudulenta el nombre de entidades bancarias o financieras para engañar a los clientes.
El ataque más recurrente en Chile es el ransomware, una técnica utilizada por los hackers para bloquear dispositivos bancarios y exigir un rescate a cambio de recuperar el acceso. La segunda amenaza recurrente en Chile es el phishing o robo de información personal, como contraseñas o datos de tarjetas de crédito, que perjudica principalmente actividades y clientes del sistema financiero, multitiendas y empresas de servicio.
Este tipo de ataques son provocados por bandas organizadas y con conocimientos, lo que obliga a tener una actitud proactiva y continua en cuanto a la protección de datos para mitigar los riesgos.
Un modo de operar reciente son los mensajes de texto, sistema de muy poco uso en la actualidad, que anuncian que un paquete no ha podido ser entregado y que se requieren nuevos datos a través de un link que conduce al engaño.