Boric defiende medalla a Garzón y emplaza a oposición a lograr un "consenso razonable y mínimo"
Presidente cerró participación en cumbre Celac-UE refiriéndose al polémico homenaje al juez español y llamando a sus pares a reconocer 'agresión rusa' a Ucrania.
En su intervención ante los líderes de la Celac y de la Unión Europea, al cierre de la cumbre que reunió a ambos bloques después de ocho años, el presidente Gabriel Boric alineó a Chile con la OTAN y los países que apoyan a Ucrania y llamó a sus pares presentes a reconocer que la invasión rusa a este país es una "agresión imperial inaceptable". Tras la cita, y antes de partir a Suiza para continuar con su gira europea, el jefe de Estado defendió además la medalla que entregó al juez español Baltazar Garzón como reconocimiento a su trabajo en la detención de Augusto Pinochet en Londres, en 1998.
Boric además llamó desde Bruselas a las fuerzas parlamentarias un "consenso mínimo y razonable" sobre el golpe de Estado de 1973 y sobre las violaciones de los derechos humanos después del 11 de septiembre y en los años sucesivos.
"Hay hechos que son claros y conocidos por todos. En Chile el 11 de septiembre de 1973 se realizó un golpe de Estado que terminó con la democracia y dio paso a una dictadura brutal, asesina, de 17 años", dijo Boric y agregó que el golpe "es algo que ensombrece la historia patria" y "de lo que no cabe vanagloriarse".
El mandatario respondió así a las críticas que han surgido desde la oposición luego de que el pasado fin de semana anunciara en una entrevista en la radio Cadena Ser, en Madrid, que convocará a los partidos políticos a firmar una declaración conjunta de cara a la conmemoración de los 50 años del golpe.
En Bruselas, Boric aclaró que no busca "imponer una versión oficial" sobre este hecho y aseguró que su intención es construir un "futuro compartido y no un futuro que divida".
"He planteado que todos convengamos, independiente de las diferencias políticas, que nada justifica violar los derechos humanos de los adversarios políticos o de quien piensa distinto. Creo que es un consenso razonable y mínimo", declaró.
El homenaje
Boric defendió además el reconocimiento que hizo el fin de semana, también en Madrid, al juez español Baltasar Garzón por su papel en la extradición de Augusto Pinochet y la entrega de una medalla conmemorativa, que también recibió al cantautor Joan Manuel Serrat.
El homenaje despertó críticas en la oposición, desde donde recuerdan que el magistrado español apoyó a Bolivia en su demanda marítima contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
"El reconocimiento al juez Baltasar Garzón es producto del trabajo que ha hecho contra la impunidad en materia global y, en particular, al juicio a Pinochet, no por otras gestiones que haya realizado como jurista", zanjó Boric, que tras visitar distintas agencias de la ONU en Ginebra concluirá su gira en Francia.
"podría ser cualquiera"
En su intervención en el plenario de la cumbre, Boric dijo que "es fundamental ponernos de acuerdo en dos cosas: el respeto irrestricto de los derechos humanos, independiente del color del gobierno que esté en el poder (...) Me siento en el deber de decir que no son tolerables, no debieran ser tolerables en ninguna parte del mundo situaciones como las que ocurren en Nicaragua hoy día o la terrible crisis que ha llevado al éxodo de más de seis millones de venezolanos, que lo vemos en nuestra patria donde hemos acogido a más de un millón de ellos".
"Pero a su vez, tenemos que ver la forma de cómo solucionamos esto y no de agravar el problema y por eso, sin tutelajes debemos decir con claridad que las sanciones que se imponen de manera unilateral no están aportando a la solución", indicó y agregó que "las sanciones de Estados Unidos a Venezuela no aportan al problema en Venezuela;(...) el bloqueo de Estados Unidos a Cuba no aporta en nada al pueblo de Cuba, menos aún la inaceptable declaración de Cuba como país que ampara al terrorismo, cosa que no es cierta. Tenemos que rechazar ello con mucha fuerza".
Boric llamó luego a sus pares a "que desde América Latina lo digamos con claridad: lo que sucede en Ucrania es una guerra de agresión imperial inaceptable, donde se viola el derecho internacional y entiendo que la declaración conjunta está trabada hoy día porque algunos no quieren decir que la guerra es contra Ucrania. Estimados colegas: hoy día es Ucrania, pero mañana podría ser cualquiera de nosotros". "Acá se ha violado claramente (el derecho internacional), no por las dos partes, (sino que) por una parte que es invasora y que es Rusia", añadió.
La declaración final de Bruselas, que no fue respaldada por Nicaragua, enfatiza "la profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania", pero no la condena explícitamente ni tampoco menciona a Rusia.