"Ellos tuvieron un grado de arrogancia más allá de la cuenta durante largo tiempo"
El médico se refiere al impacto del Caso Convenios en la alianza de gobierno y dice que "la gente del partido Revolución Democrática debiera ser mucho más directa y clara en dar una versión total de lo que está pasando y no por pedazos".
Por Mauricio Ávila C.
Las esquirlas del llamado Caso Convenios, que destapó cómo varias fundaciones lograron obtener millonarios fondos públicos vía trato directo con servicios del Estado, han caído al menos sobre la mitad de las regiones de Chile y no han dejado autoridad por alcanzar, incluso con efectos en La Moneda.
Mientras el Ministerio Público o Contraloría investigan distintas "aristas" en todo el país, el manejo de la crisis por parte del Ejecutivo ha sido calificado desde el propio oficialismo como errático, enredado y lento. Una de las voces más fuertes ha sido la del senador socialista Juan Luis Castro, cuyo partido apoya desde Socialismo Democrático a la actual administración, aunque con cierta distancia. El legislador por la Región de O'Higgins es duro y aprovecha de cobrar cuentas a sus actuales socios.
-¿Qué impresión tiene de lo que pasó?
-Bueno, aquí se urdió una organización de carácter fundación para acercarse al Estado y sacar recursos cuyo propósito todavía no está bien definido. Una organización de un partido político se aprovechó de reglas del Estado que ellos usaron a partir de una actitud maliciosa, burlando la normativa, inventando giros que no tenían, para recibir dinero cuyo fin todavía lo ignoramos, pero finalmente defraudando al Estado, defraudando la confianza pública y, sobre todo, luego de una promesa de probidad y transparencia que la nueva generación del Frente Amplio se ve traicionada con estas conductas políticas dentro de un partido que es el más antiguo dentro del Frente Amplio.
-¿Ha llegado a alguna convicción respecto a este caso? ¿Hay delito, por ejemplo, en el caso de Democracia Viva?
-Mire, me da la impresión de que hay delito en el caso de Democracia Viva. Esa es mi impresión. No soy el juez ni el fiscal, pero creo que estamos frente a una asociación, probablemente ilícita, que ocupó reglas complacientes del juego y que permitió llegar a este punto de aprovechamiento y triangulación de dinero francamente indebido. No sé las otras fundaciones, porque aquí hay varias que están mencionadas. La de Democracia Viva me parece que es la más categórica hasta el minuto, la que primero estalló y donde entiendo va a venir muy pronto un pronunciamiento de la Contraloría General de la República.
-De acuerdo lo que usted ya ha visto, los antecedentes que se han conocido, ¿estaba preparado el Estado para detectar este tipo de cosas a tiempo o simplemente hubo, al menos, negligencia de las autoridades que debieron fiscalizar?
-Está claro que el Estado no estaba preparado, porque este tema traía reglas antiguas. Ahora recién se van a preparar reglas diferentes con este comité de expertos que se anunció. Yo creo que la colaboración público-privada tiene que existir, no hay que negarla, pero desgraciadamente había ciertos vacíos, ciertas ambigüedades con discrecionalidad para que autoridades del Estado autoricen y firmen para transferirles a personas que tenían conflicto de interés con ellos. Gente del mismo partido, que ha trabajado en las mismas organizaciones antes... o sea, eso francamente es inaceptable y se rompieron todos esos criterios. Y eso, claramente significa un nuevo ordenamiento, una agenda de probidad nueva, 2.0, que restablezca la confianza de nuevo y que el Estado pueda administrar bien los recursos y que los privados puedan estar ahí presentes, pero bajo reglas claras, reglas públicas que todos respeten y que no sea un pasadizo de corrupción como desgraciadamente ha quedado la percepción.
-¿Fue muy ingenua la autoridad cuando generó este sistema de asignaciones directas, asumiendo que los que decidían iban a hacerlo ética y legalmente?
-Yo creo que hubo desprolijidad o falta de fiscalización cuando no se aplican todos los mecanismos de rigor, sobre todo de conflictos de interés. Una persona que se presenta con una fundación, no basta que diga "yo voy a eliminar los campamentos en Chile" o "yo lo que hago es dar agua potable en la zona donde no hay agua". ¡No basta que lo digan! ¿Cómo el Estado no va a comprobar cuánto tiempo lo vienen haciendo, cómo le fue en su experiencia anterior, de cuándo que está en este proceso, quiénes han tenido vínculos con estas instituciones? Se debe estudiar quién es quién, pero llegar a asignarle porque un papel dice que dice, me parece que es no solo una ingenuidad y una torpeza, sino que es una falta de criterio absoluto desde el punto de vista de los dineros públicos que tienen que ser muy bien seleccionados y escogidos a quiénes se les asigna.
-¿Cree usted que van a seguir apareciendo casos?
-No me extrañaría, hay que dejar ahí que la justicia siga su tarea y hay seis regiones ya investigándose (N. de la R.: al cierre de esta edición eran ocho). Hay que llegar hasta el final. Me parece que la verdad completa es lo primero que tiene que decirse. La gente del partido Revolución Democrática debiera ser mucho más directa y clara en dar una versión total de lo que está pasando y no por pedazos. Me parece que el Presidente seguramente tiene que seguir haciendo ajustes y cambiando, sacando gente, porque esto no es en una sola región. Y parece que tampoco es en un solo ministerio y, por lo tanto, esto va a dar para más, pero tiene que hacerse con celeridad, no puede ser una teleserie gota a gota con toda la incertidumbre que esto genera en el país.
-A propósito de esto, ¿cómo cree usted que el Gobierno ha enfrentado esta crisis?
-Creo que ha habido cierta improvisación, ciertas contradicciones. Las vocerías que no han tenido todo el calibre suficiente y hubiese esperado un comité de crisis mucho más afiatado, que diera más claridad, certeza de investigarse más rápido, delimitar el perímetro de conflicto, de manera tal de que esto no sea un día a día de sobrevivencia y cada día con una nueva información, con un nuevo aspecto que se empieza a destrabar, que se saben elementos que no se conocían. Espero y le pido al gobierno que tome el control de esta crisis, no para ocultarla, porque no lo hará, sino para destaparla entera, que la gente sepa la magnitud y cómo se aborda el problema de esta crisis que se está viviendo de desconfianza ciudadana en las instituciones y fundaciones.
-Lo complejo es que no es primera crisis que parte en algo pequeño y comienza a desbordarse transformándose en una bola de nieve hasta llegar al Presidente.
-Eso depende del gobierno, yo solamente puedo pedir y yo apoyo el gobierno, pero tiene que actuar con más rapidez, con todas las medidas enérgicas de vinculación de toda la gente que se vea responsable de algún acto ilícito. Y, sobre todo, tomar el control de la situación y no que la situación desborde permanentemente, que es lo que ha pasado con el manejo del gobierno en cada hecho que se va conociendo. Todo esto es muy importante, porque además hay gente que no puede pagar como justos por pecadores, porque hay fundaciones que han hecho bien las cosas por años. Hay otros que claramente tienen que estar acotados o eliminados, pero eso es tarea de la autoridad, más el apoyo de la justicia, de la Contraloría, pero el gobierno tiene que tener una conducción mucho más precisa en este tema.
-Usted habla del gobierno en tercera persona, pero es parte de la coalición que gobierna...
-Lo que pasa es que nosotros apoyamos al gobierno, pero el Poder Ejecutivo es uno solo. Nosotros somos del Poder Legislativo, simpatizamos con el gobierno, apoyamos al gobierno, pero aquí hay ministros, autoridades, jefes de servicio. El Poder Ejecutivo tiene una estructura propia, yo no pertenezco al interior del Poder Ejecutivo, pero le pido al gobierno, por la amistad, que ojalá con la máxima energía posible actúe en función de restablecer de nuevo la confianza, que es el bien más escaso que tenemos hoy día en la sociedad y que se pierde con tanta facilidad.
-Senador, usted dijo que el ministro Giorgio Jackson debía tomar "decisiones reflexivas para no dañar al gobierno del Presidente Boric". ¿Está hablando de que debe renunciar?
-Me refería a que él, como líder natural de Revolución Democrática, tiene que hacer una tarea de esclarecimiento desde su partido porque los involucrados son militantes de ese partido, para que se conozca la verdad completa. Porque este historial parcializado no conduce a nada, sino a más sospecha. En ese sentido, no porque yo considere que él sea autor de un delito, que no lo considero para nada, pero sí creo que como mentor, como alma mater de Revolución Democrática, políticamente tiene un rol clave que es ordenar sus propias filas para que salga la verdad lo antes posible. Porque esta suerte de contradicciones sistemáticas, caramba que hace pensar en más sospechas todavía, y por eso gente como Jackson, como (Miguel) Crispi (jefe de asesores), que han tenido históricos liderazgos en Revolución Democrática, tienen un rol en ese plano. No es que yo los quiera ajusticiar. Quiero aclararlo, no busco eso, pero sí el rol político que no se ve hoy día. Porque aquí no nos digan tampoco que son tres personas que se equivocaron, que cometieron delitos y luego lo demás está todo bien. No, por favor, cuenten la historia completa porque el país la requiere con urgencia.
-Revolución Democrática, y Giorgio Jackson en particular, fueron muy críticos con la exConcertación. ¿Qué siente ahora que están ellos en esta situación?
-Bueno, yo creo que se dio ahí un boomerang. En política no es bueno ni sano pontificar, sentar doctrinas, hablar de un antes y un después cuando los avatares de la política llevan por caminos que impensadamente afectan al propio nicho. En este caso, creo que ellos tuvieron un grado de arrogancia más allá de la cuenta durante largo tiempo, adjudicándose el rol de la nueva generación, de las buenas prácticas y del alejamiento de todo conflicto de interés. La historia nos dio la razón a quienes les advertimos a tiempo que no se podían precipitar juicios tan taxativos como los que emitieron, porque esto podría devolverse al mismo lugar y así terminó ocurriendo, con esos estándares que ellos proclamaron a veces con mucha vehemencia, pero que hoy día se deshacen en mil pedazos.
-¿Cómo es la situación en su partido? ¿Han revisado si hay militantes del PS en fundaciones que hayan recibido fondos públicos?
-Se ha pedido, la presidenta del partido (Paulina Vodanovic) lo ha hecho y la información que ella misma nos ha dado es que eso no es tal en cuanto a tener modus operandi o figura similar a la que está en cuestionamiento. ¿Han existido? Claro que han existido fundaciones, todos los grupos tienen fundaciones, pero organizadas para sacar platas del Estado, para que triangulen dinero, no. Entonces eso nos da tranquilidad.
-Este escándalo ha sido utilizado por la oposición para plantear objeciones a la reforma tributaria. ¿Cómo se vislumbra ahora todo este proceso legislativo de esa reforma, de la reforma previsional o la Ley Corta de Isapres?
-Está complicado, hay que admitirlo, está complicado. Sin embargo, confío en que el equipo que dirige Mario Marcel (ministro de Hacienda) siga las conversaciones con la oposición, siga conversando con el empresariado. Es difícil atar a un gobierno de manos o quitarle la sal y el agua para reformas tan estructurales importantes como las pensiones o la salud. Porque esto no es ir a tirar la plata a un saco roto, esto es para dinero muy marcado y además Marcel cuando dice pacto fiscal dice modernización del Estado. O sea, hay conciencia de que hay que mejorar la condición en que actúa el Estado, justamente para evitar esta crítica de Estado ineficiente burócrata o que el Estado roba. No, aquí se trata de mostrar claramente credenciales de cambio muy fuerte para el tiempo que viene y eso es parte de ese pacto fiscal que se quiere concordar. Todavía hay tiempo. Este es un mes decisivo (julio) para que se reingrese la reforma tributaria en el Senado. Vamos a ver ya en algunas semanas, pero sigo manteniendo la esperanza de que haya flexibilidad en todos los sectores para que tengamos una reforma tributaria en las condiciones nuevas. No van a ser las misma de antes, obviamente.