Fernández renuncia a su cargo para organizar actos por 50 años del golpe tras presión del PC
El presidente Boric salió a respaldar al asesor luego de ser tachado de "negacionista". Bancada UDI anunció que no asistirá a las actividades conmemorativas.
El coordinador interministerial para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, el periodista Patricio Fernández, dimitió ayer en medio de fuertes críticas y presiones del Partido Comunista (PC) y de varias organizaciones defensoras de los derechos humanos.
"El mandatario (Gabriel Boric) comprende las razones que han llevado a Patricio Fernández a tomar esta decisión y valora su espíritu democrático, su compromiso con los derechos humanos y agradece públicamente el rol que jugó en la organización y en la construcción del mensaje central de esta conmemoración", dijo un comunicado difundido desde Presidencia.
Luego, en un punto de prensa convocado durante la tarde, Boric defendió a Fernández y señaló que entendió que "si su cargo constituye un obstáculo para las actividades de la conmemoración, decidió dar un paso al costado", acción que "valora".
Patricio Fernández, de centroizquierda, pero sin militancia, fue designado por Boric en noviembre de 2022 para coordinar el plan de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.
Para subrayar la posición del Gobierno sobre los hechos acontecidos, el presidente insistió en su alocución que "un golpe de Estado es absolutamente injustificable" y que ninguna diferencia entre los distintos sectores "puede justificar la realidad de que se violaron los derechos humanos", dos ideas que "espera que sean consensos transversales".
También recalcó el rol de las organizaciones de derechos humanos "fundamentales para avanzar en algo de justicia, aún insuficiente, por los brutales crímenes de la dictadura" y añadió que estas agrupaciones "han sido el pilar para mantener viva la memoria cuando muchos querían cómodamente olvidar".
Aunque algunas voces se mostraron contrarias a la designación de Fernández desde el inicio, la polémica escaló la semana pasada, tras una conversación radial en la que también participaba el sociólogo ManuelAntonioGarretón y en la que el periodista sostuvo que el desafío principal para la conmemoración del 11 de septiembre es "acordar qué sucesos posteriores a ese golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio" y que "la historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el golpe de Estado".
Esas palabras centraron los reproches, más allá del resto del discurso del entrevistado, que apuntó a fórmulas para encontrar "mínimos comunes", y fueron rechazadas por las organizaciones, que las consideraron poco contundentes contra el alzamiento militar. El Partido Comunista subió el tono.
Hertz pide trayectoria
Ayer la diputada comunista Carmen Hertz, cuyo esposo en esa época fue ejecutado por militares en octubre de 1973, sostuvo desde la Cámara de Diputados que "la condena absoluta del Golpe de Estado calificándolo como crimen es el mínimo civilizatorio que nos debe agrupar como sociedad" y enfatizó que quien ocupe la coordinación del cincuentenario "tiene que tener una trayectoria ligada a la lucha contra la impunidad y por la defensa de los derechos humanos".
"Ese tiene que ser un requisito si ne qua non, alguien que no tenga un atisbo del negacionismo posmoderno que hoy permea en varios sectores de nuestra sociedad", agregó.
Por ahora, según señaló Presidencia, la organización de las actividades conmemorativas de los 50 años "continúan a cargo del Ministerio de las Culturas", en coordinación con los distintos ministerios, servicios de Gobierno y la Presidencia.
La UDI, sin embargo, anunció desde su bancada en elParlamento que se restará de las actividades tras la salida de Fernández de la organización.
El lunes, más de 160 organizaciones defensoras de los derechos humanos y la memoria histórica entregaron una carta al presidente para pedir la dimisión de Fernández.