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Y cumplir con las expectativas

Cómo se puede superar el miedo a fracasar en un nuevo trabajo

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Comenzar un nuevo trabajo puede ser desalentador. Esto se debe a que es común que las personas tengan miedo a los cambios y también a no alcanzar las expectativas del contratista, generando miedo al fracaso.

Además, un nuevo trabajo significa salir de la zona de confort, enfrentar nuevos desafíos, metas, cambios de rutina, nuevas actividades, nuevos liderazgos y nuevos compañeros de trabajo. Todo ello provoca, además de expectación, ansiedad e inseguridad.

La buena noticia es que todos estos sentimientos se consideran comunes por primera vez, pero pueden hacer daño si persisten.

Al investigar al contratista, tendrá información inicial sobre el mercado en el que opera, conocerá la misión, visión y valores, además de conocer cuáles son los principales productos y servicios y toda la lógica detrás del negocio.

Con esto podrá visualizar cómo será su desempeño en la empresa y cómo puede aportar con sus conocimientos para ser parte del negocio. Investigar la empresa también ayudará a tener más confianza para transitar por procesos como el de integración de nuevos empleados, donde se transmitirá otra información importante para su nuevo recorrido profesional.

Si fue contratado, ciertamente tiene las habilidades técnicas y de comportamiento para desempeñar las funciones del nuevo puesto. Aunque le lleve un tiempo adaptarse a las particularidades de la empresa, este proceso se dará de forma natural.

Cuando se entiende el mercado de la empresa, se empieza a visualizar cómo funcionan los sectores y le resulta más fácil ver cuál es su rol dentro de la organización.

Además, con el tiempo aprenderá a centrarse en sus actividades y su colaboración en el marco empresarial será bastante fluida. Preocúpese en un primer momento por conocer el mercado en el que se inserta la empresa y cuáles son sus funciones dentro del sector.

La disposición para aprender y contribuir son factores muy importantes en el mercado laboral y extremadamente valorados por las empresas. Por lo tanto, al incorporarse a un nuevo rol, demuestre estar interesado y disponible.

Cuando se trata del miedo al fracaso, el perfeccionismo es uno de los grandes detonantes para despertar ese sentimiento. Lo cierto es que fallar es parte del proceso de adaptación y, en algún momento, puede pasar. Sin embargo, cómo se lidia con todo lo que sale mal es la gran pregunta que evalúan las organizaciones.

La desesperación y los accesos de llanto pueden demostrar una falta de inteligencia emocional, lo cual es bastante negativo. Por lo tanto, si comete un error durante su período de prueba, trate de identificarlo rápidamente y busque soluciones. Contribuir para que la situación se revierta y atender al aprendizaje.

Tener el liderazgo directo como aliado es muy importante a la hora de empezar en un nuevo puesto. Busque apoyo y saque sus dudas.

Su período de prueba no durará para siempre y el tiempo pasará de todos modos. Así que tenga paciencia, con el paso del tiempo, será natural adaptarse a la nueva rutina, más aún si sabe hacer nuevos amigos y tiene a los compañeros de trabajo como aliados.

Dependiendo del puesto que vaya a asumir, puede tener muchas particularidades y también grandes exigencias. El consejo aquí para alejar el miedo al fracaso es ceñirse a lo más importante y dedicarse a aprender o adaptarse a esa actividad.

El miedo al fracaso puede ocultar una baja autoestima e incluso un trauma infantil. Trate de trabajar esto en usted mismo con la ayuda de mentores o incluso psicólogos. Ellos dirigirán su viaje de autoconocimiento, asegurando que acceda a otras habilidades emocionales que son importantes para su desarrollo de manera amplia.

Finalmente, ser amable consigo mismo seguirá haciendo más ligeros los procesos de adaptación en el nuevo puesto, repercutiendo en otros aspectos de su vida. Así, tendrá el equilibrio necesario para lograr los resultados deseados y también tendrá más confianza en sus actitudes, lo que se refleja positivamente en sus relaciones interpersonales en la empresa.

Según indica estudio internacional

El 52% de los líderes empresariales en Latinoamérica prefieren que un robot tome sus decisiones

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Cada vez nos encontramos con más datos y tecnología al alcance de la mano. En las empresas se hace fundamental contar con esto, dado que son herramientas clave que permiten el funcionamiento de las organizaciones.

Sin embargo, tomar decisiones nunca había resultado tan difícil, de hecho, según el reciente informe The Decision Dilemma, elaborado por Oracle que encuestó a 14 mil personas en 17 países (1.500 en Latinoamérica), el 85 % de las personas en la región señalan que el número de elecciones que toman cada día se ha multiplicado por 10 en los últimos tres años.

Algo que llama la atención es que el estudio descubrió que los individuos están encontrando dificultades para tomar decisiones en su vida personal y profesional, de hecho, el 52% de los líderes empresariales en Latinoamérica afirma que prefiere delegar sus decisiones a un robot.

Sin duda, los altos mandos se ven expuestos a situaciones diarias en las que deben decidir por una cosa sobre la otra, lo cual puede generar situaciones complejas en ellos. El 85% de los líderes empresariales sufrió estrés en lo relativo a la toma de decisiones y se lamentó, se sintió culpable o cuestionó alguna elección tomada en el último año.

A su vez, el 99% desea respaldarse en los datos e, idealmente, le gustaría que los números le ayudara a tomar mejores decisiones (55%). Por otro lado, el 75% reconoce que el gran volumen de cifras y su falta de confianza impidió tomar alguna decisión y el 89% opina que el creciente número de fuentes de datos ha obstaculizado el éxito de su organización.

"La indecisión, desconfianza y falta de comprensión de los datos que revela este estudio indican que muchas personas y organizaciones deben replantearse su enfoque en cuanto a los datos y la toma de decisiones. Lo que la gente necesita realmente es poder vincular los datos a la información y la toma de decisiones", sostuvo T.K. Anand, vicepresidente ejecutivo de Oracle Analytics.

Puede perjudicar la vida familiar

Síndrome de la vida ocupada es consecuencia de la adicción al trabajo e insatisfacción

Psicólogos organizacionales abordaron los síntomas de una enfermedad que afecta la salud física y mental y dificulta las relaciones interpersonales. Advirtieron que algunas de las razones van desde altos estándares de exigencia hasta la falta de reconocimiento en el trabajo.
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En más de alguna ocasión, hemos dicho que no tenemos tiempo para hacer algo. Las causas pueden deberse a compromisos impostergables, imprevistos o al autosabotaje. Esto último podría manifestarse mediante la necesidad de hacer actividades poco satisfactorias y que están muy relacionadas con la productividad en la empresa, pero que afectan la vida en pareja, familia y el bienestar propio.

"Son personas que se sienten constantemente ocupadas y abrumadas por la cantidad de responsabilidad que tienen. Las consecuencias de no saber decir que no o llenar la vida de ocupaciones no placenteras pueden ser graves. Por ejemplo, pueden aparecer enfermedades físicas o mentales como la ansiedad o depresión y afectar las relaciones interpersonales", advierte Felipe Parra Muñoz, psicólogo organizacional de la Universidad San Sebastián.

Para Andrés Vega Valenzuela, director de la carrera de Psicología Advance de la USS Concepción, el síndrome de la vida ocupada es sinónimo de la adicción al trabajo. "Aunque ha sido estudiado por la Psicología Organizacional desde hace 40 años, ha presentado dificultades respecto a tener una definición consensuada y a la existencia de una multiplicidad de tipologías", afirma.

Agrega: "Es una de las adicciones más recompensadas por nuestra sociedad actual, porque tener tiempo libre puede ser mal visto en términos productivos en algunas organizaciones. Se manifiesta como un deseo irrefrenable por trabajar y se considera uno de los principales factores que inciden como conflicto entre el trabajo y la familia".

INSATISFACCIÓN PROPIA

Según los psicólogos organizacionales, las causas del síndrome de la vida ocupada pueden ser variadas. Coinciden en que la insatisfacción con la vida familiar y/o personal es un elemento que gatilla la necesidad de hacer cosas productivas para el trabajo y no por el hecho de disfrutarlas.

"A veces las personas experimentan insatisfacción familiar y pueden abocar su vida a lo laboral. Esas conductas 'pro laborales' suelen ser recompensadas por las organizaciones, ya que ven erróneamente a este tipo de trabajadores como personas comprometidas con la empresa", sostiene Andrés Vega.

El también magíster en Educación basado en Competencias advierte que el síndrome avanza hasta generar una adicción al trabajo. "Además, experimenta una incomodidad consigo misma, pues no solo trabaja de manera compulsiva, sino que se vuelve extremadamente perfeccionista. Eso hasta el punto de revisar una y otra vez su propio trabajo y el de las personas que tiene a su cargo, transformándose en un trabajador poco productivo e incapaz de trabajar en equipo", señala.

En esa misma línea, Felipe Parra, magíster en Desarrollo Organizacional y Recursos Humanos, dice que otra de las razones de porqué estas personas se vuelven compulsivas se debe a la necesidad de demostrar su valía constantemente. "Puede estar acompañado de altos estándares de exigencia, una falta de reconocimiento en el trabajo o la presión social por ser más productivo", afirma.

COLABORACIÓN

Según ambos profesionales, las consecuencias de mantener una vida excesivamente ocupada pueden derivar en: cansancio constante, insomnio, depresión, ansiedad e irritabilidad. Asimismo, las personas que padecen el síndrome de la vida ocupada son carentes de creatividad, inflexibles y con problemas de memoria. Por ello, es fundamental que las empresas jueguen un rol más preponderante para cuidar la salud de sus empleados.

"Fundamentalmente a través de la práctica de responsabilidad social para fomentar políticas de conciliación y equilibrio de trabajo y familia. En ese aspecto, la labor de las jefaturas es muy importante para apoyar a los empleados y no exigirles funciones o tareas que estén fuera de su horario de trabajo", recomienda Andrés Vega, candidato a doctor en Innovación en Responsabilidad Social y Sostenibilidad.

Finalmente, el psicólogo organizacional Felipe Parra, aconseja a los funcionarios priorizar tareas, aprender a decir que no a tareas que no son esenciales y a delegar. "También, es bueno hacer ejercicio físico para aliviar el estrés y reducir la ansiedad, buscar apoyo en amigos, familiares o profesionales en salud si se siente abrumado. Por último, simplifiquen sus vidas, como reducir sus pertenencias o agenda social, para enfocarse en las cosas importantes", sentencia.