Gripe aviar en la Región del Biobío
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha confirmado la detección del primer caso de influenza aviar en un plantel industrial de aves en nuestra Región del Biobío, que corresponde a un criadero ubicado en Florida. A raíz de ello, se activó el protocolo sanitario, que implica el sacrificio de las especies contagiadas y el aislamiento de la zona, para evitar la diseminación de la enfermedad a otros recintos.
El hallazgo se produjo a través de una denuncia realizada por el propietario al SAG, debido a un aumento de mortalidad de las aves. Se tomaron muestras, que se enviaron al Laboratorio Lo Aguirre, del mismo servicio, donde se confirmó la detección, por lo que se procedió al despoblamiento del plantel, limpieza y desinfección de los pabellones y aislamiento.
A la fecha, hay trece regiones con casos positivos de gripe en aves silvestres y domésticas. A inicios de febrero de este año, el Servicio Agrícola y Ganadero había confirmado el primer caso de influenza aviar en la Región del Biobío, que correspondió a un pelícano encontrado en la playa de Purema, en la comuna de Tomé, por lo que entonces se adoptaron medidas, como vigilancia y muestreo en el borde costero y en predios con aves ubicados en las cercanías del sitio donde se detectó la enfermedad. Además, se mantuvo la atención a las denuncias respecto de aves que pudieran presentar síntomas atribuibles a la influenza, advirtiendo a las personas que debían abstenerse de manipular especies muertas o enfermas.
Chile había sufrido brotes de esta enfermedad, pero los organismos de control animal y sanitario, junto con la industria avícola, los enfrentaron rápidamente. El año 2002 ocurrió un brote de gripe altamente patógena, y luego se presentaron casos más leves en los años 2011, 2016 y 2019.
La influenza aviar es una enfermedad viral contagiosa que afecta a las aves domésticas y silvestres, sin posibilidad de cura. En forma eventual, puede transmitirse a otras especies, y al ser humano, provocando serias complicaciones respiratorias. El virus se ha diseminado por Sudamérica, como Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú, a través de las aves migratorias provenientes del hemisferio norte, las que viajan en época de verano hacia el sur en busca de alimento y mejores condiciones climáticas. Estas aves pueden transmitir enfermedades que no están presentes en el país a las aves de la fauna local, generando efectos perjudiciales en el sistema productivo avícola, tanto doméstico como industrial.
El caso registrado en Florida levanta las alarmas por lo que esto podría significar para la producción de aves y huevos en nuestra región. Por ello, los organismos técnicos han analizado todas las medidas de prevención y de manejo de la situación que se ha producido y que podría seguir ocurriendo. Se ha pedido a la ciudadanía tomar todas las precauciones, avisar inmediatamente en caso de que vean comportamientos extraños, ya sean aves silvestres, domésticas, o en animales marinos, como ha ocurrido con lobos marinos en la zona, y avisar inmediatamente al SAG. Las autoridades locales se han reunido con los representantes de los planteles avícolas de la región para insistir en las medidas de seguridad que deben adoptar. Y a las personas que trabajan con aves se les ha instruido a vacunarse, utilizar equipo de protección, como mascarilla, guantes, lentes de protección y botas.
La influenza de las aves se ha estado monitoreando desde fines del año pasado, cuando se conocieron alertas en Canadá y Estados Unidos, pero a continuación el virus se ha estado transmitiendo hacia América Latina. El Ministerio de Salud ha señalado que está adoptando las medidas sanitarias y llamó a la población a no alarmarse, pero estar alerta. Si bien el virus influenza puede afectar a las personas, el riesgo de transmisión es sólo para aquellos que se exponen a manipular aves muertas.
El caso registrado en Florida ha levantado las alarmas por lo que esto podría significar para la producción de aves y huevos en nuestra región, si es que la influenza aviar se extiende.