Recuperación de la Planta de Compostaje de Santa Juana costaría cerca de $300 millones
El galpón de 500 metros cuadrados se quemó por fuera y aún falta revisar en detalle el daño. Incluye herramientas y los propios residuos que se trabajan en el lugar que tenía 3 años de operaciones.
Por Estefany Cisternas Bastías
Alrededor de unos $300 millones costaría renovar por completo la Planta de Compostaje de Santa Juana, cuyo galpón principal se quemó durante los primeros días de los incendios forestales que afectan desde el 2 de febrero a la Región del Biobío.
La cifra oficial aún no está establecida, ya que para ello primero deben acudir al lugar ingenieros a hacer estudios, ver la resistencia de los materiales y si es posible salvar algo de la infraestructura. Esta evaluación se ha visto complejizada durante los últimos días, puesto que el sector de Tanahuillín es un sector de alto riesgo a pesar de los focos de incendios controlados.
Para el municipio de Santa Juana es fundamental la recuperación de esta infraestructura de compostaje, ya que representa una ayuda importante para su sistema de gestión de residuos, en un proyecto pionero en la zona y que funciona hace poco más de 3 años.
Mensualmente, la planta generaba 15 toneladas de compost y 5 toneladas de residuos inorgánicos. En adición, contar con esta infraestructura permite a la comuna reducir gastos y generar más empleos.
"Era un gran aporte, en el sentido que reducía la cantidad de basura que se iba a botar a rellenos sanitarios. La gente también tenía un concepto de aportar con el cuidado del planeta, haciendo las separaciones de origen de sus residuos", destaca Claudio Garrido, Encargado del Departamento de Medioambiente municipal.
También agrega que, ésta perdida representa para el municipio un aumento en los costos económicos, porque ahora al no tener una recolección selectiva de residuos orgánicos, o material reciclable, disminuirá la disposición de los rellenos sanitarios.
Equipamiento dañado
El galpón utilizado para el reciclaje, de 500 metros cuadrados, se quemó completamente, por fuera y por dentro. Estaba construido por una base de concreto y sus paredes eran de latas de zinc, todas acabaron quemadas.
En su interior había diversas maquinarias especializadas, se dañaron dos compactadoras industriales, una trituradora industrial y otros elementos, como contenedores, transpaletas y herramientas menores fundamentales para su ejecución.
Además, todo el material resguardado en su interior acabó calcinado. Este consistía en cargas de cartón, cargas de residuos HDPE y todo el tipo de plástico que allí se recicla.
Por otro lado, en el galpón de compostaje se incendiaron las pilas de compost elaboradas, dejándolos sin su producción. Y durante la semana aquel material seguía humeando.
En cuanto a los sistemas eléctricos, estos se consumieron por completo. Lo que no pereció en el fuego fueron los baños, camarines, comedores y oficinas administrativas.
Recuperación de la planta
La participación del municipio en este reciclaje selectivo creaba en la comunidad una percepción de mejor calidad de vida, porque los habitantes de Santa Juana gestionaban de manera responsable sus residuos domiciliarios.
"Lo más urgente para nosotros es el tema de las compactadoras, transpaletas y herramientas menores como contenedores, eso es lo que más nos urge para comenzar a pararnos. Es maquinaria esencial que utilizamos para compactar el material y poder reducir los volúmenes", expone Garrido.
Los trabajadores de la planta fueron redistribuidos a distintas funciones, dando mayor prioridad a la emergencia en Santa Juana, pero una vez que la situación se normalice los operadores necesitarán de sus empleo.
Ahora queda esperar que a medida que vayan llegando los recursos y las ayudas puedan volver a operativizar el sistema de compostaje. Eso tomará tiempo, ya que de momento el municipio se enfoca en apoyar a las familias damnificadas en la recuperación de sus hogares.
5 toneladas de residuos inorgánicos también eran tratados en esta planta. Su sistema era de recolección domiciliaria.