Agrupaciones resguardan a mascotas que resultaron abandonadas por siniestros
Fundaciones reconocen que en esta oportunidad existe más conciencia de evacuar con los animales y, además, de la ciudadanía para poder colaborar económicamente para su atención y la comida necesaria para mantenerlos durante la emergencia.
Por Estefany Cisternas Bastías
Juana del Pozo es una perrita que fue rescatada por un carabinero y su nombre hace alusión al lugar donde fue encontrada. Estaba en muy mal estado, con sus vías respiratorias comprometidas, el 40% de su cuerpo quemado y severas lesiones. Fueron ocho días de lucha, donde por momentos pareció salir adelante, pero finalmente la gravedad de sus heridas pesaron más.
Así como Juana, son muchos los perros y gatos que sufrieron con el avance de los incendios. Desde el Colegio Médico Veterinario (Colmevet) estiman que por lo bajo hay 2.000 animales (incluyendo ganado) recibiendo atención a nivel regional, y puede que la cifra aumente en los próximos días.
Situación en terreno
Ante una emergencia de esta categoría, el resguardo de los animales recae en los municipios, aunque estos no dan abasto. Por ello, diversas agrupaciones animalistas, voluntarios, veterinarios y ciudadanos se organizaron para prestar ayuda.
"Hay personas que arrancaron de sus viviendas dejando a sus perros encadenados, sin importar el destino de ellos. Confiaron que ellos se salvarían por sus propios medios", cuenta Elizabeth Mujica, animalista independiente que actuó en terreno.
Pero no todo es negativo, el gran apego hacia estos seres vivos también hizo que algunas personas escaparan del incendio con sus mascotas.
"Hay más consciencia en comparación con los incendios del 2017. La gente ahora evacúa con sus animales, hay sectores en los que se quemaron todas las casas, pero los animales sobrevivieron", aclara Carolina Ubilla, integrante de Hermano Animal Talcahuano.
Esto se ve demostrado, además, en que hay mayor disposición por parte de la ciudadanía para ayudar con recursos y donativos a los animales lastimados y así colaborar en su recuperación, muchas veces extensa en el tiempo. Por ejemplo, la Agrupación Hermano Animal reunió en dos días lo que en el 2017 lograba durante una semana.
Atenciones
Algunos refugios o centros de rescate que estaban en zonas amenazadas por el fuego debieron evacuar y buscar otros sitios temporales para sus animales.
"Nosotros estuvimos con algunos focos, pero lejos del refugio. El refugio tiene 70 perros y 7 gatos, los más viejos debieron ser evacuados por el exceso de humo que podía afectar sus vías respiratorias", relata Monserrat Soto, fundadora de Animalistas y Ayuda Concepción.
Con el fin de minimizar el sufrimiento de los animales se les entrega atención médica y refugio, aunque este último es escaso. Las comunas no están preparadas, las veterinarias municipales no tienen clínicas, por ello "los pacientes más graves se derivan a clínicas veterinarias que prestan atención gratuita, animales con más del 30% del cuerpo quemado o problemas respiratorios", describe Carla Timmermann, Coordinadora regional Biobío de Colmevet.
Mientras están hospitalizados, las agrupaciones intentan que el vínculo entre el animal y su tutor no se pierda, por ello comparten fotos de su proceso. "La mayoría, aunque tengan dolor, han dejado que los revisen. No hemos tenido problemas con eso, se percibe que quieren recibir ayuda porque se dejan tratar", relata Carolina Ubilla.
Luego de eso, según las condiciones que tengan los tutores para recibirlos, se devuelven sanos. Aquellos sin familia son publicados en redes sociales para que encuentren a sus amos, o se les busca tutores adoptivos. Elizabeth Mujica rescató un gato en Santa Juana y, de este modo, logró reunirlo con su familia, gracias al refugio Patitas Sin Hogar que ayudó con la difusión.
Los grupos continúan su labor mientras se contienen los incendios y disponen de sus redes sociales para que la gente informe si hay algún animal quemado y así van en auxilio de ellos.
Entrega de alimentos
La fundadora de Animalistas y Ayuda Concepción explica que prefieren ir directamente a cada terreno porque "hay lugares que están muy alejados de la civilización y ellos no reciben ayuda inmediata, y eso es lo que necesitan. Tener agua, sus animales necesitan comer y reciben ayuda para ellos, pero no sus animales".
Por este motivo, además de rescatar animales, las agrupaciones son proveedores de alimentación. Acuden a un sector y dependiendo de los animales que necesiten se les deja alimento de perros y gatos, maíz, fardos y agua. También se les provee con suero si es necesario.
A las familias damnificadas que pueden, y quieren cuidar de sus mascotas rescatadas, se les apoya con alimento.
2.000 atenciones ha realizado el Colegio Médico Veterinario en lo que va de la emergencia. Cifra que va en aumento.