Secciones

  • Portada
  • Opinión
  • Actualidad
  • Nacional
  • Economía y empresas
  • Tendencias
  • Deportes
  • Clasificados
  • Página del lector
  • Espectáculos
Versión número 23 confirmada entre el 11 y 17 de febrero

Cine regional tendrá importante presencia en el Festival de Lebu

Creado a fines de los 90, el certamen fílmico ha sido una importante vitrina para producciones locales, varias salidas al mundo. Este año hay títulos sobre saberes ancestrales hasta vanguardia electrónica.
E-mail Compartir

Por Sebastián Grant Del Río

La presencia del Biobío ha sidouna constante en el Festival Internacional de Cine de Lebu desde su partida hace más de dos décadas. En el tiempo ésta ha ido en crecimiento, ocupando importantes espacios en parte de sus siete categorías, todas planteadas en torno a cortometrajes de ficción y documental, además de videoclip.

La versión número 23, confirmada entre los días 11 y 17 de febrero muestra nuevamente una clara y potente tendencia a la producción regional, la que se ha visto potenciada en la última década, gracias a productoras, agencias y realizadores que observan el potencial fílmico de la región.

"Hay un potencial tremendo, tanto en lo cultural como en lo social. Me pasa que la Región te entrega riqueza natural absoluta, siento que hay un mapa fílmico súper potente, una guía muy clara de que acá se puede hacer industria cinematográfica. Así como se habla de Concepción capital del rock, puede ser capital cinematográfica y turística", señala Felipe Luengo (35).

Son palabras están expresadas desde el convencimiento de este realizador penquista que, luego de 12 años de sumar experiencias entre Santiago y otras ciudades latinoamericanas, decidió volver para instalarse en la capital regional.

En sintonía con el objetivo de tener presencia en festivales de cine y afines, los primeros días de enero, Luengo fue confirmado para ser parte de la competencia de Documentales sobre Pueblo Originarios en Lebu con el cortometraje "Lafkenche Mapu Leufü: gente del mar y la tierra", realizado durante los meses de agosto y noviembre pasado, en sus etapas de pre y postproducción.

En 15 minutos, la cinta narra la historia de la conformación de la Mesa Territorial Lafkenche Leufü, a través de las voces de sus protagonistas y de la biodiversidad de los paisajes.

Además se reconstruye la serie de sucesos que llevaron a las 18 comunidades de la capital provincial a agruparse en torno a una lucha en común por sus territorios y la preservación de su cultura.

"Me propuse ser parte de la competencia de Lebu el año pasado, que nuestra producción cinematográfica fuera a destinada a festivales internacionales, así que vamos por ese camino", indica el realizador y productor, a cargo de la agencia de comunicaciones Bisonte Films hace cuatro años.

Hacer cine local

Ejemplo de este cine gestado en Biobío, Rodrigo Romero (48) estará presente en la misma categoría de Pueblos Originarios con "Lugar de encuentro".

La pieza de nueve minutos, se centra en los avances en agroecología, preservación ambiental y vida sana de familias indígenas que manejan proyectos sustentables en territorios recuperados.

"Muestra el punto de vista de comunidades Lafkenches. Ellos desarrollan propuestas en tierras que han recuperado legalmente, y las han transformado en sustentable", acota el realizador con 15 años de carrera y que durante la última década ha concretado siete proyectos documentales en esta línea, participando en festivales en torno a la interculturalidad en India, Francia, Colombia y España, entre otros países.

En este sección, añade, Lebu es súper relevante. "Es un escenario clave, sobre todo, por la instancia de conversaciones que se instalan en el festival. Me interesa ese tema intercultural estar en la relación de colonos con mapuches", explica Romero que, en esta línea ecológica y patrimonial, también competirá con "Virkenko" de Juan Francisco Palma sobre una "lamien" de los cerros de Talcahuano que cuida el agua de un manantial cercano a su casa.

"La utiliza como remedio para curar enfermedades", adelanta el director que debuta en Lebu 2023.

Un festival que aporta a la industria audiovisual local

E-mail Compartir

A las categorías en competencia este año se suma el resultado de varias experiencias colectivas desarrolladas por los organizadores del certamen con habitantes de la provincia sede del evento.

La directora ejecutiva del festival, Claudia Pino, cuenta que estas experiencias difunden el séptimo arte como una herramienta de expresión de identidad, alegrías e inquietudes. "Es el caso del ya tradicional cortometraje del taller de stop motion 'Moldeando sueños' realizado con niños de Lebu", indica.

Son muestras de este hacer fílmico regional que para Claudia Pino siempre ha sido importante. "En estos 23 años hemos notado un aumento considerable de realizaciones, y ya no solo en Concepción, donde están las escuelas audiovisuales, sino también, en Lebu, Los Álamos, Penco y otras ciudades", dice.

Desde su mirada la región ha ido creciendo. "Y las autoridades entendiendo de a poco la importancia de contar historias a través de las imágenes, y de como éstas no solo difunden nuestras locaciones, también nuestra identidad, cultura e idiosincrasia", anota, convencida que el festival genera aporte a la industria y su avance.

"Plato de agua" tuvo su estreno en Chillán

Cortometraje cuenta historia de mapuche que deja sus estudios para recuperar tierras

Bien valorado por el público que llenó la sala Claudio Arrau del Teatro Municipal, narra la historia de una profesora que viaja a la montaña para revertir opción del protagonista.
E-mail Compartir

Lo aplausos se sintieron espontáneos al término de la primera proyección, en carácter de estreno, de "Plato de agua", cortometraje de ficción, exhibido hace unos días en la sala Claudio Arrau, del Teatro Municipal de Chillán, frente a más de una centena de espectadores, que colmaron el espacio de proyección.

Materializada con apoyos de Fondecyt de Iniciación y la vicerrectoría de Investigación y Postgrado (VRIP), de la Universidad del Bío-Bío, la pieza de 23 minutos se presentó frente a una asistencia formada por gente del mundo académico, creativo, artístico y público general.

La trama apunta al conflicto vivencial que desafía pedagógicamente a una profesora con un adolescente mapuche, que decide no continuar la formación escolar, prefiriendo optar por la recuperación de tierras originarias.

Rodrigo Faúndez, su director, grabó en la montaña -locaciones en Alto Biobío, Ralco Lepoy y Galletué- siguiendo al río Biobío. En su desarrollo muestra un escenario contemporáneo, donde el público se topa con un cortometraje que se maneja claves estéticas en las tomas del paisaje natural y algunas metáforas como significación de vida y muerte.

"Busqué retratar el abismo, que muchas veces en la educación tiene varios mitos, románticos, que chocan con la realidad. Ese espacio de fricción entre el proyecto educativo del Estado y la realidad de Chile es lo que nos interesaba mostrar", dijo el también académico de la UBB de la facultad de Educación y Humanidades.

Giro en la vida

Los personajes se despliegan a través de la profesora que tiene su propia travesía hasta llegar a la casa de este joven mapuche que pretende dejar la educación pública.

"Siente que no tiene sentido estar, y opta por pasar al mundo que sí le pertenece", señalaron desde la producción sobre el actuar del joven que apela a recuperar tierras que, asume, son de su pueblo.

En el estreno de "Plato de agua", producido en asociación con Plaza Cultural UBB, la seremi de las Culturas de Ñuble, Scarlet Hidalgo, valoró lo que se propone acá.

"Creo que es muy bueno generar documentales, información, investigación. La historia ha sido muy larga, relaciones tensas, en algunas épocas pésimas con imposiciones culturales, educativas, religiosas. Nosotros, cómo Estado, tenemos muchos desafíos que no están resueltos. Aprender a vivir en comunidad", dijo.

Palabras confirmadas por algunos asistentes. "Con lo que vi, con lo que sentí, me hace un mea culpa por no investigar o participar más. Este corto motiva a actuar, hacer algo por el mundo, cambiar las cosas, hacerlo un lugar mejor considerando las culturas ancestrales", sostuvo Felipe Becerra, estudiante chillanejo de magíster en Filosofía (U. de Chile).