Comisión presidencial por conflicto en la Macrozona Sur entregará conclusiones en 2025
El comisionado para la Paz y el Entendimiento, Víctor Ramos adelantó que se buscará incluir experiencia internacional en negociación y destacó la experiencia previa en Alto Biobío.
El trabajo de La Moneda para abordar la crisis de violencia, rezago y demandas de las comunidades mapuches que viven en la Macrozona Sur, en particular las provincias de Arauco y Biobío, ha contemplado un diseño de tres estrategias durante los últimos meses.
Mientras el estado de excepción con control militar de las carreteras se prolonga por seis meses consecutivos y el plan Buen Vivir apunta a un significativo aumento a nivel de inversión pública durante el próximo año, en marzo comenzará a trabajar la comisión presidencial para la Paz y el Entendimiento, anunciada por el Presidente Boric en noviembre en La Araucanía, y que entregará conclusiones en enero de 2025, coincidiendo con el aniversario número 200 del Parlamento de Tapihue.
El comisionado designado por La Moneda para la labor, Víctor Ramos explica que la instancia busca "abordar por un lado la reparación a un pueblo tras un despojo sufrido por parte del Estado con la llamada 'pacificación de La Araucanía' y la entrega unilateral de los títulos de merced, y al mismo debemos garantizar los derechos que tienen las generaciones actuales que habitan la zona, que no son responsables de esto".
Metodología
Al abordar la metodología, Ramos cuenta que durante las próximas semanas se le presentará al Presidente la propuesta que se está trabajando junto a la ministra Secretaría General de Presidencia Ana Lya Uriarte, considerando que la instancia "arranca un poco de las últimas que tenemos en la cabeza, que son cortas y sobre un tema puntual. Todas las partes tienen que sentir tranquilidad y confianza en quienes compongan esta comisión".
Lo que sí está claro es que tendrá dos etapas, una primera para recoger las demandas y una segunda para sistematizar y elaborar la propuesta de solución. "Tras ello, comienza una etapa de negociación para cada uno de los casos y procesos, donde el Estado deberá jugar un rol como garante. Esos procesos tardan bastante tiempo, pero llegan a un buen puerto", comenta, junto con indicar que el éxito de una comisión de estas características se vería entre 10 y 15 años.
En materia de plazos, el comisionado y que también lidera la estrategia del plan Buen Vivir afirma que "en marzo se nos mandató a tener la comisión constituida, para durante 2023 podamos hacer el proceso de recoger la demanda que pueda existir y en 2024 procesar todo eso para poder llegar a inicios de 2025, ojalá enero, con el informe final de la comisión. Estamos articulando un trabajo interesante con la embajada de Canadá y algunas agencias de desarrollo de Naciones Unidas, proyectando un circuito en el que esperamos se pueda sumar Nueva Zelanda, para que las comunidades puedan tener un intercambio entre comunidades".
Espacios de diálogo
Una de las mayores interrogantes que plantea el trabajo que propone el Gobierno tiene relación con quienes serán los interlocutores con quienes iniciar la negociación.
Para ello, Víctor Ramos detalla que es clave avanzar en un proceso de gobernanza junto a las comunidades mapuches, "y hoy tenemos buenos ejercicios en esa materia. En la gira presidencial a La Araucanía, por ejemplo, hablamos con representantes de todas las comunidades de Lonquimay junto al municipio".
En ese punto, ejemplifica el diálogo logrado este año con las comunidades de Alto Biobío, liderado por el alcalde Nivaldo Piñaleo: "Ese es un interesante ejercicio para explorar, donde hemos generado diálogo con todas las comunidades, los seremis, el municipio y se ha articulado un plan de trabajo. Están comenzando a aparecer espacios de gobernanza, y seremos los primeros en fomentarlos si las comunidades lo sienten como una justa representación".
Junto a ello, el comisionado presidencial apunta a que los gobiernos regionales tendrán un rol central para la comisión. "Tenemos un gran respeto por el trabajo del gobernador Díaz y el que ha realizado Gloria Callupe, alguien extraordinaria en su capacidad de despliegue. Hemos tenido reuniones entre ambos equipos para integrar el trabajo y esperemos que finalmente sea uno solo. Sabemos que no es fácil porque son figuras nuevas, con la instalación de los gobernadores y el traspaso de competencias, pero el Gobierno Regional en Biobío tiene una visión que puede ser complementaria con lo que estamos haciendo. Es el camino por seguir", apunta.