Atención interdisciplinaria es clave en tratamiento de enfermedades neurológicas
Especialista en Neurokinesiología explica en qué consiste el tratamiento para personas con enfermedades neurológicas, su importancia y el equipo de profesionales que la deben tratar. Afirma que el éxito de la rehabilitación depende de la red de apoyo del usuario y su motivación por cumplir los objetivos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), si no se actúa en forma inmediata y a escala global, la carga futura de las enfermedades neurológicas puede llegar a ser un problema incontrolable que amenazaría la salud pública mundial. Ante tal panorama, resulta relevante la Neurorrehabilitación, especialidad de Kinesiología que trata enfermedades cerebrovasculares.
"El objetivo de este tratamiento es el de mejorar la funcionalidad, desempeño en el entorno e inclusión social del usuario. La finalidad es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas que poseen una condición neurológica, es decir, un déficit en el sistema sensorio-perceptivo-motor", explica Jocelyn Jofré Fica, académica de la Universidad San Sebastián sede Concepción y especialista en Neurokinesiología.
Una enfermedad neurológica se puede pesquisar desde la vida intrauterina, como los síndromes genéticos de espina bífidas. También, a través de diagnósticos que el médico neurólogo realiza según los signos y síntomas que presenta el usuario o gracias a los estudios de Neurorradiología, por ejemplo, esclerosis lateral, amiotrófica, esclerosis múltiple y Parkinson, entre otros.
Según detalla la kinesióloga, estos diagnósticos se realizan en la atención de urgencia. "Como es el caso de los accidentes cerebrovasculares, traumatismos encefalocraneanos (TEC) y/o traumatismos raquimedulares secundarios (TRM) a raíz de accidentes automovilísticos, caídas de alturas o piqueros, entre otros sucesos", indica.
PROFESIONALES Y EVALUACIONES
En general, el tratamiento de las condiciones neurológicas es complejo. Por ende, requiere de un equipo multidisciplinario integrado principalmente por: médicos neurólogos y/o neurocirujanos, médico fisiatra, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos, nutricionistas, enfermeros, trabajadores sociales, entre otros.
Sin embargo, para lograr una rehabilitación exitosa, este equipo de profesionales debe funcionar de manera interdisciplinaria, es decir, que cada uno de ellos se comunique entre sí y plantee objetivos en común. "Estos deben ser acordes a los hallazgos de evaluación y en coherencia con las expectativas y objetivos del propio usuario", afirma Jocelyn Jofré, magíster en Neurorrehabilitación.
Respecto a las evaluaciones clínicas y funcionales, estas varían según el rango etario y las manifestaciones de la condición neurológica o diagnóstico médico. "Se utilizan herramientas para evaluar aspectos generales relacionados a examen físico inicial como: presión arterial, frecuencia cardiaca, dolor y rangos de movimientos. También, se puede evaluar el riesgo de caídas, desempeño en las actividades básicas, instrumentales o avanzadas de la vida diaria", asevera.
Agrega: "Asimismo, con aspectos específicos que están relacionados a: control postural y muscular selectivo, alteraciones sensoriales, de tono, de marca, del balance estático y dinámico, y otros".
TRATAMIENTO Y RECUPERACIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud, la Clasificación Internacional de Funcionamiento y Discapacidad es un marco de referencia para las evaluaciones corporales y las actividades. "Por ejemplo, en un usuario que posee un accidente cerebro vascular (ACV) corresponderá evaluar el nivel de paresia o debilidad muscular que presenta, las limitaciones para caminar y el impacto que tiene en su desempeño familiar, laboral, educacional o social", dice la académica Jocelyn Jofré.
Sobre el tratamiento, este difiere según el trabajo funcional de cada tramo etario y las motivaciones de la persona a lo largo de su vida. Por ejemplo, en el caso de un lactante, se estimula el desarrollo motor a través de elementos llamativos como: sonajeros, juguetes de colores y voz de la madre. Cuando es un niño que camina, se utilizan objetos que lo hagan desplazarse o moverse como: jugar con un globo, saltar la cuerda o interactuar con otros menores.
"A un adulto no le llamará la atención jugar, sino que lo motivará realizar actividades que buscan mayor independencia funcional. Por ejemplo, caminar sin ayuda de un bastón o familiar, lograr vestirse o comer por sí solo, subir o bajar escaleras de manera independiente, volver a conducir un automóvil o reintegrarse a su actividad laboral", puntualiza Jocelyn Jofré.
En síntesis, los factores que inciden en una recuperación exitosa son el trabajo coordinado de los profesionales de la salud, la red de apoyo del usuario, y el deseo del propio usuario para rehabilitarse y cumplir con los objetivos que le son encomendados.