Por Redacción

En el papel era el duelo más atractivo de los cuartos de final de Qatar 2022. El choque de favoritos, entre dos selecciones plagadas de estrellas. El vigente campeón del mundo contra el inventor del fútbol. Y no defraudó.

En un partidazo, Francia derrotó 2-1 a Inglaterra y se metió en las semifinales del Mundial, donde enfrentará al sorprendente Marruecos.

Los galos, los llamados a revalidar el título mundial, se pusieron rápidamente en ventaja con lo que se anticipaba una tarde tranquila. Pero los británicos reaccionaron y tuvieron a "Les Bleus" contra las cuerdas, y solo un penal errado les impidió mandar la infartante definición al tiempo extra.

Partidazo

No improvisaron. Tanto Didier Deschamps como Gareth Southgate mandaron a la cancha lo mejor que tenían y que, hasta ese momento, les había respondido de buena forma

Es así como el duelo de estrellas se inició. Arrancó mejor Francia, con Antoine Griezmann y Kylian Mbappé especialmente activos. Precisamente una escapada de la estrella delParis Saint Germain, a los 16 minutos, permitió la apertura del marcador.

Tras apilar rivales en la banda izquierda, Mbappé encaró hacia la derecha. Allí la pelota le llegó en el borde del área a Griezmann, quien cedió atrás para Aurelien Tchouaméni y el volante del Real Madrid sacó un misil incontrarrestable para Jordan Pickford.

Con el 1-0 en el bolsillo, parecía allanarse el camino del actual campeón del mundo, que se especializa en aprovechar espacios con rápidos y certeros contragolpes.

Sin embargo, Inglaterra creció de la mano de su capitán, Harry Kane. El hombre del Tottenham se echó el equipo al hombro y trasladó el partido a las barbas de su compañero de equipo, el francés Hugo Lloris.

El arquero le sacó un mano a mano increíble y luego un tiro desde fuera del área que se desvió en un compañero, transformándose desde temprano en una de las figuras del primer tiempo.

Finalmente a los 54' un penal sobre Bukayo Saka permitió a Kane y Lloris ponerse nuevamente cara a cara. Y el atacante no falló para poner el empate a 1 y, como si fuera poco, igualar a Wayne Rooney como el máximo anotador en la historia de los "Tres Leones", con 53 conquistas.

El campeón del mundo despertó y rápidamente repuso su ventaja con un gol de Olivier Giroud tras un centro desde la izquierda de Griezmann, pero todavía quedaba una emoción en el encuentro.

Por medio del VAR, el juez cobró un nuevo penal para Inglaterra luego de que Lucas Hernández se llevara puesto a Mason Mount, pero en el nuevo duelo entre Kane y Lloris el goleador mandó su disparo a las nubes, al igual que las esperanzas británicas de llevar la definición al alargue.

El partidazo acabó 2-1 para Francia, que ahora enfrentará a Marruecos en la semifinal.

Con una sesión suave, como es habitual después de un partido, volvió a la actividad la selección argentina que encontró el relajo después de la tensión y la angustia del enfrentamiento de cuartos de final contra Países Bajos.

El combinado de Lionel Scaloni saltó a la cancha de la Universidad de Qatar para proseguir con la preparación de cara al choque del martes frente a Croacia, con la final a la vista, pendiente de la evolución de Alejandro Gómez, Rodrigo de Paul y Ángel di María.

De Paul, que sufrió molestias musculares en el muslo derecho en un entrenamiento días atrás, fue titular en el duelo contra el equipo neerlandés pero su entrenador prefirió no sobrecargarlo y lo retiró del campo en el minuto 67, sustituido por Leandro Paredes.

Di María, por su parte, también trabajó aparte pese a que reapareció en los últimos minutos de la prórroga tras haber padecido una molestia muscular en el cuádriceps derecho en el choque ante Polonia, lo que le impidió estar frente a Australia en los cuartos de final.

El futbolista del Sevilla, por su parte, está en la recta final de la recuperación del esguince de tobillo contra Australia.

La mayor parte de los titulares contra Países Bajos comenzaron con una sesión de bicicleta estática y el resto de la plantilla tuvo trabajo con Pelota. LionelMessi, el único junto a Emiliano Martínez y Nicolás Otamendi que ha disputado todos los minutos del torneo, se quedó en el gimnasio.

Solo un cuarto de hora de práctica fue abierta. Después, el plantel de la "Albiceleste" se quedó en la intimidad para profundizar en el inicio de la preparación del choque del martes contra Croacia, en el que no podrán jugar por sanción Gonzalo Montiel y Marcos Acuña.

Atrás quedó la tensión vivida en el partido frente al equipo de Louis van Gaal, especialmente en el tramo final, la incertidumbre de los lanzamientos penales, el descontento con el árbitro, el español Antonio Mateu Lahoz, y los enfrentamientos con los neerlandeses.

Proceso disciplinario

Sin embargo, la Comisión Disciplinaria de la FIFA abrió un proceso disciplinario contra la AFA y la Federación Neerlandesa (KNVB) "por posibles infracciones" del artículo 12 del Código Disciplinario, que se refiere "a conducta indebida de jugadores y oficiales", por lo ocurrido una vez terminado el duelo, como las burlas expresivas de los jugadores o una mofa de Messi al técnico Van Gaal.

Nunca fueron más elocuentes las dos caras de la moneda. Mientras la euforia y alegría de Marruecos se tomaba la cancha del estadio Al Thumama, la desolación de los portugueses, con Cristiano Ronaldo a la cabeza, era estremecedora.

Y es que en esos contrastes que solo la Copa del Mundo puede dar, en el que ambos equipos coquetean con la historia a lo largo del partido pero solo uno se puede imponer, el cuadro africano continuó su cuento de hadas al derrotar 1-0 a los europeos y meterse en las semifinales del Mundial.

Una nueva sorpresa protagonizada por Marruecos, que chocó de frente con el sueño de CR7 y una selección portuguesa llena de estrellas, pero que no pudieron con el orden y la voracidad de los "Leones del Atlas", que se convirtieron en el primer equipo africano en alcanzar esta instancia en la historia de los Mundiales.

INEXPUGNABLES

Marruecos se metió en los cuartos de final tras una trayectoria brillante. En el inicio del torneo empató a cero contra Croacia, también semifinalista, ganó 2-0 a Bélgica, tercera el pasado Mundial, y derrotó 2-1 a Canadá, partido en el que sufrió el único tanto que ha permitido: un autogol. En octavos secó a España, a la que liquidó en penales gracias a la inspiración del arquero Yassine Bono.

Portugal, por su parte, tampoco lo venía haciendo mal. Arrancó con un triunfo 3-2 contra Ghana, en el que Ronaldo se transformó en el único jugador en anotar en cinco Mundiales consecutivos, luego venció 2-0 a Portugal y, con el primer objetivo ya cumplido, cayó 2-1 ante Corea del Sur.

En octavos sacó chapa de candidato al anotarle seis tantos a Suiza, con la novedad de Cristiano en el banco de suplentes, lo que permitió el lucimiento del joven Goncalo Ramos.

Con esa exhibición ofensiva en mente, Fernando Santos quiso repetir la fórmula y nuevamente dejó de suplente al crack y referente, venido a menos en los últimos meses por protagonizar enfrentamientos y polémicas con su club y con la prensa, pero con el sueño intacto.

Sin embargo, se estrellaron de frente con la muralla marroquí. El equipo de Walid Regragui, de marcado carácter defensivo, tiene la particularidad y fortaleza de que no sufre sin la pelota. El rival domina pero Marruecos no se desespera y, en las pocas oportunidades que Bono se ve obligado a intervenir, responde con brillantez.

Esto va desgastando y sacando de quicio a los rivales. Lo sufrió España y en octavos y ayer también lo hizo Portugal. Las caras de frustración eran evidentes en los lusos, que no encontraban la fórmula para hacer daño a la "cenicienta" del Mundial.

Al otro lado, con poco hace mucho. Al cierre del primer tiempo, Youssef En-Nesyri aprovechó un grosero error del arquero portugués para abrir el marcador, con lo que se reforzó el libreto.

Ni la entrada de Cristiano en el segundo tiempo inclinó definitivamente el trámite del partido para Portugal. Si bien los de Santos mejoraron y se instalaron más cerca del arco de Bono, las oportunidades de gol no abundaron. Tuvo una Joao Félix y en otra el propio Ronaldo, pero Bono estuvo sensacional. Ya sobre el final del partido, en los descuentos, el veterano Pepe tuvo la chance más clara pero, sin marca y a poca distancia del arco, desvió su cabezazo.

El pitazo final dio inicio a las escenas más conmovedoras. Por un lado los marroquíes celebrando su histórica hazaña, transformándose en el orgullo y la esperanza de África.

Por el otro, la desazón de Portugal personificada en Cristiano Ronaldo, quien totalmente desconsolado se fue a camarines a masticar la derrota y el fin de un sueño.

Tras la histórica victoria, Regragui se mostró totalmente encantado y aseguró que sus dirigidos, que ya eliminaron a Canadá, Bélgica, España y Portugal, son "los Rocky Balboa de este Mundial".