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Bomberos del cono sur de la Provincia relatan sus experiencias

Cómo combatir el fuego de Arauco en un clima de violencia

Salidas sin carabineros para evitar conflictos, problemas en la comunicación, cortes en las rutas, demoras y desmotivación para sumarse a las filas marcan el actual contexto de los voluntarios en la zona.
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nicolas.alvarez@diarioelsur.cl

El domingo 2 de octubre la delegada presidencial Daniela Dresdner anunció que el Ejecutivo presentaría una querella luego de que voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Cañete sufrieran un ataque mientras acudían a una emergencia. Fueron tres unidades que asistían al sector Los Batros Huentelolen Costa las que fueron rociadas con líquido acelerante. Respecto a la situación ocurrida, la autoridad añadió que "los hechos nos parecen gravísimos". En tanto, el superintendente del organismo afectado, Walter Bocaz, planteó que limitarían el despacho de unidades de no contar con un contingente de resguardo acorde.

En la semana siguiente se generó además una reunión con la directiva regional de Bomberos, el gobierno, las policías y Fuerzas Armadas para trabajar en medidas que permitan a estas personas desarrollar sus labores con mayor seguridad.

Aunque a la fecha este ataque directo se trata de un caso aislado, representantes de la institución en el cono sur de la Provincia de Arauco relatan que el escenario ha cambiado totalmente en los últimos 10 años. La normalidad que había en épocas pasadas se vio empañada por cortes de caminos, demoras en las llegadas y un temor latente ante eventuales hechos de violencia en contra de los funcionarios. El mayor problema, sin embargo, es la baja motivación que hay hoy por este oficio.

Aunque los voluntarios con mayor experiencia dicen mantener intacta dicha pasión, ellos mismo recalcan que esto no se observa en las nuevas generaciones. "Después de 10 años el panorama ha cambiado de forma drástica, considerando que los incendios que acá ocurrían eran fortuitos. Nunca imaginamos que iba a llegar esta ola de atentados que ha provocado la quema de 100 casas en los últimos cinco años", sostiene Armando Escobar, superintendente del Cuerpo de Bomberos de Contulmo, quien tiene 38 años de servicio.

Son estos actos los que han incido de manera fuerte en la vocación, "porque eso trajo el temor de salir (a las emergencias)". Para graficar el tema, Escobar recuerda que la Primera Compañía de Bomberos de Contulmo llegó a tener 78 voluntarios en su mejor momento, aunque a la fecha ese número se reduce a 40. En la Segunda se ha pasado de 25 a 15 bomberos. "Jamás hemos tenido un ataque directo, pero cuando hay un grado de inseguridad, evidentemente las posibilidades de que alguien entre al servicio son menores", precisa.

Su par de Tirúa, Guido Silva, cuenta que a propósito de esta inseguridad que reina en el territorio se vieron obligados a asumir un protocolo especial para resguardar la vida de sus voluntarios: no acudir a las emergencias en compañía de efectivos de Carabineros. Por supuesto que llegan cuando hay algún atentado, "pero una vez que se acabaron los disparos".

"Nosotros vamos siempre solos porque resulta que el conflicto no es con Bomberos (...) Nunca hemos tenido una mala palabra con nadie de la supuesta gente que anda ahí entremedio, así que para qué nos vamos a hacer mala sangre", reconoce Silva. Por ejemplo, si la compañía que está en Tirúa necesita ir al sector de Quidico por un incendio intencional y Carabineros pide ir juntos, los voluntarios, simplemente, no van, según cuenta.

"Sea para el lado de Quidico, Tirúa norte o Tirúa sur, es lo mismo. Nosotros preferimos andar solos porque es peligroso", insiste.

Aunque en Contulmo y Tirúa aseguran que a diferencia de Cañete no han recibido ataques de manera directa, sí han sido testigos y víctimas de cortes de caminos que ralentizan la llegada de los equipos hasta los lugares siniestrados. Las demoras pueden superar la hora y media a raíz de los árboles cruzados en las vías.

Los compromisos y proyectos pendientes

En este contexto de vulnerabilidad, los clamores de los bomberos que habitan la Provincia de Arauco se oyen más fuerte. Consultados al respecto, precisan que hay serios inconvenientes en materia comunicacional debido a cortes de luz o derribo de antenas, lo que ha imposibilitado la conexión telefónica con el sector de Quidico, especialmente.

"A veces acá se corta la luz y las antenas dejan de funcionar. Nosotros quedamos totalmente muertos porque no hay cómo comunicarse, ni con Quidico, Cañete o Contulmo. Este es un tema bastante complicado que estamos tratando de mejorar a medida de nuestras fuerzas", lamenta Guido Silva.

El superintendente del Cuerpo de Bomberos de Tirúa tiene una frase para esto: "Fuerza tenemos harta, pero plata tenemos poca". Lo dice con un mezcla de gracia y resignación, a la vez que revela que él y su equipo están tratando de conseguir $2 millones o $3 millones para comprar repetidores de señal e instalarlos en áreas estratégicas y retomar la normal comunicación con el resto de las compañías.

El tema fue planteado al presidente nacional de Bomberos, Carlos Field, quien visitó la zona hace algunos días. Según Silva, la máxima autoridad nacional de la institución se comprometió a analizar el problema y entregar, eventualmente, teléfonos satelitales para no perder la comunicación entre las tres comunas que conforman el cono sur de la Provincia.

En la misma línea y en vista de que el ataque que sufrieron parte de los voluntarios de Cañete viene a ser un hecho aislado para Bomberos en la zona, creen que los esfuerzos deben estar puestos en materias asociadas al libre tránsito en rutas. De acuerdo a Armando Escobar, el corte de caminos es una situación recurrente que complica el avance de los equipos a la hora de apagar incendios.

Por eso, el trabajo hoy se centra en la posibilidad de obtener nuevos vehículos que permitan un avance fluido en medio de emergencias en el contexto de los reiterados atentados ocurridos en el territorio. La gestión se impulsa en este momento con la Municipalidad de Contulmo y autoridades nacionales, regionales y provinciales de Bomberos, según Escobar.

Así, la idea es poder salir a un ataque con automóviles distintos "que puedan abrir paso y convertirse en una primera respuesta".

El tema, agrega, también ha sido conversado con autoridades del Ejecutivo. "En la reunión que tuvimos con la Delegación Presidencial y las Fuerzas Armadas se nos decía que existe la oportunidad de que se puedan entregar herramientas de vehículos distintos, y por eso el municipio ha dispuesto la presentación de un proyecto para conseguir camionetas con un blindaje mínimo que eviten rebotes de perdigones o balas y que permitan empujar (obstáculos en la vía)", dice.

Añade que la iniciativa considera una suma de $323 millones y que ya se presentó al Gobierno Regional. Se espera que a través del plan se consigan, al menos, dos camionetas y que el trabajo se replique en otras comunas.