Protección de los humedales urbanos de la Región
Los humedales urbanos contribuyen a moderar los efectos de crecidas de ríos, dado que almacenan el agua y luego la liberan lentamente a los cauces. Además, la vegetación y las raíces de las plantas reducen la velocidad de las inundaciones, controlando los deslizamientos de tierra generados por eventos climáticos extremos.
La ley 21.202 de protección de humedales urbanos, del año 2020, ha permitido que los municipios puedan solicitar medidas especiales para protegerlos, e incluso detener permisos de edificación y de subdivisiones de predios cuando se afecten los humedales..
Asimismo, se ha creado la Red de Ciencia Ciudadana para Protección de Humedales Urbanos Biobío, que integran la Fundación Superación para la Pobreza, la Universidad San Sebastián, el Instituto Virginio Gómez, Essbio y la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Tomé. Este organismo con participación ciudadana colaborativa pretende trabajar no sólo por la defensa de esos espacios sino también por la recuperación de aquellos que han sido dañados. La red contará con la participación del alumnado de esos centros de estudio y realizará un monitoreo sistemático para mantener la calidad ecológica de esos cuerpos de agua.
De acuerdo con la ley, los humedales urbanos son "todas aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean estas de régimen natural o artificial, permanente o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros y que se encuentren total o parcialmente dentro del límite urbano".
La Región del Biobío cuenta con catorce humedales protegidos, que suman 944,64 hectáreas, a los que podrían sumarse nuevos espacios, como los humedales Vasco da Gama y Rocuant-Andalién.
Este año la Municipalidad de Concepción ingresó a trámite en la Seremi de Medio Ambiente, el expediente del humedal Paicaví, con el objetivo de avanzar en las acciones que permitan su resguardo y protección y para que sea reconocido oficialmente como humedal urbano, mientras que la Municipalidad de Talcahuano también presentó los expedientes para que las lagunas Recamo y Redacamo obtengan esa categoría, ya que por muchos años han estado contaminadas y es necesario protegerlas.
Se recuerda que en noviembre de 2021 ocurrió un incendio en el humedal Paicaví, que provocó un gran daño ambiental, tanto a la fauna como a la flora de ese lugar, considerado un importante pulmón verde del Gran Concepción. El fuego arrasó con cinco hectáreas y las llamas comenzaron por los fuegos artificiales y bengalas que algunos hinchas de un club de fútbol lanzaron en el lugar. En esa oportunidad, Conaf y los Bomberos tuvieron muchas dificultades para ingresar al sector a controlar las llamas, por su condición de terreno pantanoso, lo que representaba un riesgo para los brigadistas y para el ingreso de los vehículos.
La recién formada Red de Ciencia Ciudadana que tiene como misión trabajar para la protección de los ecosistemas hará monitoreos para analizar su calidad ecológica y entregará informes a los municipios y el Ministerio de Medio Ambiente, con el fin de apoyar la gestión de estos en aquel campo. También realizará capacitaciones a los vecinos para generar conciencia acerca de la importancia de mantener en buen estado esos cuerpos de agua y no contaminarlos.
El Ministerio del Medio Ambiente ha buscado asegurar la protección de ecosistemas que se encuentren total o parcialmente dentro del límite urbano, declarados bajo la figura de humedal urbano, de oficio o a petición de los municipios. La ley entrega a las municipalidades herramientas para resguardarlos, a través de la elaboración de ordenanzas generales para la protección y la postergación de permisos de subdivisión predial, loteo, urbanización y de construcciones.
La Región del Biobío cuenta con catorce humedales protegidos, que suman 944,64 hectáreas, a los que podrían sumarse nuevos espacios, como los humedales Vasco da Gama y Rocuant-Andalién.