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Corporación penquista será parte de la décima versión del festival peruano

Coros de la Corporación Sinfónica representarán a Chile en festival Trujillo canta a América

El Coro Polifónico y la Coral Femenina pertenecientes a la entidad penquista se harán presentes por primera vez en el evento, debutando hoy tras una importante campaña de financiamiento.
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Por Alejandro Aranda Salgado

La Corporación Sinfónica de Concepción (CSC) tiene el honor de adjudicarse ser la primera institución en abrir un grupo coral en Chile, con la creación del Coro Polifónico en 1934. Su extensa historia les ha permitido ser una de las entidades sinfónicas más reconocidas de la región y el país.

En 2020, nace la necesidad de fundar la Coral Femenina -de la misma institución-, en la que la totalidad de sus integrantes son mujeres. Ambos grupos han trabajado tanto en conjunto como por separado, lo que les valió una invitación al festival internacional Trujillo Canta América (Perú), que se llevará a cabo entre el 15 y el 21 de octubre.

La agrupación penquista viajará para presentar cuatro conciertos, con distintos repertorios y 22 voces -entre ambos coros- que compartirán escenarios con el Coro de la Universidad Politécnica de Guayaquil (Ecuador) y el Coro de la Municipalidad de Magdalena Del Mar (Lima, Perú).

"Tras postular, nos confirmaron nuestra participación el pasado mes de junio. Tuvimos que ensayar muchísimo para crear repertorios distintos para cada concierto y, además, gestionar todo lo necesario para viajar junto a nuestra institución", señaló el director artístico y musical de ambos coros, Felipe Flores.

Campaña solidaria

Luego de recibir la invitación al evento, la Corporación Sinfónica de Concepción tuvo que comenzar a gestionar el viaje, considerando los gastos que conlleva llevar a una delegación desde Concepción a Trujillo, contando con un margen de solo cuatro meses.

"Hemos tenido que tocar muchas puertas, contando con una subvención de la Municipalidad de Concepción. Además del aporte de nuestra propia institución, la gente nos pudo ayudar a través de una campaña solidaria en la que activamos una recaudación de fondos que nos permite poder viajar", agregó Flores.

Dentro de la campaña de financiamiento se realizó un concierto a beneficio el pasado 7 de octubre en la Parroquia La Merced de Concepción, con la presencia de alrededor de 80 personas.

"Ha sido un proceso de gestión muy demandante, además de todo el esfuerzo en cuanto a lo musical. La mayoría de las agrupaciones nos vemos sometidas a esta dinámica a la hora de acceder a festivales internacionales", mencionó el director en relación con la invitación, que también cuenta con el apoyo de la Embajada de Chile en Perú.

La presentación de la Corporación Sinfónica de Concepción en esta serie de eventos significa un hito importante en sus 88 años de vida, siendo un aporte para visibilizar la música coral de la región del Bío Bío. Durante el período de confinamiento, las agrupaciones hicieron presencia -de manera online- en el Festival Internacional de Coros La Música es Vida.

A cargo de la dirección artística de los coros desde 2019, Flores destacó que, "este grupo sobrevivió al período pandémico, considerando que muchas instituciones culturales se vieron en la obligación de clausurarse. Es importante reactivarse a partir de esta embajada cultural, que significa un orgullo y una gran responsabilidad de mostrar nuestra propuesta en el exterior".

Hacia lo competitivo

El desafío de pasar por un festival de la categoría del Trujillo Canta América abre nuevas posibilidades a los coros de la CSC, quienes toman esta oportunidad para visibilizar su trabajo. "En esta ocasión se trata de jornadas de exhibición, pero en el futuro nos gustaría poder optar a una instancia de competencia. También nos interesa formar nuevos rendimientos y, como siempre, buscar el máximo nivel musical. Creemos que esta instancia nos servirá para aprender y reaprender sobre la música coral", enfatizó el también preparador vocal.

La participación en el festival supone la primera participación internacional de los coros locales en su nueva conformación. "A nivel histórico si se realizaron conciertos en el extranjero -Teatro Colón de Buenos Aires o Teatro del Sodre de Montevideo-, pero es la primera en la renovación que experimentamos como agrupación musical. Es una nueva etapa y este es nuestro primer hito internacional", añadió Flores.

La delegación penquista alista los últimos detalles para debutar hoy en territorio peruano y representar el país en un importante encuentro coral a nivel sudamericano. Les esperan fechas hasta el miércoles 19 de octubre.

La coral femenina

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Una de las novedades recientes de la Corporación Sinfónica de Concepción es la instauración de la Coral Femenina, que nace junto con la llegada de la pandemia en 2020.

"Sentíamos la necesidad de crear un espacio seguro para mujeres en el coro, en el que puedan desarrollar repertorio propio y hacer proyectos colaborativos con el Coro Polifónico. Hasta ahora los resultados han sido muy positivos", detalló Flores, quien también se encuentra a cargo de este selecto grupo.

La Coral Femenina cuenta con una historia mucho más breve que el Coro Polifónico, considerando que sus inicios se desarrollaron de manera virtual. Sin embargo, la calidad musical y la trayectoria de la Corporación Sinfónica de Concepción les permitió también ser parte de la delegación de 22 voces que ya se encuentra en Trujillo.

Comentario de arte

Arte y ritual: la experiencia frente a la obra creativa

Sobre ¿cómo experimento el arte auténtico? las respuestas deben buscarse en las experiencias, ideas y emociones que genera la contemplación de la obra.
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Departamento de Artes Plásticas, UdeC

Ritus penetrus, es la denominación en latín desde donde deriva la palabra Rito, también entendida como un acto religioso o ceremonial. La humana necesidad de representar lo invisible al ojo ha sido una de las fuerzas primigenias que han despertado las más complejas y sorprendentes creaciones humanas.

La visibilización, la corporalización, se manifiestan en los albores de la historia con las venus paleolíticas, pequeñas figuras de mujeres robustas, donde el protagonismo de las proporciones corporales nos habla de fertilidad y vida, como también las pinturas rupestres de Lascaux, que muestran grandes animales en manada que aseguran la abundancia y subsistencia.

Podemos decir que estos actos, o construcciones culturales, abren un nuevo paradigma en lo que será la civilización, ya que son producto de operaciones intelectuales que se apropian de algún modo de algo inexistente. Ni las manadas eran los dibujos, ni las pequeñas esculturas eran la fertilidad misma, pero por un mecanismo intuitivo y lúcido el hombre paleolítico siente ahí una cercanía, un vínculo, que claramente es un Rito.

Después del encierro prolongado hay experiencias que gozan de popularidad, fundamentalmente las culturales, por esa transversalidad universal que nos otorga lo que vemos y oímos. Las Artes gozan de un llamado a lo público por definición, todo espectador busca una respuesta, un consuelo o una lucidez que valide su experiencia frente a lo artístico.

Como estamos en un mundo de información y pérdida de la verdad como un cuerpo único, hay tantas verdades que no podemos aferrarnos a ninguna. Solo a aquella que nos ha tocado experimentar, es decir, creo porque lo viví, se porque me aconteció. Pero ¿cómo experimento el arte auténtico? Aquel modo que me de experiencias, ideas, emociones que -posteriormente- me permitan imaginar, construir y creer.

Hay un mundo dividido donde el gran público sigue exigiéndole al arte la visibilización y corporalización de aquello que sentimos y no podemos ver, entonces la exposición se transforma en un gran ritual.

Todas las formalidades y protocolos se presentan en el mundo del arte contemporáneo como resabios prejuiciados de un arte burgués. Las inauguraciones de los grandes salones eran solo un escenario superficial, para aparentar y desarrollar el juego de una diplomacia irónica, y muchas veces cínica, que veía en el arte un fondo neutro para otro tipo de tratos o, simplemente, se desarrollaba la gestión económica de un "marchant" de arte para incrementar los precios de las obras.

Eso de descubrir

En Concepción, muy alejados de esa realidad, vemos -sin embargo- como ciertas estructuras del ritual expositivo han cambiado en lo aparente, pero no en el fondo. La inauguración es en un primer tiempo, donde la obra está en un segundo plano, la armonía necesaria entre pares afianza vínculos para fortalecer cualquier escena.

La prensa muestra las fotos de los asistentes en poses solemnes que dan cuenta del rito inaugural, posteriormente el bagaje de esta información por redes, donde el halago y el afecto constituyen el grueso de los textos. No hay crítica, no hay polémica, no se habla de arte. Entonces ¿hacia dónde se han desplazado los contenidos de las obras, de performers, de la instalación, de la intervención? ¿Dónde está el entusiasmo de la discusión pública?

Después de toda la experiencia que ha significado pensar un nuevo Chile, después de escribir, borrar y corregir, me parece necesario el contacto público entre el mundo de las artes y la cultura con la gente. A pesar de los discursos, nuestras prácticas y los gremios circulan en un territorio delimitado y parcial en el análisis polarizado que sólo aumenta la distancia. Evolucionar, escuchar, legitimar escenarios de discusión constructivas.

Las personas seguiremos necesitando ritos, pequeñas certezas en el desvarío del mundo actual que nos otorguen los segundos de calma necesarios para reconocer esa experiencia individual como auténtica, aquella pequeña verdad que en el arte podemos experimentar como nosotros mismos en el rito de descubrirnos día a día.