Francisca Valenzuela celebra nuevo álbum y más de una década de trayectoria artística
La interprete chilena se alista para presentar las canciones de su quinto y más reciente disco, sumando algunos éxitos pasados, en el Movistar Arena, considerando una pronta venida a Concepción.
La más contenta de su presentación en el Festival REC, Rock en Conce 2019, fue la propia Francisca Valenzuela. En el escenario del Parque Bicentenario celebró sus 32 años , en un 17 de marzo, que la cantante agradeció con sinceras palabras. A través de ellas confesó sentirse "muy afortunada" celebrando su cumpleaños frente a la audiencia de una ciudad que siempre tiene presente.
Para la artista, desde un principio Concepción se convirtió en un lugar muy importante al ser una de las primeras ciudades en que realizó presentaciones.
"Una ciudad que se destaca por ser un epicentro cultural tremendo", señala, quien si bien no tiene agendado REC 2022 u otro concierto en el corto plazo, cuenta que pronto volverá al centro penquista.
Mientras tanto, Valenzuela invita a los seguidores penquistas a lo que será su próximo concierto en el Movistar Arena, en Santiago, el próximo 25 de noviembre.
"Es muy lindo volver a este escenario después de la gira internacional y poder no solamente presentar el álbum nuevo, sino también la discografía completa, una celebración de la trayectoria", explica quien, de este modo, festeja su regreso a suelo nacional con lo que será su primer show en solitario en el Parque O'Higgins.
La ocasión servirá para mostrar las 11 canciones que integran "Vida tan bonita", el quinto disco de estudio de la compositora chilena de actuales 35 años estrenado en mayo pasado.
Grabado en Estados Unidos bajo el sello Sony Music, su desarrollo cuenta con la participación del ganador de varios premios Grammy, Sebastián Krys, y también de la productora colombiana Ali Stone.
"Tiendo a demorarme mucho más. Fue algo muy orgánico el confiar, mostrarme inspirada genuinamente y buscar refugio en la música durante la pandemia. Al crear el cuerpo de trabajo junto a los productores y músicos, de pronto me di cuenta que había allí un mensaje, algo que decir y aportar", relata sobre el proceso creativo de la placa publicada dos años después de "La Fortaleza".
Nuevos sonidos
A través de melodías pop como "Dar y dar", "Hola impostora" y "Último baile", Francisca Valenzuela adelanta lo que fue un lanzamiento que destaca por sus letras confesionales unidas bajo el concepto de la rebeldía en la búsqueda de la felicidad.
"A pesar de los conflictos y las crisis, hay una añoranza por conectar con esas cosas buenas. Si bien las canciones entregan diferentes mensajes o historias, el hilo conductor que las unía era eso: había un ápice, un pedacito de esperanza, de ganas de mantenerse viva a pesar de las cosas que estaban pasando", comenta.
Son letras que, a su juicio, se tornan universales. Relata que siempre escribe desde una postura biográfica y cercana, en las que prefiere no hablar de un "abstracto gigante, sino de cosas cotidianas que a muchos nos sucede, que son universales".
Parte importante de sus influencias musicales vienen de los 90. Por lo mismo la visual del lanzamiento busca homenajear a estos personajes y utilizar los códigos de la cultura pop internacional.
"Por el mensaje de 'Vida tan bonita', quería que fuera algo más fresco, con colores primarios. El amarillo es un color que nunca ocupaba en nada, y en esta ocasión fue la elección al ser un color muy vital".
En el álbum explora sonidos e instrumentos no abordados en sus más de 10 años de carrera. En "Mundos separados", por ejemplo, se escucha una "cumbia triste", mientras que "Detener el tiempo" suena al compás de un bolero.
"Si bien hay canciones que son autorales, los arreglos están al servicio de cada tema, más que hacer un álbum de un ritmo en específico. El disco tiene ciertos códigos musicales y estilísticos que son nuevos. Hay una improvisación constante en ese sentido en mis álbumes", dice quien debutó con "Muérdete la lengua" en 2007.
La chilena es reconocida por llevar al debate problemáticas ligadas a la discriminación y desigualdad de género, sobre todo dentro de la industria musical.
Parte de su trabajo como activista es la creación de la plataforma Ruidosas y su festival homónimo para fomentar la diversidad de aristas, aunque ella considera que los cambios en esta materia están recién en la superficie.
"Creo que ha sido súper difícil, pero al mismo tiempo agradecida de poder aportar y mantener las puertas abiertas y discutir el tema desde la posición en que estoy ahora: crear instancias de visibilización, colaboración y aprender de mis colegas, de las mujeres que yo admiro, y viceversa", reflexiona.