Proyecciones y sorpresas de la participación electoral
El domingo pasado, Diario El Sur abordó las posibilidades en torno a la participación ciudadana en el plebiscito constituyente, donde un acucioso análisis adelantó algunas de los efectos que podrían tener en el resultado final las nuevas condiciones en que se realizaba el proceso electoral.
Académicos de la zona aseguraron que, por lo menos, la participación aumentaría en 10 puntos porcentuales respecto a la última elección presidencial, correspondiente a noviembre del año pasado y que alcanzó el 55,09% con el sufragio voluntario. El voto obligatorio y la inscripción automática fueron considerados, en ese análisis, como elementos clave para traer a nuevos grupos.
Los especialistas agregaron además que, más allá de favorecer a una u otra opción, los nuevos ingredientes del plebiscito fortalecerían la incertidumbre, en el sentido de no tener una real claridad de los resultados finales que se obtendrían. Dentro de esos factores se consideró el carácter obligatorio del voto, así como también la inscripción automática de votantes.
Se destacó que, si bien la votación de la segunda vuelta presidencial fue muy buena en la Región del Biobío y casi histórica para el periodo del sufragio voluntario, la participación debía ser todavía más alta debido al voto obligatorio. Uno de los factores que propiciaba esta proyección era que más del 80% del padrón electoral había revisado sus datos electorales, es decir, local de votación, número de mesa y si se estaba o no habilitado.
Y si bien estaba claro que en ningún caso estas nuevas condiciones harían que se llegara al 100% de participación del padrón electoral, sobre todo al analizar los promedios nacionales de las décadas pasadas, la importancia del Plebiscito y lo distinto del proceso respecto a otras instancias electorales iban a motivar a distintos grupos, incluso aquellos que tradicionalmente no se movilizan en este tipo de contextos, para salir de sus casas y marcar su voto, lo que permitiría, por ejemplo, alcanzar el millón de votantes en la zona.
El cálculo más arriesgado se refirió a la posibilidad de tener una participación entre el 70% u 80% del padrón, cifra que estuvo cercana pero no certera respecto del real porcentaje alcanzado. De acuerdo a datos preliminares del Servel recogidos hasta las 23:50 horas de la misma jornada del domingo, 1.184.062 personas salieron de sus casas para marcar la papeleta, es decir, 88,08% del padrón electoral de la Región, que suma un total de 1.344.181 electores.
La participación alcanzada hasta ese momento en la zona es 32,99 puntos porcentuales superior a la marca registrada en la segunda vuelta presidencial de diciembre de 2021 (55,09%), y 40,29 puntos porcentuales mayor al Plebiscito constitucional de entrada que se efectuó en octubre de 2020 (47,79%). Estas últimas instancias estuvieron marcadas por el sufragio voluntario.
Con las cifras obtenidas en la jornada, el proceso se consolida como el de más alcance en la última década, un período caracterizado por el voto voluntario y una baja motivación frente a las instancias políticas.
Uno de los factores que jugó a favor de cumplir con este voto obligatorio fue el masivo cambio de locales de votación efectuado por el Servicio Electoral, que tuvo por objeto acercar los recintos a los domicilios declarados, lo que sin dudas hizo crecer la posibilidad de participar en la elección, ya que los traslados son parte de las preocupaciones de los electores.
Por otro lado, es importante destacar el rol del transporte público que tuvieron las zonas y comunas más alejadas, donde fue crucial contar con los servicios, en el entendido que desde localidades rurales o islas, como es Mocha o Santa María, los traslados no son siempre accesibles. El ejercicio de la democracia debe contar con esta´ndares mínimos para su cumplimiento, y más allá del decisivo factor de la obligatoriedad, hubo un buen trabajo de coordinación para que cada persona pudiera ser parte de él.
El cálculo más arriesgado se refirió a la posibilidad de tener una participación entre el 70% u 80% del padrón, cifra que estuvo cercana, pero no certera respecto del real porcentaje alcanzado.