Mundo cultural lamenta pérdida del Molino Grollmus de Contulmo
Prestando servicios por más de un siglo a diversas comunidades de la Provincia de Arauco, la quema del mismo significa una gran pérdida patrimonial.
Ubicado a solo tres kilómetros del centro de Contulmo, el molino y ecomuseo Grollmus era uno de los grandes atractivos de la zona. Y es que, además de ser un Inmueble de Conservación Histórica por parte de la municipalidad, aún estaba operativo.
Todo hasta que el pasado 29 de agosto un ataque incendiario acabó con más de un siglo de historia.
Catalogado como "una pérdida invaluable" por la seremi de las Culturas, Orly Pradena, la autoridad también destacó su historia.
"Hablamos de una infraestructura histórica que prestó servicios a las comunidades de la Provincia de Arauco desde principios del siglo XX, con un diseño de vanguardia en aquellos años. Con la misma energía hidráulica funcionaba el Molino, una gran maestranza y servicio de luz eléctrica para el pueblo de Contulmo. Es en verdad lamentable", comentó.
Mismo sentimiento que comparte la encargada de Cultura de la Municipalidad de Contulmo, Carol San Martín.
"Es una pérdida impresionante. Lamentablemente, todo eso quedó en cenizas. Será muy difícil poder recuperar algo. Es muy triste", resumió la profesional.
Todavía funcionaba
Herencia de la colonización alemana de la zona, el molino comenzó sus funciones en 1916, siendo una obra de Pablo Grollmus Wünsche.
Con Heltmuh como dueño y encargado de los recorridos, el espacio funcionaba con un sistema de turbinas que permitía la molienda de trigo, manzana y el funcionamiento de un aserradero.
Todo lo que allí se veía, era fruto del trabajo por conservar el inmueble y la propia historia familiar de los Grollmus.
"Esto siempre fue una iniciativa de ellos como familia, todo lo que armaron ahí fue a pulso. Nosotros como municipalidad les dábamos todo el apoyo comunicacional y hubo personal que trabajó ahí en algún momento", puntualizó San Martín.
Tema pendiente
Con más de 20 sitios catalogados como Inmuebles de Conservación Histórico por parte del Plan Regulador de Contulmo, ninguno de estos lugares cuenta con algún grado de protección patrimonial, ya sea como monumentos históricos o zonas típicas.
"La pérdida del Molino y sus alrededores, sin duda, nos invitan a repensar el cuidado del patrimonio local. El molino no contaba con una declaratoria por parte del Consejo de Monumentos Nacional, sino solo con protección en el plan regular", comentó la historiadora Natalia Baeza.
"Para mí, es un grado mínimo de protección, es prácticamente nada. La pérdida de esta infraestructura va más allá de lo físico, sino que también de la historia social que sostenía este lugar", enfatizó la también coordinadora del Museo de Arte Religioso UCSC.
Para la profesional, más allá de las circunstancias del incendio que llevó a su destrucción, se hace urgente una "reflexión activa frente al reconocimiento de espacios culturales importantes en zonas así, que se despeguen de las zonas comúnmente declaradas".
Lamentablemente, apunta, la pérdida de estos espacios que relatan historias va quedando en la memoria y el recuerdo de lo que eran.
"La desaparición va más allá de la infraestructura, porque tiene que ver con las tradiciones y el patrimonio inmaterial. Eso no tiene valor, es invaluable. Se debe actuar antes que ocurran estos hechos, porque no es primera vez", acotó Baeza.
Es así que, de acuerdo a Carol San Martín, pensar en volver a levantar o reconstruir algo de este patrimonio es muy difícil.
"Casi impensable. Estamos todos con una sensación triste y abrumadora, se especulan muchas cosas y hay una incertidumbre comunal", sostuvo.
Junto al molino y el ecomuseo -ambos reducidos a cenizas- está ubicada la casa patronal, espacio que no fue quemado, aunque sí gran parte de la historia familiar y patrimonial de los Grollmus.
Como parte de su historia, el Molino prestó servicios durante varias décadas a diversos lugares de la Provincia de Arauco. Su servicio fue desde el propio Contulmo, hasta comunidades mapuche y toda la costa de la provincia, desde Laraquete a Tirúa.
Reiterar que toda su infraestructura y el sistema de molienda, de acuerdo a Helmuth Grollmus, fue hecho de forma autodidacta por su abuelo Pablo.