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Rodrigo Díaz, gobernador del Biobío:

"No hay sentido en que alguien responsable de la seguridad intente realizar otras funciones"

A un año de asumir como la máxima autoridad del Biobío, repasa su relación con La Moneda, acentúa sus críticas al centralismo y centra sus esfuerzos en herramientas de desarrollo, el presupuesto 2023 y el trabajo con sus pares.
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Por Felipe Cuevas Mora

Rodrigo Díaz Wörner (55) reconoce que el momento en que decidió volver a la política pública, lo hizo mirando varias opciones -parlamentarias y municipales-, hasta que decantó por postular a ser el primer gobernador de la Región del Biobío, comicios que ganó con 127 mil votos.

"Si se lo pudiera decir de alguna manera, he visto y confirmado de una forma más profunda de lo que imaginaba, lo que es el potencial de la función de gobernador regional. En algún minuto de mi vida, cuando tomé la decisión de volver a hacer política, tenía varias opciones, y opté por postular como gobernador bajo la premisa de que esta, siendo una institución nueva, tenía un tremendo potencial para aglutinar a la Región", dice en la semana en que cumple un año en el cargo de máxima autoridad regional que debutó a mediados del año pasado.

La conversación con Diario EL SUR se da en la que durante cuatro años fue su oficina -cuando fue intendente entre 2014 y 2018-, a la que volvió en abril tras el cambio de gobierno, lo que simboliza una de las premisas que se puso al inicio de su gestión: ordenar la casa.

"Este edificio es del Gobierno Regional. Nos queda solo un resabio, que son unas letras que la administración anterior impuso y la ministra Siches se comprometió a retirar", dice, por la pugna que se dio al inicio de su gestión sobre el uso del edificio de Avenida Prat.

Además, enfatiza que todos los funcionarios -salvo aquellos con licencias médicas, varias de ellas prolongadas desde antes de su asunción en julio- han retomado sus funciones, se han dictado protocolos sanitarios, de teletrabajo, y los 166 funcionarios del Gobierno Regional tienen claro lo que deben hacer. "Estamos funcionando normal, nada del otro mundo, simplemente trabajando", dice.

Esto, pese a que durante un año ya ha sufrido la baja de, al menos, cuatro de sus seis jefes de división por distintos desafíos personales: mientras Rodrigo Sandoval (Presupuesto) y Sandra Catalán (Administración y Finanzas) retomaron distintas labores sin tanta presencia pública, Claudia Toledo (Planificación) y Roberta Lama (Desarrollo Social) se incorporaron al actual gobierno, la primera como seremi de Vivienda y la segunda como directora regional de Corfo.

Díaz admite que resintió las bajas -"tengo el triste problema de que este Gore tiene a muy buenas personas trabajando, y las grúas operan, como en el fútbol"- y confirmó que, en el caso de la salida de Lama, Nelly Pillado asume en Administración y Finanzas: "Sabemos que somos personas capaces, pero también hay más personas capaces en la Región, y si las encontramos para trabajar en red, ayudarán a desarrollar el proyecto región".

Definición de funciones

Para Rodrigo Díaz el rol del gobernador regional está dado en la estabilidad que puede dar a una relación que muchas veces es asimétrica entre los municipios y La Moneda.

"Al tener estabilidad en la función de quien conduce, al provenir el mandato de la soberanía popular, cumplir un programa que fue votado, más la autonomía económica para definir los recursos, y contar la Región con una estrategia de desarrollo, se abre un potencial enorme para ser aglutinador de las esperanzas y las demandas regionales, y contraparte del gobierno central", indica, para luego destacar que tanto con el gobierno de Sebastián Piñera como de Gabriel Boric ha tenido buena relación durante estos doce meses.

-Al llegar al cargo usted dijo que faltaba el diálogo político en la zona, incluso planteó que se había perdido. ¿Cree que se ha podido recuperar, considerando que durante el último año ha habido cambios de autoridades en el Congreso como en La Moneda?

-Hemos tenido un período de tiempo, donde las particularidades de las distintas sensibilidades políticas se han manifestado, en algunos casos, con tendencia hacia la dispersión y polarización. Pero uno juega en zona, y responde por lo que le toca encabezar: este es un gobierno regional de puertas abiertas, y me he relacionado con todos aquellos parlamentarios que han querido conversar, y hemos buscado en muchos casos a distintos parlamentarios para discutir materias de interés regional, más allá de las sensibilidades políticas, y más allá de las simpatías o distancias personales, al igual con los alcaldes sin discriminación alguna, y también con el mundo sindical, universitario y empresarial.

Generar conversaciones políticas se ha traducido en la materialización de un espacio nuevo, de colaboración para resolver problemas que existen, que están latentes y no se logran administrar desde la sectorialidad ministerial, en su bajada municipal.

-¿Siente que existe un reconocimiento claro sobre las funciones y roles que juega el Gobierno Regional? En ocasiones, se ha visto una duplicidad de acciones con La Moneda, con quien usted no ha mostrado mayor cercanía a nivel local, particularmente con la delegada Dresdner.

-Estamos en un proceso donde las instituciones nos estamos perfilando. Lo que creo que compartimos los gobernadores es que aspiramos a que desaparezcan las delegaciones presidenciales, porque no tiene sentido que haya alguien que siendo responsable de la seguridad intente realizar otras funciones.

Es tan grave el problema de inseguridad que tenemos en cada una de las regiones que se necesita a alguien que asuma que su función es esa, y que la ejerza en plenitud para revertir la pérdida de calidad de vida que hemos tenido en seguridad. Confiamos en que se realice, y la propuesta de los gobernadores es que se reemplace por una especie de Seremi de Seguridad Pública y Ciudadana.

El Gobierno de Chile tiene una responsabilidad que es implementar su programa de gobierno y los gobiernos regionales tienen que implementar el propio programa. Soy muy respetuoso de las prerrogativas del gobierno nacional, pero también lo soy de la autonomía del cargo regional; a mí, si no me manda el Presidente de la República, porque mis mandatarios son los habitantes de la Región, menos me va a mandar un ministro o un subsecretario. Conversaremos, construiremos acuerdos e implementaremos lo que acordemos. Si hay diferencias, las debatiremos y las resolveremos.

Consultado sobre las coincidencias con La Moneda en temas como la elaboración de diálogos interculturales en las provincias de Arauco y Biobío para afrontar la crisis de violencia rural, indica que pese a que no existe un problema en que se elaboren ambos planes -"mientras más presencia de actores del Estado haya en ese territorio es mejor, porque es tal el abandono que el hecho de encontrar puntos de encuentro genera valor"- el abordaje del Gore busca ser más integral: "Tenemos una mirada bien integral de lo que va a ocurrir, y tenemos una conjugación de esfuerzos bien sinérgicos, porque decimos que haremos diálogo, que apoyaremos las medidas de seguridad, rescataremos la labor de quienes son víctimas, apoyaremos al emprendimiento y levantamos la necesidad de las zonas de rezago".

Financiamiento

Una de las materias que hoy tiene a Rodrigo Díaz trabajando a toda máquina tiene relación con la discusión del presupuesto 2023 para la Región del Biobío vía FNDR, luego de que este año se destinaran $93 millones.

"Anteriormente, el Gobierno Regional estaba relegado cuando existían los intendentes y los recursos se destinaban para el plan de gobierno nacional. Hoy, lo que estamos intentando hacer desde acá es decir que los recursos de la Región no están destinados a financiar el gasto operacional del gobierno nacional", precisa, apuntando a la necesidad de acuerdos políticos previos para financiar iniciativas públicas.

"Si cofinanciamos los gastos de cualquier ministerio, le estamos quitando la plata al hecho de que en cualquier comuna pueda existir un Cesfam, una plaza, no se pavimenten las calles o no exista saneamiento sanitario. Seré muy celoso de destinar los recursos -con aprobación del Consejo- para que se resuelvan los problemas de la población, que son concretos y reales, y si no se abordan con estos fondos no se solucionan", añade.

-Una de sus estrategias de inversión y captación de recursos ha sido firmar una serie de convenios de programación.

-Ahí tenemos una convergencia clave con el Gobierno de Chile: cuando nos sentamos a conversar, por un lado, lo que financiamos es lo acordado, pero además apalancamos recursos. Tenemos a la fecha suscritos convenios de programación por $886 mil millones de aquí al 2026, y de eso solo ponemos un tercio. Estamos asegurando que dos tercios de los montos vengan para solucionar problemas particulares que se han anunciado tantas veces.

Además, permiten asegurar trabajo: para 2023 y 2024, más de cinco mil empleos cada año van a depender de esos convenios. Para mí, la política es que los gobiernos regionales deben preocuparse de que las personas de la Región vean satisfechas sus necesidades y que haya empleo, porque estamos entrando a una crisis de proporciones, de la que algunos sectores políticos no se han dado cuenta.

-Esta semana se reunió con los equipos de la Dirección de Presupuestos para abordar la propuesta de $133 mil millones para 2023, y se conoció que la ejecución presupuestaria llega al 55,6%.

-Cuando enfrenté la discusión presupuestaria, le dije a la Dipres que ocupamos el dinero y lo hacemos en cosas positivas, además de ser un socio confiable, ya que en el presupuesto previo estaba que la ejecución estuviese en el 35%. Les dijimos que confiaran en nosotros, porque además tenemos muchos proyectos para financiar.

-¿Qué tan posible cree usted que sea conseguir los montos que se solicitaron a la Dipres, considerando la oscilante ejecución presupuestaria del año pasado, sobre todo de sus antecesores?

-No me referiré al período anterior, pero me compararé con el trabajo que cumplí como intendente. Durante ese período tuvimos una práctica, con la profunda conciencia de que el dinero del Gore es vital para que haya inversión en las comunas, porque la inversión sectorial casi no llega a las comunas. Si no se ocupa el dinero, pierden las personas, y durante todo ese período hicimos el esfuerzo de ocupar bien el dinero durante el primer semestre.

El juego es partir con un presupuesto basal, aumentarlo durante el año y así aumentar el presupuesto del año siguiente. El desafío este año es, ojalá, ocupar más de $100 mil millones, y mientras más allá lleguemos, mejor, y el segundo desafío es estar lo más cerca posible de los $133 mil millones para cumplir con nuestra parte de los convenios de programación, obras que moverán la aguja de la realidad de las personas.

-Parte de lo que se dirima a futuro en materia de financiamiento dependerá del traspaso de competencias. ¿Qué expectativas tiene respecto al trabajo que se está realizando en el Foro para la Descentralización?

-El foro tuvo su primera jornada en Rancagua, nos reuniremos en Los Lagos en los próximos días y en el tiempo intermedio hemos tenido reuniones con el comité político ampliado, con la Dirección de Presupuestos, con trabajo interno entre los equipos y hemos levantado una serie de propuestas.

Debemos tener una serie de reuniones la próxima semana para revisar el borrador de propuestas del nivel central en materia de competencias, para luego concordar lo que trabajaremos en Los Lagos. Esperamos anuncios interesantes en ese encuentro, considerando que el foro termina a fines de agosto. Esperamos concordancias importantes que permitan avanzar hacia un compromiso presidencial: tener menos poder y transferirlo a las regiones, duplicando el dinero de decisión subnacional en comunas y regiones, pasando del 14% al 28% parte del estándar OCDE.

Plebiscito: "Tengo la profunda duda sobre el rol que deba jugar"

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-Esta semana, en varias ocasiones se le preguntó si votará Apruebo o Rechazo el 4 de septiembre. Más allá de ello, considerando que dijo estar en reflexión, ¿dirá de manera pública su postura y voto para el Plebiscito Constitucional?

-Lo primero es que las instalaciones del Gore no serán utilizadas para partidarios de una u otra opción. Le dijimos a los funcionarios que seremos respetuosos de lo que dice la Contraloría al respecto. Por mi parte, estoy en un proceso de revisión y reflexión sobre el proceso, habiendo sido muy partidario de la vía institucional para solucionar la crisis política que vivimos. Lo responsable ahora es revisar, y no me agrada ni concuerdo con quienes fijan una posición sin estudiar. Sé que mucha gente vota por percepciones, e intentaré ser lo más responsable posible.

No sé si haré pública mi posición, porque estoy muy inspirado por lo que el Presidente Lagos hizo: las constituciones son válidas cuando cuentan con un profundo respaldo social político, y hoy estamos en un país fragmentado. No veo que haya una opción que predomine sobre otra, y me preocupa un futuro con una constitución que gane por 3, 5 o 10 puntos. Tengo una profunda duda respecto al rol que deba jugar en este periodo, ya sea antes o contribuir a un camino de encuentro desde el 5 de septiembre.

"Para mí, todas las consultas son vinculantes"

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-Uno de sus lineamientos centrales al asumir fue darle forma a la actualización de la Estrategia Regional de Desarrollo. ¿En qué etapa se encuentra el proceso de revisión? ¿Tiene una fecha en que se puedan conocer los nuevos lineamientos?

-Uno podría pensar que hacia fin de año podríamos tener la actualización terminada. Entiendo que ya hay un primer borrador que se debe presentar a nuestro equipo de trabajo para su revisión, análisis y retroalimentación, y luego de eso junto con la entidad consultora debemos iniciar un proceso de trabajo con el panel multiactor, y en paralelo comenzar a discutirlo con el Consejo Regional para hacer mejora continua.

La propuesta es un resumen ejecutivo de los diálogos que se han desarrollado, y me atrevería a decir que a fines de año deberíamos tenerla, y para mí eso puede ser en enero o febrero -para mí el fin de año es el inicio de las clases-, pero lo importante es hacerlo bien.

-También en entrevista con este medio dijo que su intención era hacer plebiscitos vinculantes, y hace algunas semanas ya se llevó adelante la consulta ciudadana sobre el transporte público. ¿Está considerado que se realicen nuevas consultas? ¿Buscará materializar vía reglamento o algún mecanismo que estas sean vinculantes?

-Haremos dos consultas más, sin estar constreñidos al tiempo para consultar, porque lo importante es que, si consultamos, ocurran cosas. Tenemos un borrador de las 113 medidas que se han trabajado para dar respuestas al resultado de la consulta ciudadana por el transporte público, y espero reunirme con el Consejo de Alcaldes del Área Metropolitana para visualizar las propuestas, en exposición de la Seremi de Transportes y Óscar Ferrel. Espero con ese último trámite darlas a conocer a inicios de agosto junto al ministro Juan Carlos Muñoz. Utilizaremos la herramienta de la consulta que permita desafiar a la inteligencia de los actores para resolver problemas importantes y quebrar la mirada parcial o sectorial que impide verlo en toda su dimensión.

No podemos hacerlo vía ley, pero a mí la gente me conoce y sabe que intento hacer las cosas que digo. Si digo que está la voluntad de que sean vinculantes, esa es mi genuina voluntad.