"La inversión de Mato Grosso do Sul corresponde al normal desarrollo de una compañía del tamaño de Arauco"
La empresa celulosa firmó un acuerdo con el gobierno del estado brasileño para la construcción de una planta que contempla una inversión de US$3 mil millones.
Hace unos días la empresa Arauco anunció que firmó un acuerdo con el gobierno del Estado de Mato Grosso do Sul en Brasil, con el objetivo de construir una nueva planta celulosa, la que tendrá una capacidad para producir 2,5 millones de toneladas al año de celulosa de fibra corta. El proyecto, contempla una inversión de US$3 mil millones y se espera que las obras comiencen en 2025 para iniciar operaciones durante 2028.
Al respecto, el gerente corporativo de Personas y Sustentabilidad de Arauco, Charles Kimber, explicó en conversación con diario EL SUR que actualmente el proyecto se encuentra en estudio. "El estado de Mato Grosso do Sul está muy interesado en atraer inversión y especialmente inversión de este tipo relacionada con árboles que es un recurso renovable y con industrias como la celulosa donde Brasil es muy competitivo, es el principal productor de celulosa de fibra corta del mundo. Por lo tanto, es una inversión bienvenida", señaló.
En tanto, se estima que, durante la fase de obras, se contratarían más de 12 mil trabajadores. Una vez concluida la obra, el proyecto daría empleo permanente a 2.350 trabajadores, de los cuales 550 formarán parte de la planta industrial, entre directos e indirectos, y 1.800 personas en el área forestal.
-¿Por qué generar esta gran inversión en Brasil y no en Chile?
-Estamos terminando la construcción del proyecto más grande que ha hecho la compañía en su historia que es MAPA, la que ha dado mucho empleo y ha mantenido muy activa a la región. Entonces, sí hemos tenido la vocación de desarrollarnos de dónde venimos, pero hoy Arauco tiene una escala global y es para nosotros también importante, para la sustentabilidad de la compañía, estar diversificado geográficamente con producciones. Entonces este es un paso muy importante, pero no es una sorpresa, lo de Mato Grosso do Sul corresponde al normal desarrollo de una compañía del tamaño como Arauco.
-¿Qué diferencias hay en términos regulatorios entre instalar una planta entre Brasil y Chile?
-Brasil es un país que tiene su legislación y regulación bien establecida. Hay pasos bien definidos, nosotros tenemos mucha experiencia en lo que son estudios de impacto ambiental, no solamente en Chile, hemos presentado en Uruguay, en Estados Unidos recientemente. Yo diría que posiblemente una diferencia es que hay equipos profesionales por parte del Estado que no solamente se aseguran de que las empresas cumplan, sino que también acompañan en el proceso.
Y en ese sentido, los plazos pueden ser un poco más cortos, seguramente igual va a tomar un par de años, pero es un proceso que es un poco más acompañado de lo que estamos acostumbrados aquí en Chile.
-¿Cómo proyectan sus acciones de sostenibilidad en esta nueva celulosa?
-La industria forestal y la industria de celulosa pasa por un muy buen momento de sostenibilidad, producto de trabajar con un recurso renovable. Los productos que producimos son biodegradables. Vamos a replicar lo que hemos hecho en Chile con MAPA, donde todos los subproductos residuos del proceso de producción de celulosa sean transformados en energía. Vamos a generar vapor, energía eléctrica que nos va a permitir ser autosustentable y además tener una excedente que vamos a poder vender al sistema.
-¿Cómo evalúa el avance del proyecto MAPA?
-MAPA está en su etapa final. Tenemos varias áreas que ya están entregadas por parte de las empresas constructoras y por parte de los proveedores de equipo, hemos estado haciendo pruebas y esperamos poder estar en condiciones en septiembre de estar produciendo celulosa. Ha sido un proceso largo, difícil, con pandemia, con dificultades de poder conseguir personas para las etapas de construcción, con algunas demoras en los problemas logísticos, de algunos equipos y también por la escasez con los materiales de construcción y que son los problemas que han vivido todos los proyectos en Chile. Pero estamos muy contentos en cómo ha ido avanzando y esperamos en unos tres meses ya estar produciendo.