Coworks registran un alza del 50% en sus clientes y llegan a cifras prepandemia
Para las empresas es más conveniente arrendar un espacio de forma mensual o anual, por horas, que trabajar en una oficina establecida.
Con cifras azules han empezado los primero seis meses de este 2022 los espacios de cowork que funcionan en Concepción. Este año se ha reportado un gran flujo de clientes hasta llegar a los números que se registraban previo a octubre del 2019.
Los coworking (trabajo colaborativo) son un espacio de trabajo que permite a quienes realizan labores independientes y a empresas arrendar oficinas y salas, ya sean privadas o bien colaborativas, con la intención de potenciar la comunicación con distintos rubros que buscan innovar en el Gran Concepción para generar una sinergia entre ellos.
Esta práctica se había visto mermada durante los últimos años debido a los protocolos sanitarios que, en un inicio, no permitía abrir estos espacios de trabajo.
Una situación que ya cambió y que se ha notado, según indicaron tres centros de Concepción. ya que con este inicio de 2022 las empresas y trabajadores independientes comenzaron a realizar la transición del teletrabajo a lo presencial.
Oficinas virtuales
Carolina Riffo, administradora de Workers Cowork, explicó que -en su caso- los clientes buscan arrendar oficinas virtuales y privadas, siendo destacado el uso de oficinas virtuales. "Este es un servicio que se les ofrece a las empresas que no necesitan una oficina privada ni presencial, sino que es para poder sacar la dirección tributaria y la dirección comercial, eso es lo más solicitado", detalló Riffo.
Por otro lado, en el caso del servicio presencial, dijo que aún se mantienen con sus clientes antiguos y que ahora, por lo general, las salas de reuniones son tomadas por dos a tres horas por los clientes, llegando incluso a solicitar el uso del día completo en ocasiones.
"Hemos tenido un gran flujo de clientes. De hecho, ya no tenemos espacio físico disponible. Se podría decir incluso que, hasta antes de la pandemia con respecto a ahora, se ha aumentado en un 50% la cantidad de clientes", aseguró Riffo.
Mientras que, en el caso de los servicios de oficinas virtuales, quienes más han solicitado esta opción han sido, por lo general, las pymes, constructoras, comercializadoras y, en especial, consultoras.
Algo que también se debió ver reflejado en los costos del servicio. Según Riffo, para lograr captar clientes en una primera etapa tuvieron que reducir los precios del servicio: "antes solo teníamos el plan mensual que al año salía como $150.000 porque se pagaba mes a mes. Ahora tenemos dos planes, el semestral y el anual, llegando este último a los $85.000, mucho menos que antes", contó.
Regreso presencial
También lo destacaron así en Working Place, donde su dueño, Ricardo Campos, señaló haber pasado por difíciles momentos a raíz de la crisis social y la pandemia porque estuvieron cerca de un año abriendo y cerrando de manera bastante itinerante.
"Los clientes buscan espacios de trabajo donde encontrar soluciones integrales, es muy conveniente para ellos ir a trabajar a un working place o cowork, ya que prefieren pagar una mensualidad para ocupar estos espacios, personalizarlos y quedarse trabajando acá en vez de irse a una oficina un poco más grande donde tienen que pagar recepción, gastos comunes, arriendo, servicio de aseo, que van sumando costos", argumentó Campos.
En el caso de Working Place, el dueño destacó que la mayoría de los clientes con los que trabajan son, en un 70% empresas y el 30% restante correspondería a los profesionales de un perfil más independiente.
Sin embargo, y como respuesta a la pandemia e inflación, Campos dijo haber tenido que reajustar sus valores al alza para poder lograr una estabilidad económica.
Finalmente, desde Casa W, Constanza Clemo, coordinadora de comunicaciones y marketing, dijo haberse logrado una estabilidad este año entrante con respecto a los inicios de la pandemia que los afectó de tal forma que no pudieron abrir en 2020. "En 2021 logramos abrir y nos manteníamos con nuestros clientes antiguos, pero no recibíamos clientes nuevos, por lo que este 2022 es cuando se reactivó muy bien el servicio", explicó.
Respecto a sus clientes, Clemo destacó que la mayoría con los que trabajan ahora son empresas grandes que, a raíz de la propia pandemia, tuvieron que cerrar sus oficinas y ahora buscan espacios en coworks.
Años complejos con los que han tenido que ajustar sus valores a la mínima para poder sortear los obstáculos de la pandemia. "Nosotros tuvimos que bajarle a la mitad el cobro de la facturación a nuestros clientes antiguos para que no se fueran y nosotros tampoco tener que cerrar, pero ahora se está regularizando", concluyó.